SALIDERA BANCARIA
- CONSEJOS DE SEGURIDAD
Uno de los principales dilemas
que enfrentan y deben resolver, casi siempre de apuro, quienes
poseen cuentas bancarias o cajas de seguridad es qué medidas
preventivas deben tomar, a la hora de retirar dinero de una entidad
financiera
Sea mucho o poco, el temor está siempre
presente. Y es que pese a los avances tecnológicos en la materia,
los usuarios no siempre están dispuestos a afrontar el pago de
comisiones muy elevadas para asegurarse el traslado “virtual” de los
fondos de su cuenta a otro banco.
De acuerdo al Régimen de Transparencia que publica el Banco Central,
una transferencia tiene una comisión máxima del 0,65%, con un tope
de $2.000. Una cifra que, a priori, invita a correr el
riesgo, sin medir en muchos casos las consecuencias.
Este punto es abordado por Eduardo
Berrozpe, Secretario de Prensa de la Asociación Bancaria, para quien
"entre otras medidas, se tendrían que modificar los costos de
transferencias, para evitar que la gente tenga que circular por la
calle con sumas importantes de dinero".
¿Cuándo comenzó este fenómeno en
nuestro país?
La propia Policía Federal señala que este tipo de delitos se inició
a principios de la década del '80, cuando al amparo
de un tipo de cambio extremadamente bajo, ingresó al país una gran
cantidad de motos de alta cilindrada que, por sus propias,
características se convirtieron en vehículos prácticamente
inalcanzables para cualquier móvil policial.
Dicha circunstancia fue advertida por algunos delincuentes que,
rápidamente, crearon bandas de "salideras bancarias".
De acuerdo a ZonaBancos.com, quienes cometen estos tipos de ilícitos
se conforman en grupos que oscilan entre 3 y 5 delincuentes, que se
organizan de la siguiente manera:
- El “sacador” o
“marcador": una persona que por su aspecto físico,
vestimenta y pulcritud, no despierta sospechas en el interior de
los bancos.
Su “modus operandi” consiste en aparentar que está
completando algún formulario, cuando en realidad se
dedica a observar desde un punto estratégico las ventanillas de
pago. En muchas ocasiones, puede actuar con la
complicidad de un empleado infiel de la entidad.
Una vez seleccionada la víctima, avisa mediante un teléfono
celular (si bien están prohibidos, muchas veces son usados a
escondidas) o bien saliendo de la entidad prácticamente detrás
de la persona. Suele apuntar a sus compañeros el lugar donde ha
guardado el dinero.
- Los “motochorros”.
Actúan en pareja y su tarea consiste en seguir a la víctima, por
lo general en moto, apoyados por algún automóvil chico o
mediano, con características ligeras.
En determinado momento y no muy lejos de la sucursal, los
motociclistas abordan a su víctima y la sorprenden con tal
velocidad, que antes de que intente alguna reacción, ya se han
dado a la fuga.
- “Personal de apoyo”.
Este accionar es observado desde el automóvil por otros dos
integrantes de la banda, que sólo realizan tareas de apoyo y
ocasionalmente actúan en caso de algún imprevisto.
Ante este cuadro de situación, la
pregunta que se plantea es qué se puede hacer para evitar ser
víctimas de este tipo de delito.
Las principales recomendaciones para superarlo son las siguientes:
- Si se debe retirar dinero de una
entidad, no se debe divulgar la información.
Tampoco los días y horarios en que se va a realizar la
operación, ni el lugar donde se hará.
- Es fundamental evitar
las rutinas, es decir, no retirar siempre un día
determinado en un mismo horario cada semana.
- Ir acompañado.
Es recomendable que alguien de su absoluta confianza lo acompañe
a retirar el dinero, preferentemente una persona de sexo
masculino.
- Conviene hacer las operaciones
en las casas matrices de los bancos y no en
sucursales alejadas para realizar el retiro.
- Prestar atención a la
presencia de motos ocupadas en las cercanías de
la sucursal o a vehículos en idénticas circunstancias.
- Observar con detalle el
comportamiento de otros “clientes” dentro de la
sucursal. En caso de notar algo extraño, notificar al personal
de seguridad.
- No avisar de antemano
al banco que se va a retirar dinero. Si en la entidad
le indican que debe volver al día siguiente porque no tienen
disponibilidad, se debe exigir que algún funcionario
deje constancia por escrito de esta negativa. Por lo
general, las entidades evitan quedar y es muy probable que, ante
este reclamo, entreguen el efectivo.
- No utilizar el lugar
que algunas sucursales tienen destinado
para que clientes cuenten dinero en efectivo.
Suele suceder que el ingreso a estos recintos sirve para ser
marcados automáticamente, por más que el monto a retirar sea
mínimo.
- Al guardar el dinero, es
recomendable dividirlo entre varias personas, de manera que si
es víctima de un robo, no perderá la totalidad.
- Si se está solo, es preferible
distribuir el dinero en bolsillos, maletines y otros lugares.
- Al salir del banco,
observar bien el panorama para detectar movimientos
raros o personas que ya haya visto antes de entrar.
- En caso de utilizar un
taxi, evitar ascender a uno en la puerta de la
entidad donde se realizó la operación ni en lugares
cercanos a la misma.
- Al momento de alejarse del
banco, observar si está siendo seguido por alguien.
- Tener pensado y diagramado de
antemano el camino de vuelta. Al llegar a una esquina,
es conveniente avanzar en sentido contrario al tránsito,
porque dificulta la tarea de una moto de ir en contramano.
- En caso de sumas elevadas,
evaluar la contratación de custodios o el alquiler de un
transporte de caudales.
Si la extracción corresponde a un
depósito a la vista (Caja de ahorro o Cuenta Corriente),
debe ser reintegrado por el banco en el momento que es
solicitado, según lo establecido por el derecho bancario y las
normas del BCRA (Banco Central de la República Argentina).
Consultado Gustavo Giraldez, Director de ZonaBancos.com, sostuvo que
“en caso que surja algún inconveniente de este tipo, no hay que
dudar en denunciar antes las distintas asociaciones de
Defensa del Consumidor e incluso ante la Superintendencia
de Entidades Financieras y Cambiarias".
¿Cómo funciona hoy la seguridad?
Las medidas mínimas de seguridad que exige el BCRA
cubren sólo las cuestiones básicas y están reglamentadas en la
Circular “A” 3390.
Asimismo, ordena la colocación de una garita en el sector de
cajas, la presencia de un policía en
horario bancario, circuito cerrado de televisión
que monitoree los principales sectores (cajas, tesoro y cajeros
automáticos), y un sistema de alarma que dispare
una señal de alerta en la central de Policía y en el BCRA.
Pero la propia normativa, vigente desde diciembre de 2001, expresa
que “queda a criterio de cada entidad financiera la adopción de
recaudos extra”. En concreto, la seguridad depende de cada banco.
Más allá de estas cuestiones, y como respuesta a otra modalidad
delictiva que estaba en auge, y que era lisa y llanamente asaltar
sucursales, se decidió reducir el monto de dinero que debían tener
las cajas de atención al público y la instalación de cajas fuertes
fijas debajo de las de atención a clientes.
Precisamente, uno de sus principales capítulos se refiere al
máximo de dinero que puede disponer cada caja, que no podrá exceder
los $5.000, extensibles a $25.000 en el caso de las casas
matrices.
Con esta decisión, los bancos dejaron de ser un objeto de deseo por
lo magro del botín a repartir, pero dio lugar a otros tipos de
delitos, en particular las salideras. Por lo tanto, el riesgo se
trasladó a la calle, donde estos ilícitos aumentaron año tras año.
Según los últimos datos que maneja la Comisión de Seguridad
Interior, en los primeros seis meses de este año hubo unos
5.000. Nada menos que 883 hechos por mes, 208 por semana y
42 por día hábil bancario.
Las jurisdicciones más afectadas son
la Ciudad de Buenos Aires, diversos puntos del Gran Buenos Aires,
Rosario, Córdoba y Mendoza.
La avanzada en la Provincia de Buenos
Aires y dos municipios
Ante los hechos que se registraron recientemente,
fueron varias las iniciativas que se elaboraron para enfrentar esta
modalidad.
Entre las medidas acordadas por el Ministerio de Seguridad
bonaerense y las entidades, se destaca la instalación de
inhibidores y bloqueadores de teléfonos celulares dentro de
las sucursales.
Asimismo, se propuso controlar que los motociclistas no
viajen con acompañantes en las zonas bancarias; la
posibilidad de que las llamadas al 911 puedan ser usadas como
elemento de prueba para la justicia y la ampliación del cuadro de
filmación de las cámaras.
Otro punto en el que hubo coincidencia es que las sucursales adecuen
su arquitectura para resguardar el retiro de depósitos.
Según expresó el ministro de Seguridad, Ricardo Casal, la
implementación de las medidas no requiere la sanción de leyes sino
que se llegue a un acuerdo, ya que son de rápida ejecución.
En Tigre se anunció que se instalarán cámaras de seguridad
extra, mientras que en Avellaneda le tomarán las huellas a
cada una de las personas que ingresen a las entidades
En el primer distrito, un decreto firmado por el intendente Sergio
Massa obliga a las 42 sucursales bancarias que hay en esa zona a
colocar tres cámaras de seguridad extra en cada local. Las
mismas serán colocadas una en la puerta y otras dos en las
inmediaciones.
Mientras que cada una de las 37 sucursales bancarias que se
encuentran en el municipio del sudeste de Gran Buenos Aires tendrá
que colocar en sus puertas un sistema informático de
identificación, por el cual se tomará huella
digital, foto, día y horario de ingreso de cada una de las
personas que ingrese al lugar.
La opinión del sindicato bancario
Desde la Asociación Bancaria, Berrozpe, dudó de que estas
iniciativas sean suficientes.
Oportunamente recordó que "en 2007
también se acordaron varias disposiciones para mejorar la seguridad
en los bancos, pero muchos no la cumplieron, como la altura de los
vidrios de las cajas y que éstas no sean accesibles a todo el
público".
Para el representante gremial, el problema es estructural y es
necesario un cambio de la seguridad en los bancos a nivel nacional.
"Existe una gran cantidad de medidas a tener en cuenta porque se
trata de un tema muy complejo. Lo más importante es poner el
acento en aquellos cambios que ayuden a evitar los problemas,
no a tener que identificar a los culpables después de que
ha tenido lugar un hecho delictivo", aseguró.
"Además de medidas vinculadas a las características edilicias y
tributarias, es fundamental la capacitación del personal bancario,
como así también la no tercerización del personal de seguridad y
limpieza", agregó.
"Otro de los puntos importantes es que se deben coordinar las
acciones entre los organismos, y tanto los agentes de policía como
la seguridad privada y el personal de limpieza deben tener salarios
dignos y capacitación", sostuvo Berrozpe.
"A los bancarios, las situaciones de robo desde luego que les genera
miedo, pero también se debería establecer una clara distinción entre
las responsabilidades de las entidades y las de los empleados",
concluyó el gremialista.
Los proyectos de ley que buscan
reforzar la seguridad
El Diputado Gerardo Milman, del GEN presentó un
proyecto que se refiere a la cuestión, fundamentándolo en que en los
últimos tiempos se volvió más habitual este tipo de modalidad
delictiva.
Entre los principales puntos, prevé la instalación de
elementos de atesoramiento transitorio en cajas de atención
al público, más allá de otras medidas de seguridad en las mismas y
un circuito cerrado de televisión.
Para Milman, la legislación vigente no contempla ninguna
medida de seguridad como por ejemplo aquellas que sólo
permiten el encuentro entre el personal de la entidad y el usuario e
impidan la observación de terceros.
En el orden de la Ciudad de Buenos Aires, el legislador Daniel
Amoroso también hizo su aporte, basado en la creación de
"zonas de privacidad" frente a las cajas de los bancos, a
fin de reducir el riesgo de que los clientes sean "marcados" y
puedan convertirse en víctimas de esta modalidad delictiva.
La iniciativa busca que en el sector de las cajas se disponga una
estructura que impida al resto de las personas y a las demás
personas que se encuentren en la sucursal "ver los
movimientos de quien se encuentra frente al cajero" para
que "nadie más pueda saber si está retirando una gran cantidad de
dinero o simplemente está pagando una factura".
Rubén Ramallo
©iProfesional.com
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