QUE ES EL
CINTURON GASTRICO Y COMO SE APLICA
El cinturón gástrico es uno de los
tratamientos para la obesidad que se realiza quirúrgicamente, no
requiere suturas y es menos invasivo que el by pass gástrico.
Consiste en la colocación de una banda de silicona alrededor del
estómago para reducir su tamaño. Ésta es ajustable, a través de un
dispositivo que se encuentra debajo de la piel, lo que permite al
médico regularla según las necesidades de cada paciente
El cometido es que al ser el estómago
más pequeño, la persona se satisfaga con menos comida, lo que le
permita bajar de peso más rápidamente.
Es un procedimiento reversible (a diferencia del by pass gástrico),
es decir que se puede retirar y el estómago volverá a su tamaño
normal. Además se puede utilizar por tiempo indefinido.
Los pacientes indicados para la colocación del cinturón gástrico,
son aquellos que ya han probado los tratamientos convencionales para
bajar de peso (dietas, ejercicio físico, fármacos, entre otros) y no
lo han logrado. Una vez que todos los intentos por adelgazar han
fracasado y que el índice de masa corporal está por encima del
normal, recurrir a él puede ser la mejor opción. Ya que se puede
perder entre un 30 y 80% del sobrepeso, dependiendo del metabolismo,
la regulación del cinturón y la actividad física que se realice.
El paciente debe someterse a pruebas y análisis que descarten
trastornos en el sistema digestivo, úlceras, cálculos en la
vesícula, entre otros, además de los estudios habituales previos a
cualquier intervención quirúrgica.
Una vez finalizada la operación, el paciente permanece internado
aproximadamente 24 horas (depende de la recuperación). Al principio
tendrá que realizar una dieta líquida y luego podrá,
progresivamente, ir incorporando alimentos. La adaptación al nuevo
tamaño del estómago debe ser paulatina. Es probable que durante los
primeros tres meses exista malestar estomacal, náuseas y vómitos que
de a poco irán desapareciendo.
La colocación del cinturón gástrico no implica que el paciente no
deba acompañar el procedimiento con dieta y actividad física. Sino
que todo lo contrario. Si la persona no se cuida en la comida, el
cinturón se va ensanchando y el estómago vuelve a su tamaño
anterior. Si no realiza ejercicio, la piel queda flácida y hay que
recurrir a múltiples cirugías para retirar el exceso.
Entre los riesgos e inconvenientes de someterse a este procedimiento
están: la posibilidad de desarrollar cálculos en la vesícula, que la
banda se mueva y cause lesiones en el estómago o se incruste
alrededor de éste, requiriendo de una nueva intervención quirúrgica
para solucionarlo
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