El desafío de los jóvenes en esta
temporada pasa por soportar las exigencias del descontrol nocturno y
para ello recurren a pastillas y cocaína para bailar y luego
consumar relaciones íntimas.
"La consecuencia del uso de śextasis se relaciona a una
multiplicidad de relaciones sexuales ocasionales, sin control, ni
cuidados, que llevan a contraer distintas enfermedades venéreas o
virósicas muy graves", señaló el titular de la Asociación Antidrogas
de la República Argentina, Claudio Izaguirre, en declaraciones a
Diario Popular.
El especialista explicó que el
objetivo que buscan los chicos es "aguantar y hacer todo lo que
puedan".
"Duermen unas cuatro horas por día de
promedio, entonces requieren de ayuda tóxica. Así, para ir a bailar
toman éxtasis, para bajar la euforia consumen cocaína, luego fuman
marihuana para relajarse completamente y después para relacionarse
sexualmente apuestan al Viagra", precisó