Se suicida una nena porque no pudo participar en un concurso de TV
Su padre le había
prohibido seguir bailando y participando de estos concursos porque
le quitaban tiempo para el estudio
La pequeña Neha Sawant, que formaba
parte de un grupo musical infantil llamado Dream makers, ya había
participado con anterioridad en dos
concursos de
jóvenes talentos de la televisión india. Según su
entrenador, la niña poseía "un talento inmenso" y estaba
entusiasmada con la idea de convertirse en una estrella
cuanto antes. Sin embargo, hace unos meses su padre le
prohibió que continuase dedicando tanto
tiempo a las clases de
baile y a prepararse para este tipo de concursos, porque ello le
obligaba a dejar de lado sus estudios.
La pequeña de 11 años apareció ahorcada en su habitación y según la
Policía de Bombay usó su propio pañuelo para ahorcarse,
aprovechando que sus padres y hermanos estaban
fuera de
casa.
Los padres de Neha afirman que la niña había aceptado de
buen grado la prohibición y que nunca presentó síntomas de
depresión o enfado. "No creo que su terrible decisión tenga que ver
con dejar de bailar, porque ya hace mucho tiempo que se lo dije y
ella lo aceptó", declaró su padre. Hasta el mes de marzo del año
pasado, Neha solía acudir a clases de baile y actuaba en funciones
escolares mientras se preparaba para participar en concursos de la
televisión. Según las personas cercanas a Neha, a veces
actuaba como bailarina junto a grupos de adultos, algo que no
gustaba a su padre.
Este suceso provocó un amplio debate en la India sobre la
exposición de los más pequeños a los riesgos y exigencias de una
fama temprana. Los programas de competición de talento son
enormemente populares en
la India, especialmente aquellos en los que participan niños
mostrando sus habilidades como cantantes, acróbatas o bailarines.
Un representante de la cadena de televisión Zee desecha cualquier
relación entre casos como el de Neha y la existencia de este tipo de
programas, diciendo que "desde que existe la televisión ha
habido concursos de niños artistas, y nadie ha pensado
jamás que esto represente un peligro para el equilibrio emocional de
los pequeños".
Por su parte, la psicóloga infantil Vanita Markandaya asegura que
"algunos padres son demasiado exigentes con el rendimiento
de sus hijos y dejan caer sobre ellos una presión
insoportable. Otros, en cambio, dejan que los niños prueben suerte y
más tarde cambian de opinión por conservadurismo o miedo al fracaso
y eliminan de repente algo que para el pequeño se ha convertido en
un estímulo y una ilusión. Ambos comportamientos pueden ser
catastróficos"
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