Haití: la ONU
informó que las reservas de alimentos están saqueadas y se espera
ayuda internacional
Un país en ruinas. Cientos de miles sin
hogar, con hambre y en medio de la nada. Las enfermedades acechan.
El dolor y la desesperación en una situación desoladora tras el
terremoto que se cobró la vida de al menos 50 mil personas.
Ver impactante galería de fotos. En VIDEO, una representante de
Médicos Sin Fronteras, los argentinos que trabajan por Haití.
Naciones Unidas informó hoy que las
reservas existentes en Haití antes del terremoto fueron "saqueadas"
y aseguró además que faltan incluso bolsas para guardar los cuerpos
de las víctimas.
"En este punto estamos intentando hacer llegar a la gente la comida
que tenemos en nuestras manos", dijo según la agencia DPA una
portavoz del Programa de Alimentos de la ONU, Emilia Casella.
El organismo internacional aseguró que antes incluso de este
terremoto y debido a otros conflictos y catástrofes naturales, dos
millones de personas estaban en riesgo alimentario en Haití.
Naciones Unidas informó además de que no hay bolsas suficientes para
guardar los cuerpos de las víctimas. "La escala del desastre ha
superado cualquier capacidad", dijo un miembro de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), Paul Garwood.
La organización dependiente de la ONU recomendó cavar zanjas
provisionales para cubrir los cuerpos, si fuera necesario, y
desaconsejó la creación de fosas comunes.
"Existe la creencia común de que los cadáveres pueden causar
epidemias durante los desastres naturales pero no es así", aseguró
el experto forense del Comité Internacional de la Cruz Roja, Ute
Hofmeister, quien recomendó evitar las fosas comunes o la cremación
de cuerpos, ya que estas prácticas hacen imposible idenficar a las
vícitmas.
Una portavoz de la oficina de coordinación de asuntos humanitarios
de la ONU, Elizabeth Byrs, aseguró además que el organismo
internacional no necesita más equipos de rescate ni hospitales
móviles.
"Por el momento la prioridad son los equipos médicos, enfermeras,
cirujanos para trauma y médicos de cualquier especialidad", aseguró
Byrs.
La portavoz aseguró que ya han llegado hospitales de campaña y que
"de momento" no se necesitan más, incluso aunque la ONU continúe
informando de que los saturados centros médicos de Puerto Príncipe
siguen rechazando a pacientes por falta de capacidad.
LA AYUDA INTERNACIONAL
La desesperación y la cólera invadían el viernes a los
sobrevivientes del devastador sismo que arrasó el martes la capital
haitiana, dejando unos 50.000 muertos, ante la lentitud en el
rescate de los soterrados y en la distribución de la ayuda llegada
de todo el mundo.
En las calles de la capital Puerto Príncipe, sus habitantes pasaron
una tercera noche de caos, rodeados de ruinas, entre la fetidez de
los cadáveres y amenazados por la violencia.
Los cadáveres seguían abandonados en las calles. "Hemos pasado el
día recogiendo cadáveres (...) Hay tantos cuerpos en las calles que
las morgues están repletas, los cementerios están llenos", según
testimonio del cantante norteamericano-haitiano Wyclef Jean, que
acudió en ayuda de sus compatriotas.
"En las últimas horas, 7.000 personas han sido enterradas", declaró
el jueves por la noche el Primer ministro peruano, Javier Velasquez
Quesquen, desde el aeropuerto de Puerto Príncipe, donde coordina la
ayuda a su país, tras entrevistarse con el presidente haitiano René
Préval. Pero muchos haitianos expresaban su ira contra la ausencia
de reacción de su gobierno. En las calles, las bandas de jóvenes que
intentan ayudar a los supervivientes gritaban su cólera y desamparo,
al paso de los 4X4 de diplomáticos y trabajadores humanitarios, que
pasaban sin detenerse.
"No hay gobierno. No hay autoridades", se lamentaba una mujer. Unos
30 países participan en las operaciones de ayuda y ya están
presentes en el país, según el Departamento de estado
norteamericano, pero las dificultades son inmensas.
El aeropuerto de la capital, con una sola pista disponible, apenas
se da abasto para recibir a tanto tráfico de aviones transportando
equipo de socorro y ayuda humanitaria. Además, las vías de
comunicaciones del país están en pésimo estado, y los
desplazamientos son difíciles en unas carreteras destruidas o
bloquedas.
Pese a ello, varios equipo procedentes de Estados Unidos, Francia,
República Dominicana y Venezuela, ya están trabajando en el terreno.
Entre los escombros del Hotel Montana en Puerto Príncipe,
socorristas franceses rescataron el jueves a siete estadounidenses y
una haitiana, mientras que los socorristas estadounidenses le
salvaban la vida a una francesa.
A las dificultades logísticas, se añaden para los equipos de rescate
los riesgos de violencia, y la fragilidad de las estructuras
locales. "El mayor problema es la inseguridad. Ayer querían
secuestrar unos camiones nuestros, hoy casi no pudimos trabajar por
esa razón en algunos sitios. Hay saqueos y gente armada porque este
país es muy pobre y la gente está desesperada", afirmó Delfín
Antonio Rodríguez, jefe de operaciones de Defensa Civil dominicana
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