Los detalles del atroz crimen de la amante del arquero brasileño
La justicia difundió
el escalofriante relato del primo del jugador Bruno Fernandes, acusado por
el asesinato de la actriz porno Eliza Samudio. Fue descuartizada y
arrojada a los perros
La macabra historia de la desaparición
de Eliza Samudio, ex amante del
arquero titular del Flamengo, Bruno Fernandes, ahora preso,
adquirió tintes de crimen siciliano después de que el principal
testigo de la historia develara los detalles del caso.
El interrogatorio a un joven de 17 años, primo de Bruno, que el
martes fue detenido en la
residencia del portero
en Río de Janeiro, donde
supuestamente le estaban dando instrucciones para que asumiera la
responsabilidad de la desaparición, fue la pieza fundamental para
avanzar en las investigaciones.
El informe judicial es de cuatro páginas que relatan con minucia un
crimen atroz, en el que la ex amante fue secuestrada, golpeada en la
cabeza y después estrangulada para, finalmente, descuartizarla,
lanzar los restos a los perros
y hundir los huesos en cemento.
El menor explicó que Luiz Henrique Ferreira Romão, alias Macarrón,
amigo y
mano derecha del
arquero, ya lo tenía todo planeado y le pidió que lo ayudara a
secuestrar a Samudio, modelo y acrtiz pornográfica de 25 años que le
reclamaba a Bruno la paternidad de su hijo de cuatro meses.
El pasado 8 de junio, Macarrón fue a recoger a Samudio y a su hijo,
engañada con la promesa de que el
futbolista iba a hablar
con ella y le daría un
departamento y una
pensión alimenticia.
El adolescente se escondió en el baúl del
auto con un
arma y, cuando el
vehículo estaba en movimiento, saltó al asiento trasero y le apuntó
a la modelo diciéndole: "Has perdido, Eliza".
La chica consiguió sacarle el arma e incluso apretó el gatillo
contra el menor, pero estaba descargada. A continuación, el primo de
Bruno le arrebató la pistola y con ella la golpeó en la cabeza tres
veces.
Rastros de sangre encontrados en una cuatro por cuatro del
futbolista corresponden a Samudio, según la policía, lo que confirma
la versión del interrogado.
El menor aseguró en su declaración que, tras los tres culatazos, la
chica todavía no estaba muerta y que llegaron de madrugada a una de
las residencias de
Bruno en las afueras de Belo Horizonte, donde los cuatro pasaron la
noche.
Al día siguiente, tras amenazarla de muerte, otro empleado de Bruno,
llamado Sergio, obligó a Samudio a llamar a una de sus
amigas para que le
dijera que "todo iba bien" y que el arquero iba a entregarle un
departamento en Belo Horizonte.
Bruno viajó de Río de Janeiro a Belo Horizonte un día más tarde, el
10 de junio, para reunirse con los implicados en el caso.
El menor dijo que escuchó a Bruno decirles a Macarrón y Sergio que
ellos debían "resolver el problema" porque él "no quería tener
problemas y no quería saber nada del asunto".
Bruno volvió a Río de Janeiro el mismo día, mientras que el
adolescente oyó a Macarrón y Sergio discutir sobre cómo solucionar
la situación y llegar a la conclusión de que no podían soltar a la
chica, porque "el problema sería mucho mayor".
Esa misma noche, Macarrón y Sergio llevaron a Samudio y a su hijo a
otra casa en Belo
Horizonte, donde fueron recibidos por "un
hombre negro, alto y
delgado", llamado Nenem.
Nenem agarró a la joven, la golpeó, le ató las
manos con una cuerda y
enseguida la estranguló. Luego le pidió a Macarrón, a Sergio (que
sostenía al bebé) y al menor, que salieran de la sala donde estaban.
Pasados algunos minutos, los tres vieron salir a Nenem de la
habitación cargando una bolsa
negra, que supuestamente contenía el cadáver descuartizado de
Samudio, y dirigirse hacia una perrera donde había cuatro
Rottweilers.
Vieron entonces cómo Nenem sacaba de la bolsa una mano de Samudio y
la lanzaba a los perros, que la devoraron "al momento", según relató
el menor.
Según las investigaciones policiales, Bruno habría pagado 3.000
reales (unos 1.700 dólares) a un bandido para que asesinara a
Samudio y se deshiciera del cadáver.
El primo de Bruno también dijo que, una vez que los perros se
comieron los restos humanos, los huesos de la joven fueron
enterrados y cubiertos con cemento en el mismo terreno donde fue
asesinada.
Tras la declaración del menor, que duró más de siete horas, la
policía emitió ayer una orden de detención temporal contra el
arquero del Flamengo que, tras pasar unas horas prófugo, finalmente
se entregó a la policía anoche en Río de Janeiro en compañía de
Macarrón
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