Kirchner mediador
en conflicto diplomático entre Colombia y Venezuela
El titular de la Unión de Naciones
Suramericanas se reunirá los primeros días de agosto con los
presidentes Hugo Chávez y Álvaro Uribe en Caracas y Bogotá
respectivamente para buscar acercar posiciones.
La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR)
parecía ganar terreno en el abanico de propuestas de mediación para
el conflicto entre Colombia y Venezuela, que, tras la ruptura de
relaciones, avanzaron con el cierre de sus respectivas embajadas,
mientras en la frontera el panorama era de absoluta normalidad.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, titular pro-témpore de la
UNASUR, anunció que convocará a sus pares de la región para tratar
la crisis entre Colombia y Venezuela, aunque no le puso fecha a ese
encuentro.
"Podemos, obviamente, en ese espacio atender la solicitud del
presidente (Hugo) Chávez para reunirnos los presidentes de la
región, al menos de América del Sur, y tratar de ver cómo mediamos y
resolvemos este conflicto", señaló Correa en su convocatoria.
Es que la idea de que sea el bloque sureño y no la OEA -para evitar
a EEUU- la que medie había sido lanzada por Chávez y respaldada por
Argentina y Bolivia, aún cuando algunos países lanzaron ofertas de
gestiones unilaterales.
España, Brasil, Bolivia, Perú, Panamá y Paraguay lamentaron la
ruptura de relaciones y propusieron interceder en busca de acercar a
las partes, en conflicto por la denuncia de Bogotá de que Caracas
amparaba a guerrilleros de las FARC y el ELN que se ocultan en el
sur venezolano.
Correa, además, volvió a responsabilizar -como hizo ayer- al
secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, por no
haber evitado el agravamiento del conflicto diplomático, consignaron
las agencias ANSA, DPA y Prensa Latina.
"Insulza presiona para que se realice, sin consulta previa", una
reunión del Consejo Permanente de la OEA, sin observar lo que dice
el reglamento, y con el tratamiento de un tema tan conflictivo",
criticó el presidente sobre la reunión de en Washington.
También Brasil reiteró su predisposición a mediar y hasta ratificó
que el presidente Luiz Lula Da Silva estará el sábado 6 de agosto en
Caracas para verse con Chávez y un día después en Bogotá para
asistir a la asunción del mandatario electo de Colombia, Juan Manuel
Santos.
"El gobierno brasileño sigue con atención y preocupación los últimos
desarrollos entre Colombia y Venezuela, inclusive el rompimiento de
relaciones diplomáticas entre los dos países. El gobierno brasileño
lamenta esta situación", había señalado anoche la Cancillería
brasileña en un comunicado.
Otra oferta de negociación llegó desde Madrid, porque el gobierno de
España expresó su disposición a "unir esfuerzos" con otros países
latinoamericanos y organismos regionales para ayudar a restablecer
las relaciones diplomáticas.
En idéntica dirección fueron los pronunciamientos de los gobiernos
de Paraguay y Panamá que llamaron al diálogo y a la reflexión, y se
propusieron como eventuales mediadores.
El canciller de Perú, José Antonio García Belaúnde, manifestó su
conformidad con una eventual mediación de Brasil y la UNASUR porque
"merece apoyarse cualquier iniciativa que vaya en la dirección de
restablecer el diálogo".
La semana pasada, Bogotá reveló que tenía videos y fotos que
demostraban la presencia de guerrilleros del lado venezolano, pero
fue ayer, cuando Colombia forzó una reunión del Consejo Permanente
de la OEA, que Chávez anunció la ruptura de las relaciones, de por
sí congeladas desde 2008 por el acuerdo militar del gobierno de
Uribe con EEUU.
La denuncia de Colombia se produjo apenas a 20 días del recambio de
autoridades, y es justamente a la asunción de Santos como presidente
a lo que apuestan varios países como inicio de una nueva etapa.
Bolivia le puso palabras a esa espera al difundir un comunicado en
el que expresó su deseo de que "esta lamentable situación pueda
revertirse" e instar a "la nueva administración colombiana a
encontrar en paz y armonía los mecanismos que conduzcan a solucionar
un conflicto de carácter interno de Colombia, en el marco de un
diálogo constructivo".
Santos ya dio muestras de buscar un vínculo distinto con la región,
especialmente con Venezuela y Ecuador, y evitó pronunciarse sobre la
ruptura de relaciones, con el argumento de que "hasta el 7 de agosto
el presidente es Uribe".
El gesto fue recogido por el embajador venezolano ante la OEA, Roy
Chaderton, quien elogió la "cautela" de Santos, quien fue
"extremadamente cuidadoso y cauteloso desde el momento en que ganó
la primera vuelta", y juzgó que "esto es lo que se impone en una
circunstancia como esta".
En tanto, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, informó que el
embajador de Caracas en Bogotá, Gustavo Márquez, ya estaba de vuelta
en la Capital y que se había ordenado el cierre de la representación
bolivariana en Colombia y de la colombiana en Venezuela.
En la frontera de 2200 kilómetros que comparten los dos países, la
de hoy fue una jornada tranquila, y únicamente se vieron más
controles de seguridad del lado venezolano
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