Fue a India y su cuerpo volvió embalsamado y sin órganos

Le devolvieron el cuerpo a la familia sin órganos. La muerte fue catalogada por las autoridades indias como "dudosa" pero no se investigó su deceso

La muerte de Horacio Adrián Gil en Mysore, India, el 5 de febrero pasado sorprendió a familiares y amigos. Pero la conmoción fue aún mayor cuando el cuerpo llegó a la Argentina: estaba embalsamado y le faltaban los órganos.

“Chicho”, como lo conocían en San Telmo, había salido del país el 15 de diciembre de 2009 y llegó a la India el 12 de enero. Hablaba inglés, francés y chino, “le gustaba mucho la cultura Oriental”, recordó su amigo Gustavo Celedoni ante las consultas de Clarín

No está claro que pasó la noche de su muerte: Horacio, de 40 años de edad, fue a un bar, tomó algo con un amigo inglés y se fue a dormir. Ya de madrugada, el inglés notó que le costaba respirar y llamó a una ambulancia, pero Gil falleció camino al hospital.

La causa fue caratulada como “muerte dudosa”, aunque luego la autopsia que se le practicó en la India determinó que había fallecido por una isquemia. Los familiares denuncian quela autopsia es incompleta, y por eso esperan la llegada de las muestras de hígado, riñón, pulmón y corazón para hacer una segunda autopsia.

“No sabemos qué pasó con él, si fue víctima del tráfico de órganos o si se los sacaron para que no se sepa de qué murió”, dice la mamá, María Inés Loréfice. “Desde Cancillería no nos dan respuestas. Hace un mes que no tenemos noticias”, se queja.

2 de junio de 2010
Fuente: Contexto y Clarín.