Los abusos habrían comenzado en una
fiesta en la casa que la mujer tiene en Middlesbrough. Para el
encuentro número 100, ella decidió obsequiarle al joven unas
zapatillas deportivas como premio, mientras que el 1 de agosto de
2009, en su diario figura escrito: "Espero alcanzar las 200".
El delirio salió a la luz cuando el
chico comenzó a presumir en una red social sobre su relación sexual.
En una ocasión posteó: "llevando a mi p… a la cama".
El fiscal a cargo, Richard Bennett,
habló con el diario The Daily Mirror: "El alcohol estaba disponible
y parece que incluso los niños pequeños lo podían consumir
libremente. Durante el transcurso de la fiesta, la mujer le dijo al
niño: "¿Eres atrevido? ¿Eres un diablillo? ¿Te animas?". Trató de
besarlo, pero él se apartó".
El chico contó a la policía que
estaba "muy borracho". No había dudas de que la mujer sabía la edad
que él tenía.
El hijo de la mujer contó a los
investigadores que vio a la pareja en la cama y también fue expuesto
a material sexual grabado con el celular.
La mujer ha sido condenada a 9 años
de cárcel por las posibles consecuencias psicológicas que pueden
tener sus actos sobre en niño abusado y su propio hijo