Horror: Mientras la violaba le pedía que recite la Biblia

Como todos los sábados por la noche, Alicia salió pasadas las 21 de la iglesia evangélica a la que concurría casi por rutina. Decidió ir caminando hasta su casa. En el trayecto, cerca de unas vías abandonadas, se le acercó un hombre. La agarró fuerte, la amenazó y juró matarla si se resistía. En la calle Río de Janeiro, en plena noche, el sujeto la violó pasadas las 22

Llevaba consigo una Biblia, pero ni Dios pareció ayudarla. Mientras el violador acosaba, encendía y apagaba cigarrillos y hasta en un momento le exigió que lea unos versículos. “En la oscuridad ella no podía ver, por eso repetía de memoria lo que se acordaba”, dijo a 24CON María Elena Leuzzi, titular de Asociación de Víctimas de Violación (A.Vi.Vi).
"Me pedía que yo dijera que a mí me gustaba. Yo pensé que después me iba a dejar ir porque ya había hecho todo lo que podía hacerme y él me decía que tenía que terminar con mi vida porque era seguro que lo iba a denunciar", recordó la chica.

Luego el agresor comenzó a pedirle perdón "por lo que había hecho”, porque había “ensuciado” su vida. “Yo de corazón le dije que lo perdonaba, pero que me dejara ir", agregó.

La joven de 21 años en estado de shock realizó la denuncia en la comisaría de la zona, y luego en la de Morón, pero, increíblemente, la policía no creyó su relato. Es que el médico forense que la atendió luego, certificó que “no presentaba defloración vaginal del momento”. “Es aberrante. Lo ponen en duda porque la chica no era virgen”, agregó Leuzzi.

Más extraño aún es que la policía ni siquiera fue al lugar después del hecho. Allí quedaron rastros del sujeto, y hasta sus huellas digitales en las colillas de los cigarrillos. En la causa intervino la fiscalía nº 2 de Morón, a cargo de la doctora María Silvana Bonini. Mientras, el violador continúa siendo buscado

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