LOS SECRETOS DE
LAS 50 CUOTAS SIN INTERES
Por Luján Scarpinelli
De la redacción de lanacion.com
mscarpinelli@lanacion.com.ar
Como un intento de canalizar la
fiebre mundialista, las cadenas de electrodomésticos y los líderes
del retail aprovecharon la liquidez de los bancos para
generar un negocio en torno de los televisores de LCD, a través de
una financiación de largo plazo y sin intereses. La posibilidad de
pagar uno de estos dispositivos en 50 cuotas sin recargo encierra
algunos detalles a tener en cuenta por aquellos que estén dispuestos
a volcar su excedente al consumo
El negocio tiene varias aristas. Los
consumidores pagan con tarjeta de crédito, medio por el cual acceden
al plan de cuotas cuyo costo respalda el banco emisor. Las entidades
pagan a las cadenas el total de la venta en unos pocos días. Y eso
le es compensado por un descuento de entre 10 y 15% que los
vendedores aplican sobre el producto. Lo que estos últimos
sacrifican en la rebaja del precio, se regenera en un mayor volumen
de ventas.
Participación: ¿Comprarías en
50 cuotas? Compartí con los lectores cuáles son las ventajas y las
desventajas de la financiación a largo plazo en electrodomésticos
"Para los canales, el mejor negocio
financiero es la rotación de mercadería a velocidad, comprar y
vender rápido. Además, están obteniendo buenos precios por altos
volúmenes, en parte porque hay una industria en Tierra del Fuego que
tiene que cumplir promesas", explicó Alejandro Prince, de la
consultora Prince & Cooke.
Si la mercadería viene de afuera, los
importadores cuentan con una ventaja: "El dólar avanza menos que la
inflación, y permite que no se pierda valor proporcionalmente para
los que compran las tecnologías en esa moneda", dijo Enrique
Carrier, especialista en nuevas tecnologías.
En el plano de los consumidores, se
ha vuelto una tentación reemplazar al televisor de tubos de rayos
catódicos ante la posibilidad de acceder a uno de cristal líquido
por un poco más de 75 pesos por mes. Sobre todo, en un momento en el
que muchos buscan licuar el gasto con la inflación que avanza a
ritmo acelerado. Eso no habla, sin embargo, de precios bajos.
¿A quiénes les conviene embarcarse en
este plan?
Fausto Spotorno, de la consultora
Orlando Ferreres y Asociados, señaló que para los clientes de los
bancos es un buen negocio desde el punto de vista financiero,
teniendo en cuenta que se va pagando la amortización del televisor a
medida que se lo usa y mientras la inflación avanza.
"En cuanto al interés, hay que tener
en cuenta que hay una parte implícita en la operación que se
desconoce. Lo que se ve es el costo financiero total, por fuera de
la tasa, pero no lo que tal vez se incluye en el precio de venta de
los productos", amplió el economista.
En el mismo sentido, Carrier afirmó:
"Las cuotas sin interés no existen en una economía inflacionaria
como esta. Cuando los aumentos son bajos, es imperceptible, pero
cuando la inflación es alta, el sobreprecio evidentemente tiene que
ser importante también".
Según Carrier, los precios de las
pantallas en cuestión se incrementaron en el país de forma
"ilógica". "El año pasado a esta altura, costaban lo mismo en pesos.
Después, cuando empezó a estar vigente el impuesto tecnológico y las
restricciones pararancelarias hubo subas. Esto va en contra de lo
que sucede con las tecnologías, donde la los precios tienden a
bajar". El especialista indicó que en la Argentina los televisores
se pagan "más del doble que en otros mercados desarrollados".
Prince dijo a lanacion.com que
los precios de los LCDs "están inflados", ya que "la industria
nacional acompaña los precios que fija el mercado internacional
subiendo el techo. Eso responde al modelo económico de alentar el
consumo". En ese escenario, graficó, "bailan los actores".
Con una combinación de factores que
resultó la fórmula del éxito, el "baile" elevó las expectativas del
sector, que espera vender unos 2,5 millones de televisores el
presente año, según Prince, y superar, por primera vez, la venta de
las unidades de vidrio en el país.
Sin embargo, el consultor consideró
que las promociones son una posibilidad para actualizar el
equipamiento, en un momento en que hay adelantos de consumo por
defensa contra la inflación. "Eso contrasta con lo que sucedió el
año pasado, cuando la crisis generó una postergación en el consumo",
detalló.
Marcelo Zárate, CEO de Zonabancos.com,
también dividió el panorama para los que ya son clientes de un banco
y los que aún no lo son, teniendo en cuenta las condiciones que
implica acceder a la promocionada financiación.
El sitio especializado calculó el
costo financiero total (CFT) que tendría que afrontar quien decida
hacerse cliente de un banco para acceder al beneficio. "Si alguien
saca una tarjeta para comprar un televisor, el CFT no es de entre el
3 y el 5% que se promociona, sino que puede llegar hasta el 50%
anual", señaló Zárate.
¿Cuál es la razón? La raíz del
apalancamiento del consumo por parte de los bancos tiene relación
con que "el sistema financiero tenía un exceso de liquidez que hizo
que aumentara la cantidad de préstamos de este tipo", dijo Spotorno.
Con esa posibilidad, pusieron como
objetivo mantener y ampliar su cartera. "La entidad financiera hace
su negocio a través de la fidelización y atracción de nuevos
clientes, a quienes capta por ese medio por unos 4 o 5 años.
Seducidos por lo que en principio no tiene un costo financiero,
terminan pagando las comisiones que envuelven al producto", explicó
Zárate.
Esa conclusión surge de la suma de
los gastos que tiene que afrontar aquel que obtenga una nueva
tarjeta de crédito. "Al gasto de emisión del resumen se añade el de
renovación, que sólo está bonificado si el cliente supera una suma
de 10.000 o 20.000 pesos. O bien, se bonifica y luego se cobra a
partir del segundo año. Además, puede existir como condición la
apertura de una caja de ahorro, que suma un costo de mantenimiento
mensual".
El ejemplo de Zonabancos.com lo
grafica: se decide adquirir un LCD de 32 pulgadas a $ 3799, pagado
en 50 cuotas, con un costo de emisión de resumen de alrededor de
14,5 pesos, más $ 25 por el mantenimiento de la caja de ahorro
(ambos cargos mensuales), con un costo de renovación de $ 500 por
año. Sobre esta cuenta se estima un alza anual del 25% en cada uno
de los costos, en cada uno de los 4 años. El precio final,
ponderando todos los cargos de la financiación acaba siendo de $
9564. Es decir, un 152% más del precio al que se cree adquirir el
bien al comienzo de la operación.
Además, como suele ocurrir con los
avances tecnológicos, para cuando se termine de pagar el televisor
de pantalla LCD, los de tecnología LED - hoy, escasos y caros en el
país- serán las estrellas del mercado.
Los precios en el mundo*
- Argentina:
Por citar un ejemplo, en una cadena de supermercados, un LCD de
marca nacional, de 32 pulgadas, se ofrece a 3799 pesos. En
dólares, con un cambio a 3,91 (el cierre de ayer), el precio es
de US$ 971,61.
- España: Una
oferta de una cadena internacional de supermercados ofrece un
LCD de 42 pulgadas por 550 euros. Con un euro más, los clientes
pueden llevarse un LED 19 pulgadas. Con el cambio a 5,02 pesos,
la equivalencia da un precio en la moneda argentina a 2761. Un
LCD de 20 pulgadas, LG, puede conseguirse a 199 euros ($
998,98).
- Estados
Unidos: Un LCD de primera marca 32 pulgadas cuesta de 400 a 500
dólares, según sus características, en una tienda de ventas
líder en tecnología. Con el cambio a 3,91, el precio en pesos de
la unidad del extremo inferior costaría unos $ 1564.
- Brasil: Un
televisor LCD también 32 pulgadas de una marca líder, cuesta
unos 1599 reales en una cadena líder de retail. Financiación 12
cuotas sin interés, o 18 con l tarjeta de crédito de la cadena.
La equivalencia en pesos es, a un cambio de 2,19 pesos por real,
$ 3501,81.
*En las comparaciones y equivalencias
de moneda no se toman en cuenta los cargos adicionales que se
aplicarían a las tecnologías en la importación
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