Tres muertos en Grecia por los graves
disturbios en medio de la huelga contra el ajuste
Manifestantes
libraron hoy una batalla campal con policías en Atenas y otras
ciudades de Grecia durante masivas marchas y un paro general contra
un plan de ajuste para salvar al país de la bancarrota, y tres
personas murieron cuando exaltados incendiaron un banco
Unos 200.000 griegos salieron a las
calles sólo en Atenas en el segundo día de protestas contra el plan
de austeridad anunciado el domingo por el gobierno socialista del
primer ministro Giorgos Papandreu, que es una de las exigencias del
FMI y la Unión Europea (UE) para dar asistencia financiera a Grecia.
Luego de un comienzo relativamente calmo, las marchas degeneraron en
violencia cuando los manifestantes llegaron al Parlamento, en el
centro de Atenas, e intentaron ingresar en el edificio por la
fuerza, pero sin lograr superar una barrera de policías desplegados
en las escalinatas del edificio.
Otros manifestantes tiraron bombas molotov e incendiaron al menos
dos edificios cercanos al Parlamento, entre ellos una sucursal
bancaria donde murieron tres personas, al parecer empleados del
banco atacado, información suministrada por la policía que sin
embargo fue puesta en duda por los activistas.
Los cadáveres calcinados de las tres personas fueron hallados dentro
de lo que quedó de la sucursal del banco Marfin, dijeron las
fuentes, citadas por la agencia de noticias DPA.
Las marchas coincidieron con la segunda jornada de una huelga
general que dejó al país sin vuelos comerciales, trenes, colectivos,
subtes, ferries ni servicios públicos.
No obstante la crisis social griega, la canciller alemana, Angela
Merkel, defendió hoy el paquete de ayuda financiera otorgado a
Grecia al afirmar que "Europa está en una encrucijada", y aseguró
que de eso depende el futuro del continente.
"Se trata del futuro de Europa, y del futuro de Alemania en Europa",
sostuvo la canciller, quien opinó que no existen alternativas al
auxilio crediticio a Atenas.
El premier Papandreu anunció el domingo un aumento de impuestos y un
recorte general de gastos que incluye la rebaja de los salarios y
las jubilaciones de empleados públicos y la suspensión del pago del
aguinaldo para enfrentar la crisis de deuda del país.
Los recortes fueron el precio de una promesa del Fondo Monetario
Internacional (FMI) y 15 países de la UE de prestar a Grecia 10.000
millones de euros para que reduzca su desbocado déficit y ahorre en
los próximos tres años 30.000 millones de euros.
El plan tiene como objetivo final evitar que una caída griega en
default provoque una crisis más amplia al arrastrar a otros países
de la eurozona con finanzas en problemas, como España y Portugal.
En este aspecto, Merkel pidió también "reglas más estrictas" para
los países del euro con crisis de deuda.
Los sindicatos griegos admiten que el gobierno socialista se vio
forzado a implementar el ajuste por el descalabro heredado, pero
también dicen que los griegos de menores recursos sufrirán
desproporcionadamente por las medidas.
De todos modos, pese a que el país se vio afectado ya por varias
huelgas este año, la reacción de los sindicatos hasta ahora fue
moderada.
La oposición conservadora, a la que Papandreu acusa del descalabro
económico y de la manipulación de las estadísticas económicas
durante sus cinco años en el poder, se encuentran 10 puntos por
detrás del partido oficialista en los últimos sondeos.
Pero el malestar podría aumentar cuando los trabajadores comiencen a
percibir el menor ingreso de dinero por los recortes salariales,
según analistas
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