Adolescentes
salteñas se escaparon del colegio: fueron secuestradas, drogadas y
violadas
Las cinco estudiantes del colegio
América Latina que desaparecieron el viernes y fueron halladas el
domingo pasado, fueron entregadas este lunes a las 4 de la madrugada
por la Justicia de Menores, informando a cada cual el diagnóstico
confidencial de los médicos forenses que las asistieron luego de ser
halladas vagando sin rumbo en una calle céntrica de esta capital
Después de la alegría que se vivió en el
barrio Juan Calchaqui por la noticia de la aparición con vida de las
adolescentes (de entre 13 y 14 años), vino la pesadumbre.
El informe de los forenses fue categórico: hubo mucho sexo y algo
más.
Los parientes de Claribel (13),una de las chicas desaparecidas
durante tres días, señalaron a este medio que ella les relató
durante la mañana de ayer parte de la desventurada “yuta” que
protagonizaron.
Su hermana Natividad (19) dijo que el testimonio de la menor es
terrible. Relató que el raid comenzó a las 10 del viernes cuando las
cinco estudiantes y compañeras de primer año del colegio América
Latina de Villa Lavalle, cuya líder sería una adolescente llamada
Karen, se dirigieron al centro de la capital, y de allí al monumento
20 de Febrero, donde adquirieron alimentos en un súper de la zona.
Después del mediodía, la tal Karen les habría ordenado romper los
chips de sus celulares y luego de ello habrían abordado una unidad
del Corredor 5A. Según la narración de Natividad, habrían llegado al
final del recorrido del mismo y se habrían alojado en la pieza de un
inquilinato donde vive el novio de una de ellas. Allí habrían bebido
y consumido drogas toda la noche hasta que la propietaria del lugar,
los echó.
“Nuevamente abordaron otro colectivo -dijo la confidente- y Karen
las condujo hasta un domicilio que ninguna puede precisar dónde
queda. Allí, según Claribel, se reunieron con unos hombres mayores
quienes armaron una “fiesta” donde asegura que todas fueron
sometidas sexualmente por esos sujetos”.
Natividad continuó: “Claribel me confesó que en la pieza donde las
ingresaban, la cama estaba teñida de sangre.Dijo que luego de los
hechos, se durmieron y despertaron totalmente solas y con unas pocas
monedas que les habían dado los hombres y que únicamente recuerda
que salieron del domicilio, que estaba construido de bloques y tenía
un portón de chapa marrón.“Luego me contó que caminaron durante
horas y que con la poca plata que le habían dejado los tipos
lograron comprar dos tiras de pan y un medio kilo de tomates e
hicieron sándwiches, que fue el único alimento consumido”, relató.
La joven señaló que, los tiempos señalados en la narración de la
chica son difusos y complejos y que no puede precisar el detalle
fino de lo ocurrido desde el viernes por la mañana hasta la tarde
del domingo.
Por otra parte, la madre de Claribel llevó ayer tarde al hospital
público a su hija,por los desvaríos que tiene y porque ella asegura
que no fue ultrajada, aunque al parecer el informe médico dice lo
contrario.
“Mi madre va a denunciar este caso porque las estudiantes, si bien
se fueron del colegio por su propia voluntad, no tenían por qué ser
víctimas de aprovechadores y degenerados de todo tipo. Esto recién
comienza, porque la verdadera historia, estas chicas no la contaron
aún”, dijo. “Sé que los otros padres están con miedo o temor, pero
nosotros no nos vamos a callar”, señaló./eltribuno.com
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