El ataque al
camion blindado habría costado casi medio millón de pesos
Con la destreza para disparar un FAL en
movimiento pero sin la capacidad de no caer en su propio fuego
cruzado, la organización de la superbanda que atacó al camión
blindado desorienta a los investigadores. A continuación, los puntos
más importantes en la investigación
1) Las células: Los investigadores del ataque al blindado no tienen
dudas de que el armado de la banda operó por células, con un
profundo trabajo de inteligencia previa. Por ello, se apunta a
grupos delictivos consolidados en el negocio oscuro del pirateo del
asfalto y el levantamiento de autos. “De allí salió parte de de la
mano de obra”, dijo un jefe policial, precisando que “muchas pistas
también vienen surgiendo de seguir el movimiento de gente liberada
en los últimos meses y que tenía experiencia en estos rubros”.
2) El costo: es muy importante para la pesquisa trazar una
reconstrucción del método utilizado para perpetrar el fallido golpe.
Así, en el mapa criminal también surge una idea aproximada del costo
de la operación, valuada en unos 400.000 pesos, que provienen
fundamentalmente de los 225.000 pesos para los encargados de
ejecutar el plan. Se cree que participaron al menos 15 hombres, a
razón de 15.000 cada uno por adelantado, más la promesa de un
importante plus tras el robo. Además, se calcula en 50.000 el dinero
necesario para la inteligencia, unos 45.000 por alquiler de armas y
chalecos, alrededor de 60.000 por los autos y unos 5.000 por una
flotilla de teléfonos con radio
3) Los minutos: en el análisis del
sangriento ataque quedó establecido que el plan inicial de la banda
era ejecutar los homicidios y el posterior atraco en exactamente 4
minutos, iniciando el conteo luego del primer disparo de FAL contra
el chofer del primer móvil policial. Se piensa que eliminar a los
uniformados no debería demorar más de 60 segundos, y el siguiente
paso consistía en abordar el camión. “No sabemos, aún, cómo tenían
pensado abrir el rodado. Probablemente con cargas explosivas, a
cargo de una célula que no pudo actuar luego de la maniobra que
realizó el chofer del camión. Fue muy importante lo que hizo el
conductor, porque le salvó la vida a todos los que viajaban dentro
del camión y a los cuatro policías que estaban vivos, porque la
banda abandonó la escena para tratar de concretar el robo, aún a
pesar de que había fallado el esquema inicial”, dijo el jefe
policial consultado.
4) El blindaje: en al ambiente policial y criminal nadie desconoce
que desde hace varios años, por disposición del RENAR, el fuselaje
de los camiones de caudales tiene un alto grado de tolerancia a los
disparos con armas de fuego. Todos los rodados cumplen con ese
requisito, fijado en la norma RB4, que resisten impactos de FAL,
entre otros poderosos calibres. ¿Qué pasó con el camión del Banco
Provincia? No se trata de un vehículo nuevo, sino que tenía
resistencia RB3 y fue modificado -reforzado- para cumplir con el
estándar actual. Desde la investigación, primero pensaron que la
banda no tenía el dato del aggiornamiento, pero en las últimas horas
crece la sospecha de que efectivamente estaban al tanto y pensaban
abrirlo de otro modo (por ejemplo, explosivos), pero al frustrarse
la maniobra apostaron de manera desesperada por los balazos.
5) Los homicidios: no para de generar dudas y sospechas la apuesta
de los criminales por empezar la ejecución del plan con el objetivo
de matar a los seis policías que custodiaban el camión en dos
patrulleros. Las declaraciones de los cuatro sobrevivientes permiten
saber que los malvivientes estaban “enfocados” en acabar con todos.
Los oficiales también dijeron que los delincuentes dejaron de
disparar cuando el camión bajó a la colectora, momento en que fueron
en su búsqueda. “Es raro que de manera premeditada vayan a matar
policías. Es muy riesgoso eso. Es como tirarse el Código Penal
encima. Por eso creemos que se trata de gente jugada, con años de
cárcel, contratados especialmente para asesinar”, explicó el vocero.
6) El reclutador: las detenciones llevadas a cabo hasta el momento,
sumado al intenso trabajo de inteligencia sobre llamados
telefónicos, permitieron a los pesquisas tener prácticamente
acreditada la presencia de un reclutador, que fue nexo entre
distintos grupos delictivos consolidados y otros sujetos que
participaron en el pasado de bandas importantes. No se trata de un
detalle menor, porque en esa figura se concentra la relación entre
el hecho y todos los que participaron
7) El entrenamiento: un punto
importante que surge de las declaraciones de testigos y víctimas
(los sobrevivientes) se relaciona a la capacidad técnica de los
delincuentes. “Tenían entrenamiento”, dijo uno de los policías
atacados. El análisis de los movimientos y las imágenes que tomaron
las cámaras dan cuenta de ello. También se destaca que finalizado el
tiempo estipulado para llevar adelante el robo, el repliegue fue
inmediato y ordenado. “No hay una táctica al voleo. Estaban
preparados con antelación, en tiro y despliegue”, dijo la fuente
policial. No se descarta, en ese sentido, que entre los integrantes
de la banda aparezcan personas que formaron -o forman- parte de
alguna fuerza.
8) El dato: la información sobre el traslado de los 20 millones de
pesos se manejó desde el jueves anterior al golpe, es decir, cinco
días antes. Durante el fin de semana se terminó de armar el
operativo conjunto entre el banco y la policía. Claramente, existió
delación interna, donde se aportó a la banda delictiva el detalle
del traslado. Cuándo se haría, cómo se llevaría a cabo, cuánto
dinero se llevaría, por dónde, son datos que el grupo tenía en su
poder. En torno a este delicado tema, desde la pesquisa se reveló
que el entrecruzamiento de llamados y los testimonios a la Justicia
apuntan justamente a poner en evidencia al delator.
9) Los efectivos: los seis uniformados que viajaban en los
patrulleros, más el personal que se encontraba en el blindado, no
estaban preparados para resistir un ataque de estas características.
Aunque ninguna fuente lo admita abiertamente, a muchos no les cierra
tanta demostración de poder en plena Panamericana, para finalmente
no llevarse el botín. Así, en estricto off no se descarta la
hipótesis del mensaje mafioso, destacando que el atraco dejó en
evidencia el malestar hacia el interior de la fuerza policial.
Asimismo, de manera complementaria, quedó expuesto el falible modo
de protección de caudales, con patrullas semiblindadas y armamento
liviano para repeler una agresión del tipo militar.
10) El jefe: entre los investigadores judiciales y policiales, más
la presencia gubernamental que sigue con atención cada avance en el
expediente, la sombra de un jefe planeando y coordinando toda la
maniobra desde las sombras es un hecho irrefutable. En la causa,
algunos testigos refirieron la extraña presencia de un automóvil BMW
por los alrededores del golpe. “Sea quien sea el que armó esto, va a
caer”, dijo una alta fuente provincial. De ese modo, se robustece la
hipótesis de un hecho delictivo que podría tener su génesis en la
intención explícita de causar daño institucional.
28 de noviembre de 2010 Fuente:
Diario Popular
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