Al momento de
invertir, las dudas se multiplican y las recomendaciones que se
escuchan muchos: diversificar, conoces los riesgos, considerar
los montos.
En este
contexto, CNNExpansión.com decidió compilar nueve
consejos que pueden ayudar a tener una mejor experiencia.
1. Decidir plazo y destino de la
inversión
El primer consejo gira en torno a definir
el tiempo que se quiere y/o puede tener el dinero
invertido.
Para ello,
hay que decidir las cantidades que se asignarán a la liquidez o
a las inversiones de largo plazo, generalmente mayores a un año.
Asimismo, sería de mucha utilidad tener en claro el
destino que se dará a esos recursos en el futuro, ya
sea para la compra de un inmueble, auto, viajes, educación,
retiro, etcétera.
2. Conocer los riesgos
Algunas instituciones financieras, las más
serias y profesionales, invitan a sus clientes a definir
su perfil del riesgo a través de distintos formatos. En
este caso, es bueno tomarse el tiempo necesario para llenarlo
con toda calma y, si es posible, acompañado de un asesor.
Así se
entenderán los beneficios o riesgos que los diferentes mercados
e instrumentos de inversión pueden ofrecer.
Cabe
recordar una regla básica: un mayor rendimiento
significa correr con un mayor riesgo. Por ello, hay
que identificar cuáles son las alternativas de inversión basadas
en las ganancias que se pretenden obtener y el riesgo
que se está dispuesto a correr.
Es conveniente invertir en instrumentos de riesgo sólo
recursos excedentes, es decir, aquellos que pueden
permanecer invertidos en el largo plazo.
3. Separar el dinero que es
necesario
Los proyectos de inversión requieren un plazo
largo para rendir frutos. Por definición, necesitan que se les
de un tiempo suficiente de maduración.
Por ejemplo, las empresas que cotizan en bolsa, y que venden sus
acciones al público, utilizan esos recursos en proyectos de
largo plazo, que toman su tiempo en ser implementados y en dar
resultados.
Algo similar ocurre con las inversiones en mercado de dinero a
plazo, pues esos recursos son generalmente utilizados para
proyectos de largo plazo del Gobierno (a través de valores
gubernamentales), o del sector privado (a través de diferentes
instrumentos de deuda corporativa).
Teniendo presente esto, hay que procurar invertir sólo
los recursos que no se van a utilizar en el corto plazo.
4. Diversificar el portafolio de
inversiones
Hay que distribuir el riesgo entre diferentes
alternativas, para reducir la concentración de riesgo.
Es conveniente diversificar los recursos entre mercados
(de dinero o deuda, accionario, de derivados) y entre
liquidez o inversión a plazo.
Si se pone el dinero en acciones o en deuda corporativa, es
conveniente estructurar un portafolio de emisoras de sectores
distintos.
Por otro
lado, las sociedades de inversión son una
opción a considerar, pues generalmente tienen una administración
profesional y una reglamentación que atiende al principio de
diversificación.
5. Apoyarse en los expertos
No hay que tomar decisiones sin antes informarse
lo suficiente como para sentir la tranquilidad de que se conoce
lo que se ha adquirido.
Hay que preguntar al asesor de inversiones sobre las
características de liquidez, plazo, rendimiento y riesgo de los
instrumentos que se desean considerar o que fueron
ofrecidas.
Además, hay que asegurarse de la calidad de las fuentes
de información, utilizando las herramientas de análisis
que publican las instituciones, sin descuidar la idea de que
estos documentos garanticen una opinión independiente.
6. Revisar periódicamente las
inversiones
Los especialistas recomiendan revisar
periódicamente el portafolio, evitando que esto los obligue a
tomar decisiones sin justificación.
Hay que
actualizar por lo menos una vez al año el perfil de
riesgo-inversión y tomar decisiones sólo cuando estén bien
fundamentadas.
Es necesario mantenerse atento a la información que va surgiendo
en los diferentes mercados en los que se invirtieron, en la
economía y en la política, para evaluar si hay noticias o
eventos relevantes que justifiquen un cambio de estrategia.
De lo contrario, es mejor dejar que las inversiones maduren.
7. La inversión tiene que ser
acorde con los intereses
Hay que invertir sólo en instrumentos
consistentes con la definición del perfil al que se pertenece y
con los objetivos de inversión planteados.
No es conveniente aceptar que se le asigne un perfil que
no haya definido o con el cual no se siente cómodo.
Si su
horizonte de inversión o el perfil de riesgo cambiaron, hay que
redefinirlos y reestructurar su portafolio.
8. No hay que tomar las decisiones de
forma apresurada
Es conveniente evita actuar en base a rumores.
No hay que olvidar que las ganancias o pérdidas en una inversión
sólo se realizan cuando se venden los títulos.
No hay que dejarse llevar por la irracionalidad que en ocasiones
se hace presente en los mercados, hay que tomar
decisiones estudiadas y apegadas al perfil de inversión.
Tampoco hay que dejarse llevar por una sola opinión en ciclos
económicos complejos.
9. Aprovechar los ciclos
económicos
La macroeconomía, la política, las condiciones
sociales, ya sea nacionales o internacionales, generan ciclos en
todos los mercados.
Una estrategia muy básica pero igualmente difícil de seguir con
disciplina, es aumentar las inversiones cuando hay mucha oferta
de títulos y sus precios bajan, así como disminuirlas cuando hay
poca oferta de títulos y los precios suben.
En otras palabras, hay que considerar comprar cuando
todos quieren vender y vender cuando todos quieren comprar,
desde luego, siempre y cuando existan las razones
fundamentales para ello