DIFERENCIAS ENTRE
LOS HOMBRE Y LAS MUJERES CELOSOS
Los celos suelen funcionar en muchas
parejas como una brújula o como un termómetro para indagar su
funcionamiento y la inseguridad de cada unos de sus miembros. Pero
también pueden pasar de una demostración de “cuidado” a un
“control empedernido”. Cómo reaccionan ellos y
ellas
Los celos son emociones humanas que
pueden ser sanas o patológicas y pueden producir multiplicidad de
síntomas tales como estrés crónico, obsesiones, angustias intensas,
altísimos niveles de ansiedad y también otros con compromiso
corporal como gastritis, úlceras y más.
Los celos en los varones
El hombre teme más que nada a la
infidelidad sexual, a ser engañado sexualmente, en
parte debido a la imposibilidad de estar seguros el 100% de
la paternidad de sus hijos.
Pero también puede sentir
celos cuando su pareja se ocupa de los hijos o tiene mucho trabajo.
En estos casos, al varón se le dificulta más la expresión de los
celos, dada la ausencia de sexualidad en juego y la legalidad de los
hechos, tan nobles y responsables.
Hay hombres que reprimen la
manifestación e intentan disimularlo por todos los
medios, en parte por un mandato machista que debilitaría su
imagen. Y, a la vez, por estrategia de no manifestar cuán
involucrados se encuentran en la relación. Este tipo de actitudes
conlleva peligros para la estabilidad de la pareja,
pues la mujer puede sentirlo como un
auténtico desamor o desinterés.
Ellos también suelen manifestar los
celos de maneras indirectas, o sea, como un
incremento de respuestas violentas en temas ajenos a la
situación que le provoca el malestar: portazos,
gritos, pronunciada indiferencia, alta susceptibilidad.
Los celos en las mujeres
La mujer teme más a la
infidelidad emocional. El temor es que pueda existir una
relación afectiva afín con otra mujer: lo primordial no es
lo sexual sino el sostén y la protección amorosa para ella y los
hijos.
Pero, al igual que el hombre, también
tiene diferentes estilos para manifestarse. Están las
celosas ansiosas que no pueden disimular sus celos y están
tan obsesionadas por el temor a perder que sufren, temen y
son muy desdichadas, sin darse cuenta de que posiblemente
estos aspectos alejen a su amado, porque no es
fácil estar con una persona que todo el tiempo está controlando al
otro, pidiéndole que le rinda cuentas, vigilando y sufriendo en
posición de víctima.
También está la celosa
quejosa: quejosa de los amigos, de la televisión y de todo
aquello que signifique un tiempo que no le dedica a ella.
Y la celosa intrigante,
que busca provocar celos poniéndose visiblemente más atractiva,
comentando que un antiguo amigo le mandó una solicitud de amistad en
facebook.
No obstante, los celos
también son un ingrediente que estimula el atractivo sexual.
No creo que abunde gente que desee estar con una persona no deseada,
indeseable.
Los beneficios de los celos
Los celos suelen funcionar
en muchas parejas como una brújula o como un termómetro para indagar
el funcionamiento de la pareja, la inseguridad de cada unos de sus
miembros, el cuidado pero también el control del otro.
Estas situaciones pueden llevarnos a
estar alertas y cuidar un poco más la relación, incrementar la
comunicación y romper con las rutinas. Pero cuando se
convierten en el principio y fin de todo lo que sucede y todo se
mira y se piensa desde el sentimiento de celos ya podemos estimar
que esa pareja ha dejado de funcionar en salud y bienestar y es
momento de tomar decisiones. Sería bueno poder consultar
de manera individual o en pareja antes de que la relación
naufrague.
Lic. Adriana Guraieb
Full member IPA (International Psychoanalytical Association) y
miembro titular en función didáctica de la APA (Asociación
Psicoanalítica Argentina)
Profesora titular del curso “¿De qué hablamos cuando
hablamos de amor?”, que se dicta los lunes a las 17 en
la sede de APA. www.apa.org.ar
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