Para los fumadores, alejarse de su vicio es algo prácticamente imposible. Muchos tratan durante meses, años y se les hace imposible y muchos otros tienen la suerte de poder alejarse de tan mal hábito. Pero hay algunos estudios que demuestran que muchas de las personas que fuman lo hacen simplemente cuando están con alguien más, ya que el 60% de los cigarros que se fuman se hace por motivos sociales.

 

Los daños hasta los 40 años pueden ser reversibles, el problema es cuando se pasa ese número, ya que ahí “el cuerpo no se sigue deteriorando, pero los daños son irreversibles”.

 

Pero si lográs soltarlo antes, cada minuto que pase podrás sentirme mejor, ya que el organismo se empieza a "curar" a medida que los segundos pasan. Esta es una guía, realizada por El Confidencial, que muestra cómo evoluciona la salud de tu cuerpo hasta mejorarse al 100%.

 

• 20 minutos: Sorprendentemente, una vez que dejas de fumar el organismo comienza a curarse en cuestión de minutos. La tensión arterial y el pulso se normalizan a los pocos minutos.
• 24 horas: El monóxido de carbono ha desaparecido del organismo y los pulmones empiezan a trabajar para eliminar las partículas acumuladas. A estas alturas, ya se respira mejor.
• 48 horas: Las terminaciones nerviosas se ajustan a la ausencia de nicotina y las habilidades y sensaciones del gusto y del olfato empiezan a volver.
• 72 horas: El paso del aire que va hacia los pulmones se facilita, ya que los conductos que lo llevan se relajan, haciendo que la respiración se haga más fácil y que aumenten los niveles de energía.
• De 2 a 12 semanas: La circulación y la tolerancia al ejercicio comienzan a mejorar.
• De 3 a 9 meses: La función pulmonar aumenta un 10% y la tos y la dificultad para respirar comienzan a disminuir. Se está más en forma y más fuerte.
• 1 año: El riesgo de enfermedad cardiaca desciende a la mitad del de un fumador. Eso significa que has reducido a la mitad las posibilidades de sufrir un ataque al corazón.
• 10 años: El riesgo de cáncer de pulmón disminuye a menos de la mitad de aquellos que continúan fumando y disminuye la incidencia de otros cánceres (de boca, de garganta, de esófago, de vejiga, de riñón y de páncreas).
• 15 años: El riesgo de ataque al corazón es igual al de una persona que nunca ha fumado.