En su edición en
Internet, el semanario brasileño informó que
al menos 20 miembros de Al Qaeda, el
grupo libanés chiíta Hezbollah, el grupo
palestino Hamas y otras dos
organizaciones están presentes
clandestinamente en Brasil.
La revista indicó
que estos terroristas recaudan dinero y
trabajan para incitar a ataques en el extranjero.
La publicación citó a la policía brasileña y a
informes del Gobierno de los Estados Unidos,
pero no dio detalles sobre objetivos específicos
u operaciones.
El
gobierno estadounidense tiene fundadas sospechas
de que militantes islámicos operan en la región
fronteriza entre Brasil, Paraguay y Argentina.
El gobierno de Dilma Rousseff ha negado estas
declaraciones y sólo admitió estar al corriente
de que algunos miembros de la comunidad libanesa
en el país han transferido legalmente fondos
para Medio Oriente.
Tras la visita de
Barack Obama, la mandataria brasileña ha tratado
de estrechar los lazos con los Estados Unidos
después de su antecesor, Luiz Inácio Lula da
Silva, enfureciera a Washington con los intentos
de mediación por el programa nuclear de Irán.
Veja
reportó que un hombre libanés llamado Khaled
Hussein Ali, quien ha vivido en Brasil desde
1998, es un miembro importante de la operación
de propaganda de Al Qaeda y ha coordinado a los
extremistas en 17 países.
Fue detenido
brevemente en Brasil en marzo del 2009 después
de una investigación policial en la que se
encontraron videos y textos dirigidos a
seguidores del grupo terrorista.
Se encontró un
correo electrónico en su computadora que fue
enviado como "spam" a direcciones de correo
electrónico en los Estados Unidos incitando al
odio contra los judíos y los negros, apuntó
Veja. Pasó 21 días en prisión por cargos
como racismo e incitación al crimen, pero fue
puesto en libertad y la Justicia decidió no dar
curso a la acusación