SE TERMINAN LOS
DESCUENTOS DE LOS BANCOS EN LOS SUPERMERCADOS
Sin hacer grandes anuncios, los
supermercados empezaron el operativo "independencia". El objetivo de
las grandes cadenas es ir desactivando paulatinamente los acuerdos
que tienen para ofrecer descuentos exclusivos para los clientes de
determinados bancos y que durante los últimos dos años concentraron
gran parte de sus esfuerzos promocionales y publicitarios
De a poco, los logos de los bancos
son reemplazados en los avisos publicados por los principales
supermercados en las últimas semanas por la frase "Con todos los
medios de pago", y el porcentaje de los descuentos cayó del promedio
del 25% con el que venían trabajando hasta el año pasado por un 15
por ciento.
"Mantener los esquemas de descuentos
y cuotas hoy es prácticamente insostenible. Los supermercados están
intentando desprenderse de los bancos y empiezan a plantear su
propia estrategia de descuentos, testeando el mercado para llegar a
los consumidores que no tienen tarjetas", señaló Emiliano Schwartz,
de la consultora Tomadato, que releva los descuentos y ofertas que
promocionan las principales cadenas.
En la consultora destacan que la
presencia de los bancos en los avisos y las comunicaciones de
productos de consumo masivo que ofrecen los supermercados se redujo
al mínimo, lo que está siendo acompañado por un cambio en el perfil
de las promociones.
Hasta el año pasado, las campañas de
las grandes cadenas estaban muy orientadas a la venta de
electrodomésticos y, sin duda, los productos estrella fueron los
televisores de LCD, que se vendían en 50 cuotas. "En el primer
trimestre de este año, el volumen de productos publicados creció un
90% y el rubro de alimentos frescos es el que lideró la suba.
Además, en las categorías más sensibles a las variaciones de
precios, como son las de los productos frescos, almacén, limpieza y
perfumería, la mayoría de los supermercados priorizan promociones
propias -como los 2x1 o el 30% de descuento en un segundo artículo-
por sobre los acuerdos con los bancos", precisó Schwartz.
Los supermercados y los bancos
igualmente son conscientes de que desarmar el esquema de descuentos
no resultará un proceso fácil. De acuerdo con un estudio realizado
en octubre del año pasado por el Centro de Investigación sobre
Crédito y Consumo, entre 600 usuarios de tarjetas, los descuentos
son fundamentales en la vida de los clientes de los bancos. Al
responder cuáles son los beneficios más valorados, el 72% de los
entrevistados señaló los descuentos en supermercados y, de hecho, el
49% de los consumidores hombres y el 59% de las mujeres reconocieron
que estarían dispuestos a dejar de usar su tarjeta frente a una
eventual eliminación de los descuentos.
Márgenes en baja
Más allá del malestar entre los
supermercados, uno de los puntos clave es quién corre con el costo
económico de los descuentos. En el caso de las grandes cadenas, la
inversión se comparte en partes iguales entre el súper y el banco.
Por ejemplo, si el descuento que se ofrece a los clientes que paguen
con una tarjeta determinada es del 10 por ciento, un 5% es aportado
por el banco emisor del plástico y la otra mitad, por la cadena.
En el acuerdo entre las dos partes se
fija un monto máximo para la inversión del banco. Si se supera esa
cifra, porque la afluencia del público es superior a la esperada,
todo el descuento pasa a ser absorbido por el supermercado.
Para los supermercados, la ganancia
obvia pasa por un aumento en las ventas, pero las cadenas se quejan
de que los descuentos se están quedando con gran parte de su
rentabilidad. "Hoy estamos trabajando con márgenes de ganancia mucho
menores y es un problema compartido por todas las cadenas. El
problema es que cuando un competidor comienza con este tipo de
descuentos, no hay otra opción qué seguirlo", explicaron en una
cadena líder, que decidió priorizar el desarrollo de su tarjeta
propia en sus promociones y descuentos
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