La resaca es el
nombre que solemos darle al estado posterior al consumo de bebidas
alcohólicas, también se le conoce como síndrome de abstinencia e
incluye síntomas como deshidratación, temblor, náuseas, fatiga,
vómito, sudor, nerviosismo, angustia, pérdida de memoria reciente.
Estos se presentan entre las 8 y 16 horas siguientes. “El alcohol
inhibe la acción de la hormona vasopresina, que es secretada por la
glándula suprarrenal y que ayuda a que el riñón absorba agua, por lo
que el consumo de alcohol causa deshidratación”, explica el médico
nutricionista Arnaldo Hurtado
Según el experto, la resaca es consecuencia de los procesos
metabólicos del hígado, los efectos diuréticos del alcohol y la
disminución del azúcar en la sangre. “Algunos componentes de
estas bebidas como la tiramina, fenil-etilamina, histamina,
sulfitos, fenoles e incluso flavonoides (sobre todo en licores
oscuros o tintos) tienen una relación con el dolor de cabeza”,
dice.
PARA EL ESTÓMAGO: Tras la ingesta de alcohol, es
importante consumir alimentos ricos en vitamina B6, B1 como
cereales y granos; otros de contenido graso y proteico como
lácteos, carnes y huevos así como los que son ricos en fructosa
como frutas sólidas (sobre todo plátanos) o jugos de frutas
variadas, ya que ayudan a disminuir las náuseas.
Muchas veces el consumo de alcohol ha sido tan intenso que
produce irritación gástrica y vómitos, lo que dificulta comer. A
pesar de ello, señala el nutricionista, es importante
rehidratarse: una sopa ligera con papa amarilla y con claras de
huevo puede ayudar. El no comer aumenta la posibilidad de
gastritis, disminución de glucosa y la deshidratación.
Limitar el consumo de alcohol, saber escoger (un alto grado
alcohólico equivale a mayor cantidad de calorías), comer antes
de beber, conocer el límite de consumo, hidratarse durante y
después de la ingesta, son algunas de las recomendaciones de
Hurtado.
USO DE ANTIÁCIDOS: “Es una creencia cada vez más común
que el uso de efervescentes o antiácidos antes de ingerir
alcohol ayuda a reducir sus efectos en nuestro organismo. Sin
embargo, el efecto global siempre será el mismo, ya que estos
productos solo reducen el grado de acidez del estómago y
retardan la inminente absorción del alcohol”, explica Eduar
Bravo Paredes, gastroenterólogo.
“Existen personas con problemas de ardor en el estómago y
distensión abdominal que presentan mejorías tomando antiácidos
antes de beber alcohol. No obstante, una vez pasado el efecto de
la medicación, los síntomas antes mencionados se pueden
exacerbar si es que se ha bebido alcohol en exceso. Lo
recomendable es limitar el consumo de alcohol para evitar
problemas de gastritis, úlceras y diarreas”, sugiere.
PARA TENER EN CUENTA: Es importante comer antes de beber
para evitar que el alcohol se absorba más rápido.
Una cerveza contiene 5% de alcohol, mientras que el vino está
entre 12% a 18%, un trago corto como whisky o vodka contiene más
de 40%.
El café puede dar una falsa sensación de recuperación, pero no
hace que el cuerpo acelere el metabolismo del alcohol. No se
recomienda su consumo ni de energizantes con cafeína. (Fuente:
El Comercio)