GANARON CRISTINA
KIRCHNER Y DANIEL SCIOLI
En un hecho inédito, los ciudadanos argentinos eligieron
quiénes serán los candidatos a puestos ejecutivos y legislativos
para los comicios generales. Para participar el 23 de octubre se
necesita el 1,5% de los votos efectivos.Los resultados
oficiales comenzarán a ser difundidos a partir de las 21, aunque se
espera un lento escrutinio en la provincia de Buenos Aires
Las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO)
debutan en la Argentina y posicionarán a los candidatos rumbo a las
presidenciales de octubre.
Un total de 28.840.339 personas están habilitadas para votar en
mesas mixtas en todo el país para elegir a los postulantes de todos
los partidos y alianzas que competirán en las generales de octubre,
que tendrán como única condición obtener al menos el 1,5 por ciento
de los sufragios válidos emitidos.
Aunque en estas primarias no se presentará más de un candidato
presidencial por fuerza, sí habrá disputa en los cargos a gobernador
en la Provincia de Buenos Aires, San Luis, Entre Ríos y San Juan, en
las candidaturas a intendentes, legisladores y concejales.
En total, diez fórmulas pelean por la Presidencia y la actual
mandataria Cristina Kirchner, acompañada por el ministro de Economía
Amado Boudou, se perfila como favorita, aunque el oficialismo sufrió
una merma de votos en las últimas elecciones distritales que alienta
a los candidatos de la oposición.
Tanto el radical Ricardo Alfonsín (UDESO) como el peronista Eduardo
Duhalde (Frente Popular) están en condiciones, de acuerdo a los
números que se manejan en el entorno de los candidatos, de obtener
ese segundo lugar que les permitiría posicionarse a partir del lunes
como el postulante más fuerte de la oposición hacia las elecciones
de octubre y todo indica que habrá algún nivel de acuerdo para
potenciar el voto antikirchnerista.
Sin embargo, la inédita realización de las elecciones primarias
despierta varias incógnitas, la más importante de ellas en torno al
nivel de participación ciudadana que tendrán los comicios, que el
Gobierno estima en un 70 por ciento, en el promedio histórico.
La elección tendrá lugar, no obstante, en un contexto de crecimiento
económico -tras el conflicto del campo y en medio de la crisis
financiera internacional- y de aparente desinterés de la sociedad
por participar de unos comicios que no se consideran definitorios
del próximo Gobierno.
Para quedar bien posicionada para su reelección octubre, el
oficialismo estima que la presidenta Kirchner debería alcanzar el 40
por ciento de los votos, lo que le daría posibilidades de ganar las
presidenciales en la primera vuelta, con más del 45 o 10 puntos de
diferencia ante el segundo.
No obstante, tanto Alfonsín en su alianza electoral con Francisco de
Narváez, como Duhalde confían en lograr forzar el balotaje el 20 de
noviembre a través del plan opositor "el mejor segundo", con una
natural concentración de votos hacia el candidato que tenga mayores
condiciones competitivas para vencer al kirchnerismo.
Pero por un lugar en el podio pelean además cabeza a cabeza el
gobernador santafesino Hermes Binner, el socialista que se postula
por el Frente Amplio Progresista; la candidata de la Coalición
Cívica, Elisa Carrió; y el mandatario puntano Alberto Rodríguez Saá
de Compromiso Federal.
En un tercer grupo, que busca obtener el 1,5 por ciento de los votos
para seguir en carrera, se encuentran la candidata de Proyecto Sur,
Alcira Argumedo; el del Frente de Izquierda, Jorge Altamira, y dos
dirigentes hasta ahora desconocidos: Sergio Pastore del Movimiento
de Acción Vecinal y José Bonacci, del Partido del Campo Popular.
Un dato importante es que a pocos días de las elecciones, algunos
consultores recogían un número de indecisos que oscilaba en el 15
por ciento, lo que podría alterar los resultados previstos, teniendo
como único antecedente las primarias de Santa Fe, donde el voto
sufrió fuertes modificaciones para las generales.
Otro aspecto clave del día electoral serán los comicios que
definirán candidatos a gobernador en cuatro provincias, aunque el
foco estará puesto en Buenos Aires, la mayor, y Santa Cruz, la
tierra natal del presidente Néstor Kirchner y donde votará Cristina
antes de regresar a Buenos Aires para instalarse en su búnker.
La estratégica provincia de Buenos Aires, que representa el 37,5 por
ciento del padrón nacional con 10.822.005 por ciento de votantes:
Daniel Scioli pronosticó que sumará entre 35 y 38 por ciento de los
votos -teniendo en cuenta que debe enfrentar una interna y una lista
de adhesión de Cristina Kirchner-, mientras que su principal rival,
De Narváez, apunta a repetir su triunfo de las legislativas de 2009.
A su vez, los distritos donde se ubican las tres mayores ciudades
-la Capital y las provincias de Santa Fe y de Córdoba- añaden el
25,8 por ciento del padrón y en las últimas elecciones provinciales
fueron adversas al kirchnerismo.
Sin embargo, sólo el conurbano bonaerense, un bastión histórico del
peronismo, significa el 25,3 por ciento de los votos a nivel
nacional (el partido de La Matanza con casi 890 mil votantes es más
importante en términos electorales que varias provincias juntas) y
el 65,4 por ciento del padrón de la provincia
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