SITIOS PARA VER Y
BAJAR PELICULAS GRATIS
"Es un delito". "¿Por qué va a ser
ilegal si yo no me descargo nada?" "Como el sitio no tiene la
película, sino que te redirecciona a otro lugar, no viola la ley".
"Te pueden denunciar por bajarte el contenido". "El usuario no tiene
la culpa"
La discusión respecto de qué acciones son
legales y cuáles no dentro de las fronteras de Internet vuelve a
renovarse.
Esta vez, de la mano de un fenómeno que, tanto en la Argentina como
en el mundo, se ha convertido en un furor: la posibilidad que ofrece
la red de mirar películas alojadas en páginas web.
Cuevana.Tv, Somosmovies.com, Ver-pelis.net, CineTube.es, o
Peliculasdd.com, son algunos de los tantos nombres que ya se
transformaron en una expresión cotidiana y forman parte del
vocabulario de miles y miles de internautas.
Todos ellos comparten una característica común: permiten visualizar
películas que, en muchos casos, aún no han llegado al país o bien
acaban de ser estrenadas en la pantalla grande de las salas
argentinas.
La apuesta que hacen los portales que promueven este tipo de
contenidos es tan sencilla como efectiva.
Basta descargarse una aplicación (liviana y fácil de instalar) para
luego, realizando unos pocos clics, acceder a lo último de la
cinematografía mundial en calidad de DVD.
En la mayoría de los casos, ni siquiera hace falta registrarse. Sólo
es cuestión de ingresar, seguir unos pasos muy sencillos, para luego
disfrutar del film.
Estas páginas, en su mayoría, ofrecen la alternativa de ver las
películas de forma online o, en todo caso, descargarlas en la PC
para una visualización posterior.
El fenómeno Cuevana.tv
Dentro de la catarata de opciones sobresale -tanto por la variedad
de títulos como por el nivel de estrenos y la calidad de imagen- la
mencionada Cuevana.TV.
Este sitio fue creado en 2009 por Tomás Escobar (22 años), David
Fernández y Mario Cardosio, tres estudiantes sanjuaninos que
apostaron a simplificar el proceso de descarga de cine en la web.
Según trascendió, el concepto surgió mientras bajaban capítulos de
la serie Lost.
Al trío de amigos se le ocurrió desarrollar algo que optimizara
dichas descargas y que, al mismo tiempo, fuera gratuito, fácil de
usar, de buena calidad y sin límites.
"Mediante un simple clic el usuario puede ver cualquier tipo de
contenido. Cuevana le abrió las puertas a mucha gente que antes no
tenía acceso a eso en Internet. Fue pensado desde un primer momento
para que sea simple", explicó Escobar, uno de los "padres" de la
idea.
Argentina aparece como un escenario prolífico para la aparición de
este tipo de alternativas.
Prueba de ello lo ofrece el hecho que, en las últimas semanas,
además de Cuevana.TV otros sitios web -como el rosarino
Nooo.TV o Moviezet.com- también comenzaron a inundarse de
títulos cinematográficos.
Ahora bien, más allá del aparente rol de "meros difusores" que
enarbolan estas páginas, ¿es legal posibilitar la reproducción o
descarga de películas protegidas por los ya conocidos derechos de
autor? ¿Están amparados por la ley?
Y, otro aspecto aún más relevante: aquellos internautas que lo hagan
¿pueden sufrir consecuencias legales, si es que ese accionar es
tildado de ilícito?
La frontera del gris
Como suele suceder en el mundo virtual, la frontera entre lo
permitido legalmente y aquello que no lo es resulta un tanto difusa.
Obviamente que el caso de la visualización y eventual descarga de
películas a través de la red no es una excepción.
Una primera prueba de lo complejo de fijar una posición concreta la
aporta Guillermo Navarro, abogado especializado en propiedad
intelectual.
"Sin dudas, establecer lo legal y lo ilegal parte del enfoque que se
le de al acto. En el caso de Cuevana.TV, por ejemplo, en tanto te
permiten ver una película existe un acto de reproducción, por lo que
los dueños son responsables por ese contenido que se exhibe.
Deberían pagar por él previamente", afirmó el experto.
Sin embargo, aportó un argumento que confronta con lo anterior.
"El tema es que Cuevana.TV no aloja la película en servidores
propios, sino que te linkea a otro lugar. En ese caso hay que probar
que un link es reproducir. Y la ley de propiedad intelectual no dice
nada al respecto", dijo.
Pablo Palazzi, abogado especialista en delitos informáticos del
estudio Allende & Brea, no dudó al fijar su postura.
"Los sitios que permiten ver cine son ilegales. Es cierto que este
portal no aloja la copia, pero al funcionar como una guía tiene un
grado de participación y responsabilidad por piratería. Se está
facilitando el acceso a un contenido por el que no se paga",
aseguró.
Palazzi aportó un ejemplo: "Es como si acusaran a alguien de vender
estéreos robados y esa persona contesta ‘No, yo no tengo ninguno,
sólo digo dónde tenés que ir a buscarlos’. Esa persona es
responsable por facilitar el acceso. Análogamente, estos sitios
operan de la misma manera".
Gustavo Tanús, uno de los abogados que recientemente cosechó un
dictamen legal favorable contra el portal Taringa! por descarga
ilícita de películas, se pronunció de forma similar.
"Los portales de cine como Cuevana.TV violan la ley porque, en
principio, exhiben la obra sin autorización alguna por parte del
autor. Es decir, están concretando un acto de exhibición pública sin
respetar que el autor del film - o, mejor dicho, el propietario de
sus derechos - es el que decide dónde debe mostrarse", señaló.
"Si una película taquillera llega a la televisión dos años después
de su estreno, ¿por qué, en esa caso, sí puede estar ‘liberada’ en
Internet? Se perjudica a quien tiene los derechos. Además, quien ve
o descarga la película en ningún momento paga por ese beneficio. Más
allá de que se diga que sólo linkean a otro servidor, los dueños de
estas ideas son partícipes necesarios de un delito", agregó.
El rol de los internautas
En paralelo al rol de los desarrolladores de este tipo de
iniciativas, surge el debate respecto de si los internautas que
bajan contenidos tienen -o no- alguna responsabilidad penal.
Consultados respecto de las potenciales consecuencias, los
especialistas que accedieron a dialogar destacaron que, aunque en un
grado menor, los particulares podrían verse involucrados por violar
los derechos de autor.
"Si ingresás en Cuevana.TV y para ver una película, estás realizando
una reproducción. Y eso es ilícito de acuerdo con la ley vigente.
Sin importar si hay o no ánimo de lucro, se está cometiendo un
delito", precisó Guillermo Navarro.
No obstante, el especialista aclaró: "El tema es cómo accionás
contra los miles y miles de usuarios que navegan por esas páginas".
Al respecto, Tanús recordó lo sucedido en 2008, cuando CAPIF -la
cámara que nuclea a los principales actores de la industria musical
argentina- intimó a diversos internautas por la descarga ilegal de
temas.
Y consideró que una medida similar podría aplicarse para los
usuarios de páginas de cine.
"En ese momento se decidió avanzar en obtener la dirección de IP de
las personas que concretaban las descargas, efectuando la consulta a
los proveedores de Internet. No veo por qué ahora no podría suceder
lo mismo. Son sitios que hacen actos de comunicación pública sin
derechos. Eso en el mundo se combate desde hace años", enfatizó.
Palazzi, en tanto, anticipó la irrupción de una tendencia - a nivel
control de contenidos - que ya funciona en los Estados Unidos,
Francia o España.
"La expansión de estos servicios acelerará la llegada al país de
instrumentos legales, como los vigentes en Europa. Ahí, una vez que
detectan que te estás bajando cine te envían una nota solicitándote
que dejes de hacerlo. Si continuas con ese comportamiento, te
notifican una vez más. Si persistís viene una tercera instancia: te
cortan directamente la conexión a Internet. Así de simple", detalló.
Navarro amplió este concepto: "Después de la interrupción del
servicio llega el proceso judicial. Es muy sencillo comprobar desde
qué computadora se está accediendo y descargando cine. En su momento
las acciones de CAPIF dieron resultado. Aunque todo se resolvió en
el campo de las mediaciones lo cierto es que la cámara obtuvo buena
parte de las compensaciones monetarias que exigía".
Cómo funcionan estas páginas
Para poder reproducir los contenidos que brinda portales como
Cuevana.tv, Ver-pelis.net, CineTube.es, o Peliculasdd.com, basta
con que el usuario tenga una computadora y conexión a Internet.
Para ganar en audiencia, sus creadores buscaron como objetivo que el
proceso sea sencillo.
Por ello, sólo es necesario instalar un plugin, que cumple con la
función de intermediario entre el sitio y el servidor donde están
alojadas las películas y los capítulos de las series.
Este complemento -de simple aplicación- facilita tanto el acceso a
la información como el proceso de descarga, sin necesidad de bajar
el archivo correspondiente a la computadora.
Por supuesto que el grueso de estos sitios -previo registro del
flamante usuario- también posibilita que el internauta baje
cualquier película a su equipo.
Todas estas páginas disponen de servidores diferenciados para
distintas tareas, para poder disminuir la carga que genera el
tráfico de sus miles de visitas por segundo. /iprofesional.com
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