El Cronista
La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de
Carlotto, afirmó que “en Argentina no hay terrorismo” y cuestionó la
denominada Ley Antiterrorista aprobada por el Congreso la semana
pasada con el impulso del kirchnerismo al sostener que causa
“preocupación”.
“La preocupación es porque en la Argentina no hay
terrorismo. Hubo un atentado a la AMIA y a la Embajada de Israel,
producto de injerencias externas, no de argentinos, y si argentinos
colaboraron, son mercenarios, pero no hay una red de la que uno
tenga que preocuparse”, enfatizó.
En diálogo con radio La Red, Carlotto subrayó que
“hay delitos comunes, hay muchas razones para pensar que hay que
modificar las normas para la seguridad en todo el país, pero nada
más”.
Remarcó que “nuestra preocupación es que con este
Gobierno tenemos la garantía de que no van a ser reprimidas las
manifestaciones sociales cuando se demanda un derecho, al trabajo,
al aumento de sueldo, lo que se reclama desde tiempo inmemorial, y
que no se reprimen aun cuando hay desmanes que no son
justificables”.
“Pero ¿qué pasará más adelante, con esta ley, con
otros gobiernos que interpreten la ley de otra manera o con jueces a
los que les va a encantar meter presos a quienes manifiestan
pidiendo derechos? Esa fue una preocupación”, se preguntó.
Carlotto se refirió también a los medios de
comunicación, a los que aconsejó “moderar” la información en torno a
delitos: ‘La repetición de los hechos delictivos casi se dan
lecciones de cómo poder salir a delinquir. Las cosas malas no hay
que ocultarlas, pero hay que decirlas una vez”, postuló.
“Los medios tienen que moderar la información en ese
sentido y por ahí dedicarse un poco más a temas culturales, que van
a hacer bien a los jóvenes, y no a todo ese egoísmo desenfrenado y
competitivo. Hay mucho para corregir, y estamos esperando que se
aplique la Ley de Medios, y lo demás vendrá por añadidura”, aseguró.
La dirigente de Derechos Humanos remarcó que “nadie
habla de cercenar ni de censurar en absoluto, porque eso está
excluido de cualquier pensamiento, y transitar con disidencias, pero
no con antinomias”.
En ese contexto, cargó contra los “medios
monopólicos, los más importantes, que han propiciado golpes de
Estado y derrocado gobiernos y dirigido desde sus páginas el
pensamiento del ciudadano”.
“Yo soy una víctima de eso, fui formada en la
antinomia al peronismo y como no leía o escuchaba otra cosa, fui
anti”, admitió.