No hay que avergonzarse por
meter la pata cada tanto, incluso las celebridades que
regularmente aparecen en los rankings de “mejores
vestidos” lo saben. Podés, sin embargo, reducir
drásticamente la cantidad de errores respecto a la
manera de vestir, eliminando unos pocos malos hábitos
Aquí hicimos una lista en
orden ascendente de los 10 errores “fashion” que más cometen los
hombres. Leélos, ajustá tu guardarropas y estarás lo más cerca
posible de tener un estilo impecable.
10. Medias con sandalias. Es impresionante ver cuántos hombres
persisten en ponerse medias con sandalias, a pesar de lo horrendo
que queda esto. Este monstruoso error fashion podría tal vez ser
perdonado si hubiese algún propósito práctico para hacer esta
combinación, pero no lo hay. Si hace frío suficiente como para
necesitar zoquetes, tus pies estarán más calentitos entonces con
zapatos. El punto aquí es que si sos culpable de cometer este
crimen atroz de la moda, hacete un favor a vos mismo y al resto
también, y por favor, paralo.
9. No afeitar áreas difíciles. Aunque dejar un poco de vello facial
sin darse cuenta es algo que le ha pasado al más concienzudo de los
acicalados, esto nunca es atractivo; y para los hombres que tienden
a apurarse en sus rutinas matutinas, es algo que ocurre con
demasiada frecuencia. Para asegurarte de que llegues a las
zonas más inalcanzables -como justo al lado de la parte de atrás de
los lóbulos de las orejas- instalá un espejo para afeitarte en tu
baño, cerca del lavabo. Después invertí en una buena navaja, y sobre
todo, bajá la velocidad y disfrutá del arte del afeitado.
8. Demasiada marca. No tiene nada malo ser amante de alguna marca,
pero lo importante es la discreción. Después de todo, buscás verte
como una increíblemente más linda versión de vos mismo, no como una
publicidad andante. Invertí en una marca porque amás su tela, su
calidad y su calce. Despilfarrar los ahorros de tu vida en ropa que
despliega prominentes logos o marcas solo mostrará a los otros que
te interesa más el estatus que la esencia.
7. Usar zapatillas deportivas fuera del gimnasio. En líneas
generales, este tipo de zapatillas no debería ser el calzado diario.
Esta regla se aplica especialmente cuando usás zapatillas deportivas
en cualquier otro ambiente que no esté orientado a la actividad
física. Aún cuando no tengan ni un rasguño perceptible, el hecho de
que uses estas zapatillas durante sudorosas sesiones de aparatos en
el gimnasio las hacen lo suficientemente asquerosas como para
considerar ponértelas en cualquier otra ocasión. Como alternativa
igualmente confortable, pero sin el factor repugnante, elegí un par
de zapatillas de lona o cómodos mocasines para combinar tus
conjuntos casuales.
6. Profesionales con mochilas. Cuando sos un estudiante y tenés que
llevar kilos de libros todos los días, una mochila es precisamente
lo que necesitás. Pero una vez que los gloriosos días de la
universidad se terminan y entrás al mercado laboral como un
profesional, tenés que enterrar tu mochila. Para complementar tu
vestuario de ropa de trabajo (de sacos, camisas y el traje
ocasional) necesitás similarmente pulcros accesorios, así que gastá
en un morral de cuero o en un buen portafolios y reservá tu mochila
solo para ir de camping.
5. Discordancia entre traje y zapatos. Meter la pata con el color de
tus zapatos es prácticamente echar por tierra el propósito de
ponerte un traje, que es justamente verte lo más presentable.
Desafortunadamente, los hombres seleccionan bastante seguido zapatos
de tonos que no se complementan con lo que se han puesto, como
calzado en la gama de los marrones con pantalones negros. Seguí este
consejo y evitarás este común mal paso: combiná trajes negros con
zapatos negros; trajes grises con zapatos negros o camel; trajes
marrones con zapatos marrones o camel, y trajes azules con zapatos
negros, camel, tostado o guinda.
4. Prendas demasiado grandes. Una de las grandes falacias masculinas
en la moda es que la ropa holgada se ve mejor que las que calzan
justo. La verdad, sin embargo, es que aún en hombres de gran porte,
los estilos entallados quedan mejor. Por supuesto que entallado no
es sinónimo de apretado. A lo que nos referimos es a prendas que se
deslizan confortablemente sobre tu cuerpo y destacan las mejores
ventajas de tu físico. Si no estás seguro de estar usando ropa
demasiado grande, probate un talle menos del que siempre usás la
próxima vez que salgas de shopping y compará la diferencia. Sabrás
que tus prendas son demasiado grandes si tenés problemas para
discernir la forma de tu cuerpo con ellas.
3. Bolsillos atiborrados. Los bolsillos de tus pantalones son un
espacio para que pongas las manos, unas monedas y capaz que una
billetera delgada. No son un lugar para tener una billetera inflada
de billetes y papeles de hace dos meses, tu celular, tres juegos de
llaves y un montón de tarjetas personales. Los bolsillos
atiborrados juegan en contra de un look alineado. Así que si notás
cualquier bulto cuadrado en tus pantalones, es una señal segura de
que llegó la hora de conseguir un bolso. Un bolso todo propósito que
va fácilmente del trabajo a la diversión es un morral. Los
portafolios para tipos enfocados en los negocios y los bolsos de
mano para los más activos, son opciones adicionales. De última, en
vez de estirar tus pantalones llenándoles los bolsillos al máximo,
deberías considerar comprarte un saco con bolsillos interiores para
distribuir tus necesidades diarias en una amplia área y así mantener
una apariencia elegante.
2. Abotonar incorrectamente los sacos. Aún en un traje bien hecho,
abotonar el número incorrecto de botones en tu saco puede causar que
se estire en direcciones extrañas, haciéndolo ver como si tuviera
una mala terminación, así que prestá atención al consejo que viene:
Las chaquetas cruzadas deberían casi siempre estar abotonadas. Con
un traje de dos botones, cerrá el de arriba, y con uno de tres
botones, tenés la opción de cerrar los dos de arriba o solo el del
medio. Y no importa qué tipo de saco lleves, siempre desabotonalo
cuando te sientes.
1. Medias blancas con zapatos de vestir. Combinar medias blancas con
zapatos de vestir puede haber disfrutado de una corta popularidad
como manifestación de un estilo peculiar a mediados de los 90, pero
hay una buena razón por la cual este combo ha fallado en volver con
fuerza: los zapatos de vestir solo se deben usar con medias de
vestir, que son de lana o algodón en gamas oscuras como negras,
azules, grises y marrones. Las medias blancas, en contraste, deben
reservarse nada más que para conjugar con calzado deportivo y
joggings.
Por Farah Averill – Adaptación al castellado de Raquel Carlino
Fuente: Askmen.com