Todo comenzó con una suerte de juego que se llevó adelante durante esta semana en el envío periodístico, en el que el conductor iba realizando una suerte de terapia con sus panelistas.

Luego de analizar el lunes a Marcela Tauro, quien estuvo al borde de la renuncia por una discusión con su compañera Marcela Baños, en el envío final del año le tocó el turno de Rial.

"No termino el año como me hubiese gustado. Lo termino vivo, que no es poco. Peleándola, la vida te pone vallas. Cuando las venís saltando hay algún hijo de puta que te las va levantando, que no sé quién es. Me cuesta saltarla todos los días", confesó.

Los cierto es que los rumores sobre la salud de Rial corren desde hace tiempo, algo que él se aclaró inmediatamente de desmentir. "No le tengo miedo a la salud, estoy cansado nada más. 'Intrusos', 'Ciudad Góti-K' y 'Gran hermano son tres grandes desafíos. Hay que remarla, y a mí me gusta", explicó´.

En cambio, sí deslizó que son verdaderos los trascendidos sobre problemas entre él y su esposa. "Llego a fin de año con una vida personal que no era el fin de año que uno esperaba. Son las cosas que te pone la vida".

Sin dar mayores detalles, contó que sus hijas lo están ayudando en este duro trance pero que no pierde las esperanzas. "Ellas me están apuntalando de una manera infernal. Al final del año, a mí me levantaron la valla y vuelvo a caerme y vuelvo a caerme. Pero me voy a levantar seguro", concluyó. (Reporter)