ESTAR MUCHO
TIEMPO SENTADO ELEVA EL RIESGO DE ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
Lo prueban científicamente por primera
vez. Un estudio sobre el movimiento físico de 4.757 personas
demostró que las más estáticas poseían mayor circunferencia de
cintura, niveles bajos de colesterol bueno y predisposición a la
diabetes
Aun las personas que trabajan
sentadas pueden hacer algo por reducir el sedentarismo y mejorar su
salud. Un estudio de la Universidad de Queensland (Australia) mostró
que quienes se mueven más, tienen mejores resultados en algunos
indicadores de riesgo cardíaco.
Se sabe desde hace muchos años que la
falta de actividad física deteriora la calidad de vida y predispone
a varias enfermedades. Pero recién ahora se conoce el impacto del
sedentarismo prolongado. El estudio, publicado en la revista
European Heart Journal, fue realizado a partir de la Encuesta
Nacional de Salud y Nutrición de EE.UU., con datos de 4.757
personas, cuya edad promedio era de 46,5 años.
Todos llevaron durante una semana un
acelerómetro, para cuantificar el movimiento corporal y calcular la
energía gastada. A todos se les midió la circunferencia de cintura
–que revela la concentración de grasa en la zona abdominal, un
importante factor de riesgo cardiovascular–, la presión arterial, el
colesterol, los triglicéridos, la glucosa, la insulina y la
concentración de proteína C reactiva, un marcador de inflamación y,
por lo tanto, de riesgo cardíaco.
"Las personas que más tiempo pasaban
sentadas sin levantarse poseían una circunferencia de cintura mayor,
niveles más bajos de colesterol ‘bueno’ y mayores niveles de
triglicéridos y de proteína C reactiva", observó la doctora
Genevieve Haely, quien condujo la investigación.
"La grasa abdominal tiene un efecto
metabólico negativo, ya que lleva a la resistencia a la insulina.
Esto predispone al desarrollo de diabetes, aumenta los triglicéridos
en sangre (un tipo de grasa), predispone a la hipertensión arterial
y provoca un incremento de la inflamación, evidenciado en un aumento
de la proteína C reactiva", explica la doctora Ana María Salvati,
secretaria de la Sociedad Argentina de Cardiología.
Al respecto describe que "el tiempo
de sedentarismo, al permitir la descarga postural de los músculos
esqueléticos grandes, estimula la actividad de enzimas que promueven
la acumulación de grasa, sobre todo abdominal".
El sedentarismo ha ido aumentando a
lo largo de la historia de la humanidad, con el agravante de que
nuestro genoma está diseñado para ahorrar energía. Los hábitos
actuales implican un reducido consumo de calorías. Y el problema
sigue creciendo.
El estudio mostró otro aspecto
novedoso: el riesgo cardíaco que producen los períodos prolongados
de sedentarismo es independiente del ejercicio o actividad física
que se haga fuera de ese lapso. Es decir, matarse una hora diaria en
el gimnasio no compensa ocho horas atornillado en la silla.
Por otra parte, tiene menor
incidencia el tiempo de inactividad total acumulado durante el día,
que los períodos prolongados sin hacer pausas para moverse. A tono
con eso, esta investigación reveló que las mujeres eran más
sedentarias, pero hacían más pausas para moverse y tenían un perfil
cardiometabólico más favorable.
"Todo suma: en esas ocho horas
podemos trabajar para que el colesterol ‘bueno’ esté un poquito más
alto y el ‘malo’ un poquito más bajo. Cuando sintamos que caminar 30
minutos por día es imprescindible para la salud, no vamos a
negociarlo, y solos vamos a empezar a levantarnos de la silla",
observa la doctora Irene Ventriglia, médica de familia del Hospital
Italiano, editor del libro Sedentarismo , del que es coautora.
¿Cuánto hay que moverse en la
oficina? El estudio mostró que las pausas pueden ser de un minuto y
no necesariamente implican ejercicio, lo que significa que son
factibles de aplicar en muchos contextos.
Y no hay mayores diferencias entre
pausas largas y cortas, ni entre pausas menos o más activas.
"No se debería estar más de 20
minutos sin generar movimiento, ya que éste aumenta la circulación
sanguínea, y con eso se evita tensiones, contracturas, estrés y
molestias que irán acentuándose con el tiempo", recomienda Ulla
Hoffman, una profesora de educación física que enseña a oficinistas
a revertir la vocación de estatuas. Además, "hay muchos ejercicios
que se puede hacer estando sentado", agrega. "Y si además actividad
física , la persona realiza ejercicio físico –apunta Salvati–, los
beneficios serán mucho mayores"
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