Metió la cabeza
para ver si venía el ascensor y lo mato
Ricardo Exequiel Pérez (19 años) trabaja
desde hace tiempo para un ingeniero que realiza mantenimiento
eléctrico de todo el edificio de la clínica Yunes, ubicada en
Libertad casi Belgrano, en Santiago del Estero
Este martes, alrededor de las 10.30, el
operario se entrevistó en el quinto piso de la unidad sanitaria con
la jefa de mucamas, Mirta Luna, para saber si había algo para
reparar. Como la respuesta fue negativa, el muchacho se retiró para
continuar con otros trabajos.
Al parecer, el operario caminó unos pocos pasos, se paró frente a la
puerta de uno de los dos ascensores y los llamó. Supuestamente, como
demoraba, metió la cabeza por una ventana de la puerta de madera,
que no tenía vidrio, para mirar hacia el vacío, y ver dónde se
encontraba el ascensor.
Pérez miraba hacia los pisos de abajo, pero el ascensor en ese
momento bajaba desde el sexto piso. Con la cabeza adentro del
habitáculo, el piso del ascensor aplastó el cráneo del operario que
quedó entre el montacarga y la puerta. A pesar del peso, el ascensor
se detuvo; de lo contrario, podría haber decapitado al joven.
No hubo gritos, quejidos ni pedidos de auxilio, por lo que el
muchacho, al parecer, estuvo varios minutos atrapado con su cabeza
entre el ascensor y la puerta de ingreso al habitáculo metálico,
hasta que fue descubierto por la mucama.
El hecho sucedió en el quinto piso, donde la clínica tiene el
lavadero, la cocina, el depósito de los artículos que utilizan las
mucamas y de los medicamentos, el laboratorio de esterilización. Por
esta razón, es un piso con poco tránsito de gente; sólo es utilizado
por los empleados.
No obstante, minutos después de que el joven mantuviera un corto
diálogo con la jefa de mucamas, la mujer salió del depósito para
llevar algunos artículos hasta otro piso, oportunidad en la que vio
al operario con la cabeza adentro del habitáculo del ascensor.
La mucama pidió auxilio a un grupo de obreros que trabajaba en una
ampliación del quinto piso y luego arribó personal del centro de
salud, al tiempo que la seguridad privada impedía que pidieran desde
algún piso el ascensor, lo que complicaría aún más la desesperada
situación del operario.
Lograron abrir la puerta del otro ascensor que está al lado y, al
tratarse de dos máquinas juntas, intentaron correr con las manos la
puerta metálica del montacarga que aprisionaba a Pérez, pero sólo
fueron unos pocos centímetros. Hasta que decidieron alzar entre
todos a la víctima, poniéndola en forma vertical, lo que permitió
sacar su cabeza del habitáculo.
Inconsciente y con mucha sangre perdida, el muchacho fue colocado en
una camilla y trasladado al segundo piso, donde se encuentra la
terapia intensiva, donde quedó internado. Sin embargo falleció
durante la madrugada./elliberal.com
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