LAS 10 COMIDAS
QUE MAS ODIAN LOS ARGENTINOS
LAS 10 COMIDAS QUE MAS ODIAN LOS
ARGENTINOS
Por José Barki
Planeta JOY
1. Mondongo
Quienes detestan el mondongo suelen justificarlo con un argumento
bastante asqueroso: "es como comerse una frazada hervida o un chicle
con gusto a tripa". Tremendo palo para este plato que suele servirse
guisado con papas, arroz, arvejas y porotos. ¿Qué es el mondongo?
Son las partes del estómago de la vaca llamadas libro y cuajar. Esa
es la explicación técnica. Para los que lo odian, es algo tan feo
como tragarse una toalla caliente.
2. Hígado
A algunos se les hace agua la boca de sólo pensar en un higadito a
la veneciana, bien encebollado. Pero a la mayoría de los argentinos
ese platillo les da un asco casi visceral (justamente) y se ensañan
sin piedad con su textura sedosa. Por más hierro que tenga y más
médicos que recomienden su ingesta, el pueblo argentino le dice un
NO rotundo a esta comida.
3. Coliflor y repollitos de Bruselas
Si existiera un "Dios del Gas", se lo podría invocar comiendo
coliflor y repollitos de Bruselas, dos vegetales que jamás deberían
ser incluidos en una cena romántica. Sin embargo, aquí les contamos
un tip para que el coliflor no traiga efectos colaterales negativos:
hay que ponerlo en agua fría, esperar que hierva y luego añadir
nuevamente agua fría. Esa es la receta, pero no ponemos las manos en
el fuego.
4. Queso roquefort
El queso azul que busca imitar a al verdadero Roquefort (que sólo se
elabora en Francia) es uno de los alimentos más aborrecidos por
nuestros compatriotas. Sus enemigos no se andan con medias tintas y
aseguran que es tan oloroso que convierte en "intocable" a quien lo
ingiera. Los más intransigentes, inclusive se niegan a sentarse en
una mesa en la que esté presente este queso. Aseguran que su olor
apesta y arruina la velada.
5. Morcilla
Aquí se dividen las aguas, ya que en todo asado, "la negra" es tan
amada como odiada. Al probarla -dicen varios- sienten que devoran un
embutido de sangre coagulada y apelmazada. Y tienen toda la razón
del mundo, porque la morcilla es ni más ni menos que eso, ya sea
dulce o salada. En Uruguay se la rellena con pasas de uva, maní,
nueces y pedacitos de naranja. Pero los "anti-morcilleros" de alma
no se dejan seducir por adornos y las desprecian por igual.
6. Polenta
Algunos la recordarán con cariño, como el plato de la infancia o el
alimento "de batalla" durante la adolescencia. Otros la
redescubrieron en los últimos años, cuando tuvo su revival en
bodegones chic. Pero hay una gran mayoría que, simplemente, dirá que
no tiene gusto a nada (¿qué esperaban de la harina de maíz?), que es
insulsa y que tiene menos onda que Ricardo Montaner con sus
zapatillas de tenis blancas.
7. Chinchulines y riñones
"Largan una pastita horrible cuando los apretás", acusan los
detractores del chinchulín (técnicamente, el intestino delgado de la
vaca). "A veces tienen gusto a pis", apuntan quienes maldicen el
riñón. Estas dos achuras gozan de poca fama en los asados, por sus
sabores invasivos y sus claras reminiscencias a las vísceras
humanas. Pero más allá de las críticas, jamás dejan de venderse en
las carnicerías y siguen firmes en los menús de las parrillas y
otros restaurantes en versiones gourmet (como los ya clásicos
riñoncitos al verdeo).
8. Sushi
Para ser macho como Coco Silly, y formar parte de la troupe de
neandertales cuarentones de Alejandro Fantino, hay que ser enemigo
declarado del sushi. Esta comida de origen japonés cosecha
antipatías por doquier, con un par de argumentos machistas y
recurrentes. "Es para las minas", o "para llenarme tengo que tragar
como 50 piezas: para eso me lastro un buen bife de chorizo",
predican algunos de los más energúmenos detractores del pescado
crudo.
9. Ñoquis
Difícil creer que los ñoquis podían generar semejante malhumor. Será
que recuerdan a los empleados públicos de la Municipalidad o que
deprimen un poco porque se comen en familia, todos los 29, y siempre
se arma lío en la mesa. Ahora nos venimos a enterar que era mentira
eso de que a todo el mundo le gustan los clásicos ñoquis de papa.
10. Pescados en general
La sorpresa final es que el pescado, preparado en todas sus formas
posibles, también está en la lista de los alimentos más odiados. Tal
vez sea el apego a las carnes rojas lo que genera el rechazo a las
carnes blanca. Lo cierto es que acá a nadie le importa que estas
criaturas marinas sean ricas en ácidos grasos Omega-3 ni que los
esquimales, que se pasan la vida de filete en filete, vivan mil
años. Al fin y al cabo, ¿quien quiere ser esquimal? /Planeta Joy
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