Daniela Pérez González
LA NACION
Tener otra fuente de ingresos, insertarse o reinsertarse en el mercado laboral, trabajar en forma independiente y reducir los costos son algunos de los motivos que llevan a emprendedores a volcarse a Internet para montar sus empresas. Una de las principales plataformas para empezar con un proyecto propio es MercadoLibre , una de las compañías líderes en el comercio electrónico de América latina, que dispone de una herramienta que permite crear páginas web para vender productos o servicios en forma gratuita y personalizada, MercadoShops.
"Se ofrece la posibilidad de montar un negocio online en apenas unos minutos y con una inversión mínima, para llegar a mayor cantidad de compradores y aumentar la rentabilidad y la monetización de cualquier emprendimiento comercial", explica Juan Martín de la Serna, vicepresidente de MercadoLibre. A un año de haberse lanzado esta herramienta, que está disponible en la Argentina, Brasil, Chile y Colombia, 11.000 pymes crearon su propia tienda virtual en este sitio.
Majo Gallo eligió esta opción. En 2005 creó Mhoebius, empresa que comercializa equipos y accesorios para centros de estética. "Se necesita una vidriera, todo local la tiene, y nosotros armamos la nuestra en Mercado Libre porque consideramos que es una de las más vistosas", apunta Gallo, en referencia a la plataforma desde donde concreta el 60% de las ventas. El comienzo fue una etapa de prueba y error, pero después de dos años logró buenos resultados y hoy afirma que recibe cerca de 250 consultas diarias.
Solange Debuchy, socia de Puerta al Sur, negocio online de accesorios de lana para el hogar, coincide. "Lo prioritario era armar una buena página web. Saber mostrar los productos era tan importante como conseguir la materia prima", cuenta.
Para Víctor Valle, director de ventas online de Google para mercados de América latina, es clave que las pymes tengan presencia en Internet. Sin embargo, considera que no alcanza sólo con una página web. "Necesitan tener una buena presencia en buscadores, tanto en posicionamiento orgánico como a través de los enlaces patrocinados. Este debería ser el punto de partida de cualquier empresa", opina.
Durante más de 35 años, Graciela Imbrogno trabajó como tesorera en un banco. Preocupada por su futuro después de jubilarse, meses antes del retiro, decidió abocarse a la venta de fragancias en la Web. Así, en 2008 creó a través de MercadoLibre Graines Perfumes, que hoy constituye su principal fuente de ingresos y le da la posibilidad de llegar al público sin la necesidad de invertir en alquilar un local a la calle.
"También existen otros casos de emprendedores que se iniciaron vendiendo productos esporádicamente en la Red y luego consiguieron abrir un local", afirma De la Serna. Un ejemplo es Real-Color, que comenzó en 1999 comercializando cajitas de CD en MercadoLibre y hoy es una empresa de insumos para computadoras con 27 sucursales de venta a la calle, en las cuales tienen entre cuatro y seis empleados.
Similar es el caso de Olivetta's Handbags, una empresa de accesorios femeninos creada en 2009. "Después de recibirse de diseñadora de indumentaria, mi hija tuvo sus primeras entrevistas de trabajo en dos marcas de primera línea de carteras y zapatos, en donde sólo le ofrecieron empleo de vendedora, sin posibilidades de integrar el equipo de diseño", cuenta Mariana Sojo, que se asoció con su hija Agustina. "Entonces le sugerí que armara un proyecto propio." La primera inversión fue mínima, sólo 50 carteras, las ventas eran a conocidos y la principal plataforma para darse a conocer, Facebook . Luego, crearon su página web, participaron en distintas ferias de diseño y, dos años después, en mayo pasado, lograron abrir su primer local en Recoleta.
"Si bien los costos fijos son más altos, hay que mantener el stock y cumplir con un horario agotador, seguimos proyectando. Es un negocio que requiere inversión permanente para tener novedades, por lo que no se obtienen resultados inmediatamente, pero se puede vivir de esto si se le pone mucha creatividad y tiempo", asegura Mariana.
Maria Virginia Asseff, encargada de diseño y Comunicación de Lima Limona, empresa productora de objetos de decoración, bazar y accesorios, destaca el poder que tienen actualmente las redes sociales para difundir un proyecto: "No sólo te conectan con amigos, sino también con desconocidos que son posibles clientes". Asseff arrancó junto a su socia en 2009 con $ 8000, pero en un año y medio sumó tres colaboradores y logró incrementar los ingresos un 40%, parte del cual lo obtuvo mediante Facebook y Twitter .