La presidenta, Cristina Kirchner, llamó anteayer en el aniversario de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires a "convencer a los argentinos de que no hay que apostar al dólar, sino a las empresas instaladas en el país".
Pero el día después, la divisa trepó un centavo a $ 4,16, presionada por la demanda sostenida de empresas, inversores y ahorristas. Y todo esto, mientras la moneda estadounidense se deprecia en el mundo, en un momento en el que EE.UU. lucha por alejarse del default ¿Por qué ocurre esto?
La primera razón aludida por los analistas es el hábito local. "Es una cuestión cultural", dicen, en la que no falta el recuerdo del "Corralito" y la pesificación de depósitos, que pesa en las decisiones del ciudadano de a pie.
Otro argumento, vertido por analistas consultados por La Nacion , es que el consejo de la Presidenta generó, justamente, la reacción contraria por parte del público. Según un estudio de la consultora M & S, la demanda minorista, por un promedio de hasta 1000 dólares por persona, significó un 35% de la demanda.
Mientras tanto, el Banco Central intenta mantener el precio de la divisa con ventas al mercado que ayer llegaron hasta los 35 millones de dólares