PORQUE SOLO HAY
UNA ESPECIE DE HUMANOS?
No hace mucho tiempo, compartíamos
este planeta con muchas especies de humanos. Todas ellas eran
astutas, ingeniosas y excelentes cazadoras. Pero ¿qué les pasó? ¿Por
qué el Homo sapiens fue el único que sobrevivió?
Pese a que el origen de los humanos ha
desatado debates apasionados a lo largo de la historia, existe un
consenso entre los científicos: las diferentes especies de humanos
que han existido descendieron de criaturas que se parecían a los
simios y que caminaron erguidas en Africa, hace más de 6 millones de
años.
Esas criaturas tuvieron muchos descendientes, la mayoría de los
cuales se extinguieron.
La primera criatura que la ciencia identifica como humana vivió en
Africa hace dos millones de años. El Homo ergaster confeccionó
herramientas y se destacó en la caza. El estudio de sus huesos
indica que fue un poderoso corredor, capaz de desafiar a cualquier
velocista olímpico.
Se cree que el Homo ergaster enfrentó épocas de extensas y terribles
sequías que afectaron los bosques tropicales y que permitieron el
surgimiento de vastas áreas desérticas.
Los miembros de esas especies humanas estaban preparados para
enfrentar el calor. Su piel era lisa y, en gran medida, carente de
pelos. Eso les permitía sudar más "eficientemente".
El Homo ergaster, un devorador de carne, también podía desplazarse y
cazar al mediodía, cuando la mayoría de los animales descansaban.
Viajó grandes distancias. De hecho fue el primer humano que abandonó
Africa y colonizó Asia.
En su nuevo y exuberante ambiente, evolucionó y dejó de ser un Homo
ergaster para transformarse en el Homo erectus.
Información arqueológica señala que, aunque su población pudo no
haber sido muy numerosa, se dispersó en un área que se extiende
desde Turquía hasta China.
"Eran pequeños grupos de cazadores y recolectores", explicó el
profesor Chris Stringer, un antrópologo del Museo de Historia
Natural de Londres.
"Eran nómadas que se movilizaban por amplias zonas para conseguir
sus alimentos en un ambiente muy competitivo. En lo que respecta a
sus cuerpos -su forma y su constitución física- se parecían mucho a
nosotros", indicó el experto.
Estudios recientes demuestran que el Homo sapiens también abandonó
Africa, hace aproximadamente 120.000 años. Viajamos en pequeños
grupos, posiblemente no más de 100 personas en la primera ola
migratoria. Después nos esparcimos. Algunos llegaron a Europa, que
ya estaba ocupada por el Neandertal, mientras que otros se
desplazaron hacia el este hasta llegar a India. Hay evidencia
arqueológica de que arribaron a tiempo para un verdadero cataclismo.
Hace 74.000 años, el monte Toba, un volcán en el sureste asiático,
tuvo una actividad sin parangón. Se trató de la mayor erupción de
los últimos dos millones de años, calificada como una erupción
supervolcánica.
El volcán lanzó tanto azufre a la atmosfera que provocó una caída,
de varios grados, de las temperaturas en todo el planeta. Las rocas
fundidas que emanó cubrieron un área del tamaño del Reino Unido y se
estima que llegó a una profundidad de 10 metros. Produjo una gran
cantidad de cenizas que, arrastradas por los vientos, cubrieron
extensas área de Asia, incluyendo el subcontinente indio. De hecho,
dicen expertos, todavía hoy se encuentran sus vestigios.
Ya sea por los efectos de la actividad del monte Toba o por la
llegada de los humanos modernos, la erupción volcánica marcó el
punto más alto de la ocupación del Homo erectus en Asia.
En los siguientes 40.000 años, fueron sacados lentamente,
probablemente por una combinación de factores como el cambio
climático y la férrea competencia por conseguir alimentos, que
escaseaban, especialmente tras la expansión de los humanos modernos.
La respuesta más obvia es que teníamos cerebros más grandes. Pero
eso no es lo más determinante, aseguran los científicos. Lo que
realmente importa no es el tamaño del cerebro sino cuán grandes son
ciertas áreas del cerebro.
"Las partes del cerebro del Homo erectus dedicadas a controlar el
lenguaje y el habla no ocupaban un gran espacio", señaló John Shea,
profesor de paleontropología de la Universidad Stony Brook en Nueva
York.
"Uno de los elementos cruciales de las adaptaciones que hizo el Homo
sapiens es que combinó la compleja habilidad de planificar,
desarrollada en la sección frontal del cerebro, con el lenguaje y la
destreza de transmitir ideas entre ellos", dijo el experto.
La planificación, la comunicación e incluso el comercio están entre
los aspectos que permitieron el desarrollo de nuevas herramientas y
armas que se difundieron rápidamente entre la población. Registros
de fósiles indican que el Homo erectus elaboró la misma hacha
elemental por más de un millón de años. Nuestros ancestros, en
cambio, crearon armas más pequeñas y sofisticadas como la lanza, la
cual trajo ventajas evidentes a la hora de cazar y pelear.
De esa forma, el Homo sapiens superó a sus otros rivales humanos,
los Neandertales, quienes murieron 30.000 años, atrás cuando la era
del hielo limitó los suministros alimenticios.
"Incluso hace 100.000 años, habían varias especies humanas en la
Tierra y eso es algo que, en la actualidad, nos puede parecer raro.
Nosotros somos los únicos sobrevivientes de todos esos grandes
experimentos evolutivos de cómo ser humanos", aseveró Stringer.
El Homo erectus estuvo en Asia hasta hace 30.000 años. Pese a que se
extinguieron, dejaron descendientes en la isla de las Flores en
Indonesia. Esos humanos, los Homo floresiensis, también conocidos
como "Hobbits", sobrevivieron hasta hace unos 12.000 años atrás. Con
su partida nos quedamos solos, como la última especie humana en el
planeta.
"Existe un gran abismo entre nosotros y nuestros más cercanos
parientes primates: gorilas, chimpancés y bonobos, señaló el doctor
Shea. "Si ese abismo hubiese sido llenado por otros homínidos, el
vacío no sería tan amplio y la cadena evolutiva sería más gradual.
Nosotros nos consideramos especiales, pero quizás no lo somos tanto.
Un poco de humildad no le caería mal a nadie".
Por Michael Mosley, para BBC Mundo
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