MANUAL PARA
OCULTAR LA VERDAD - LAS 25 REGLAS DE LA DESINFORMACIÓN QUE SIGUEN
LOS POLITICOS Y MEDIOS
En la medida en que Internet y demás
medios aumentan el acceso a la información, las técnicas de
manipulación de la opinión pública y ocultamiento de la verdad se
van modificando. Estamos en la Era de la Desinformación, donde las
prácticas maquiavélicas operan más a través de la inundación, la
saturación y la tergiversación que del mero encubrimiento de
información
A continuación les presentamos una
traducción de las 25 Reglas de Desinformación del desinformador H.
Michael Sweeney. Estas reglas pueden usarse tanto para manipular a
los demás como para descubrir la manipulación de la que somos
objeto. Como todas las cosas, este manual está vacío, es decir, no
es bueno ni malo, es solamente potencia y puede ser lo que quieras.
Actualmente en Internet existen varias técnicas como crear perfiles
falsos en redes sociales, inventar expertos en temas científicos,
generar sitios de conspiración (y autogenerar teorías de la
conspiración), sembrar comentarios en los sitios de noticias o
sembrar rumores en las redes sociales para que se viralizen de
manera supuestamente orgánica.
Si bien estas 25 reglas de desinformación se encuentran redactadas
como un manual a seguir para un siniestro político, se pueden
aplicar para el establecimiento de una agenda política o para
influir en la opinión pública según una estrategia velada.
1. No obstante lo que sepas, no lo discutas, especialmente si eres
una figura pública o un conductor de noticias, etc. Si no se
reporta, no sucedió, y así no tienes que lidiar con los posibles
problemas (esto es: en nuestra era sólo lo que sucede en los medios
es real, lo demás es como una manzana que cae en un bosque vacío).
2. Conviértete en incrédulo e indignado. Evita discutir temas
importantes y enfócate en temas periféricos que pueden ser usados
para criticar a otro grupo considerado como “sagrado” por algún
sector de la población.
3. Evita discutir temas inconvenientes describiendo toda acusación,
independientemente de dónde venga, como meros rumores y
especulaciones. Si puedes asocia las acusaciones con rumores de
“Internet” y dí que se trata sólo de “teorías de la conspiración”.
4. Utiliza la técnica de “la falacia del espantapájaros”. Encuentra
un argumento en tu oponente que puedes fácilmente rebatir para
hacerte ver bien a su costa. Inventa un tema que en consideración
de tu oponente pueda ser fácilmente argumentado en su contra (sin
poder probarse) o explota las debilidades de tu oponente llevando la
discusión a sus puntos más endebles. Amplifica su importancia de tal
forma que las acusaciones que se te hacen parezcan refutarse y los
temas de fondo no lleguen a discutirse.
5. Distrae a tus oponentes etiquetándolos y ridiculizándolos con
títulos como “conservadores”, “radicales”, “terroristas”, “conspiranoicos”,
“racistas”, “fanáticos”, “liberales” “pervertidos sexuales”,
“ateos”, “fundamentalistas”, “homofóbicos”, etc.
6. Pega y corre. En cualquier foro público haz un ataque a tu
oponente (puede ser una persona o un tema) o a su posición en
cierto asunto de forma que puedas retirarte sin que el oponente
pueda contestar la acusación. Esto puede hacerse en programas de
televisión antes de un corte o en Internet ignorando los comentarios
(o editando) de los usuarios y de tu oponente.
7. Cuestiona motivos. Tergiversa o amplifica todo hecho que pueda
sugerir que tu oponente opera bajo una agenda personal oculta.
8. Invoca autoridad. Conserva tu autoridad o allégate algún tipo de
autoridad o experto para presentar tu argumento con suficientes
tecnicismos y jerga minuciosa para ilustrar que eres “alguien que
sabe”. (Esto es lo que en México se conoce como “un choro
mareador”).
9. En casos extremos: hazte el tonto. No obstante la evidencia o la
lógica de un argumento, evita discutir ciertos temas
deslegitimándolos, invalidando toda discusión.
10. Asocia a tus oponentes con noticias viejas o acusaciones
pasadas. Esto es especialmente útil antes de una discusión o un
evento en el que podrías ser cuestionado. Haz que tu equipo prepare
una acusación y fíltrala a los medios poco antes.
11. Haz falsas confesiones. Confiesa un mal menor de manera
candorosa para ganarte la simpatía de los demás como alguien que se
responsabiliza de sus actos. Esto sirve como un distractor de los
verdaderos temas que quieres evitar. (Un ejemplo de esto a gran
escala podría ser WikiLeaks, donde es posible que el mismo sistema
corrupto que WikiLeaks expone haga una especie de confesión de sus
“pecados menores” haciendo creer a las personas que lo que se filtra
son todos sus pecados o conductas corruptas y no hay nada más grave,
descalificando, por ejemplo, los ataques del 9/11).
12. Los enigmas no tienen soluciones. Llena de giros,
contradicciones y detalles complejos una situación para que parezca
demasiado difícil de resolver. Esto hará que la verdad se pierda
entre el arsenal de desinformación o que el público pierda interés.
13. Utiliza regresiones y digresiones para evitar llegar al punto de
un tema que te es inconveniente.
14. Exige soluciones completas. Evita los asuntos nodales
requiriendo que tus oponentes solucione el crimen (o el asunto en
cuestión) completamente. Argumenta que antes de solucionarse este
asunto (el cual es demasiado complejo) todo lo que se discuta son
suposiciones.
15. Llega a conclusiones alternas moldeando los hechos. Esto
requiere cierta creatividad y es básicamente una forma de alterar
las piezas de un rompecabezas para que formen la figura que
necesitas.
16. Desaparece la evidencia o los testigos. Esta es una de las
técnicas más usadas por la élite más poderosa: cuando detectan que
alguien está por hablar o cobrar importancia (y tiene un discurso
inconveniente) simplemente se desaparece (por ejemplo, en el caso de
John F. Kennedy).
17. Utiliza comparsas o colegas a través de los cuales puedas
cambiar el tema (estos sujetos pueden o no saber que son parte de
esta estratagema). Esta es una variación de la típica técnica del
chivo expiatorio, sólo que prefabricada.
18. Emocionaliza y antagoniza. Si estás por ser atacado lleva la
discusión a temas emocionales o antagónicos que cautiven la atención
de los demás. De igual forma toca puntos sensibles en tus oponentes
que puedan generar respuestas emocionales que los haga perder el
control. Esto también puede ser usado para distraer argumentando que
tus oponentes son ”demasiado sensibles a la crítica”.
19. Pide pruebas imposibles. Lleva la discusión hacia el
requerimiento de pruebas como exigencia para seguir discutiendo un
tema y pide pruebas que son demasiado difíciles de obtener pero que
tienen una cuota de relevancia sobre el tema que se discute.
20. Evidencia falsa. Introduce nueva información o pistas diseñadas
para entrar en conflicto con lo que presenta tu oponente. Esto es
útil para neutralizar temas sensibles e impedir su resolución.
21. Llama a una investigación legal o de algún cuerpo de poder que
pueda investigar los hechos. Seguramente al ser parte del sistema
podrás influenciar lo que se dice en el caso y lo que se filtra a
los medios, así como obtener una resolución benéfica. Esto te dará
mayor legitimidad. Esto puede usarse también como un movimiento
ofensivo al llevar a alguien inocente a un proceso judicial (este
persona puede ser un enemigo o simplemente alguien mediático que
acapare la atención del público).
22. Elabora una nueva verdad. Crea tu propio panel de expertos,
autores, líderes etc., o coopta a los existentes para forjar a
través de una investigación científica o académica una nueva versión
de los hechos o un tema que pueda distraer a la opinión pública.
Esto te permitirá, si es que llegas al punto de tener que discutir
el tema que quieres evitar, conseguir autoridad.
23. Crea eventos de distracción masiva. Similar a los anteriores
—sólo que explícitamente—, crear historias en las noticias que
acaparen la atención pública como una novela de suspenso es una de
las tácticas de desinformación más usadas (por ejemplo: El
Chupacabras, los mineros chilenos, etc.).
24. Silencia a tus críticos. Utiliza tu poder para sobornar o
chantajear a las personas que tienen información negativa sobre ti o
que se interponen en tu camino. (Esto es también una práctica común
de las empresas en el caso de la competencia para bloquear
innovación científica que va en contra de sus intréses económicos).
25. Desaparece. En caso de que las cosas se pongan demasiado
calientes en la cocina, simplemente date a la fuga. Tus conexiones
te mantendrán escudado y podrás vivir en un paraíso fiscal,
gastándote el dinero del erario tranquilamente. Y, ¿quién sabe? Tal
vez en unos años, con la memoria de corto plazo de la sociedad y tu
capacidad de ingeniería de la opinión pública, puedas regresar como
si nada hubiera ocurrido.
Fuente:
http://pijamasurf.com
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