CONSEJOS PARA
CUIDAR AL PERRO
Hay muchos mitos en torno al cuidado
de los perros:
1- El perro en un determinado momento
desconoce a su amo. Los perros crecen dentro de una manada. Un
macho dominante, al llegar a los dos años -cuando tiene los niveles
de testosterona más elevados- probablemente intente medirse con sus
pares para saber quién mandará. Entonces puede ser que desafíe a su
amo. Lo importante es poder marcarle pautas, de manera que haya una
buena adaptación a la vida en manada.
Dominante no es sinónimo de malo o de mordedor, sino de que se hará
cargo de determinadas situaciones de poder. Los perros dominantes
comen primero, sirven a las hembras y cumplen funciones de caza,
vigía y defensa, por eso prefieren dormir en lugares elevados o de
paso. Para que el desafío no se produzca, hay que educar al perro
con las pautas qué este requiere. Hay que acostumbrarlo a comer
después del dueño, a dormir en el lugar asignado y debe ser
entrenado para controlar su agresividad precozmente.
2- Tengo un perro agresivo, lo voy a cruzar para que se calme.
La agresividad no es un exceso de energía sexual. Y lo que hacemos
si cruzamos un perro de con esta característica, es reproducirla.
3- El perro tiene que cuidar la casa. Esto es algo que mucha
gente busca. Sólo debemos saber cómo vamos a educar a ese perro y
cómo nos vamos a imponer como dominantes teniendo en cuenta, además,
al los otros miembros de la familia. Las personas aspiran a que el
perro sea malo con los extraños y buenos con la familia. Eso es
posible. Tenemos que asegurarnos que reconozca a las personas de la
casa y que acepte su lugar dentro de la jauría. Pero puede suceder
que no reconozca a un amigo. En ese caso, siempre hay que tener la
precaución de guardar el animal cuando recibimos visitas.
4- Los Pitbull y los Dogo son malos. No existe una raza
maldita. Los perros son buenos naturalmente, pero pueden ser
desequilibrados o impredecibles, según la crianza y sus patrones
genéticos.
5- A las perras hay que cruzarlas por lo menos una vez. Un
mito causado quizás por nuestra humanidad. Una perra no necesita
tener hijos por los mismos motivos que una mujer. Los perros no
hacen nuestros vínculos. La perra va a defender a sus cachorros, los
va a alimentar y proteger, hasta que sus hormonas lo dicten. Después
sus descendientes pasarán a ser otros perros, que incluso pueden
darle servicio.
6- Dar dulces a un perro los dejará ciegos. Es importante
diferenciar entre los dulces aquellos que tengan chocolate. El cacao
es rico en una sustancia que se denomina teobromina, muy tóxica para
los perros, e ingerido en grandes cantidades puede llegar a matarlo.
Pero no es un cuadro que se presente habitualmente.
La relación de la ceguera con los dulces puede darse porque la gente
que suele darle dulces a los perros tiende a tener animales obesos,
y éstos sí están predispuestos a sufrir diabetes, y uno de los
signos de esta enfermedad son las cataratas. Pero no es cierto que
los dulces tengan alguna incidencia sobre la visión directamente.
7- Hay que pegarles a los perros para que aprendan. En muchas
situaciones no se necesita un golpe, pero sí imponer energía física.
Esto es posible con el uso de un collar de ahorque y los paseos. Lo
que te lleva exitosamente a tener un perro educado es el
conocimiento y el buen uso de la energía física. La mente de un
perro es simple, así que adelantarse a los errores que comete o
tomarse el trabajo de pescarlo in fraganti y retarlo (nunca pegarle)
redundará en un buen entendimiento. Hay que enseñarle a caminar, a
aceptar órdenes, a traer la pelota. Un perro incentivado es mucho
más calmo que otro que está solo o encerrado 10 horas al día.
8- No hay que subir los perros a la cama. Es una cuestión
personal. Lo que no hay que hacer es dejarlo cuando es cachorro y
luego pretender que no lo haga más. Si vas a dejar que se suba a la
cama o al sillón, tenés que saber que lo hará estando sucio, en celo
o embarrado. No son tantas las enfermedades que se transmiten de
perros a personas (zoonóticas), y con un plan sanitario de
desparasitación y vacunación, más allá de alguna pulga, no habrá
problemas de salud por compartir el sofá.
9- Hay que vacunar sólo a los cachorros. Hay que vacunar a
todos los perros, en varios momentos, porque las enfermedades
contra las que los defendemos son muy severas y pueden ser letales.
Los perros deben vacunarse a los 45 a 60 días con la quíntuple, en
intervalos de 21 días hasta los 4 meses, y luego una vez al año, de
por vida.
10- El perro desea lo que estoy comiendo. Podés darle a tu perro
todo lo que quieras, siempre que no supere el 10% de su dieta.
Compartir la comida con la mascota es una decisión arbitraria del
propietario. Le podés dar de tu bife, pero no te quejes cuando te
pida. El perro que no está acostumbrado a que le den, no pide.
11- El alimento balanceado es malo para la salud. No es lo
mismo un Súper Premium que un alimento de baja calidad. El
balanceado, entonces no se puede tomar como una categoría única. En
general los Súper Premium son más costosos, pero no quita que muchos
que no califican como tal sean caros y confundan a la gente, por eso
es importante consultar al veterinario y no guiarse por la
publicidad. Un buen alimento balanceado da al animal muchas más
posibilidades de vivir más y mejor.
12- Los perros y los gatos son enemigos. Todo dependerá de
cómo se vinculen. Será una relación particular entre cada gato y
cada perro. Los gatos que no son expuestos a los perros estarán
siempre más a la defensiva, y razas como Braco, Galgo, Pointer o
Weimaraner tenderán a perseguirlos, sobre todo si ven un
comportamiento de huída. Hay millones de ejemplos de convivencia de
perros y gatos, y la mayoría de la gente que tiene gatos, tiene
perros también.
13- Las perras castradas engordan, los perros castrados se afeminan.
En Tucumán no debemos dejar de tener en perspectiva el gravísimo
problema de la cantidad de perros abandonados, lo cual genera un
problema social tremendo. Entonces hay que pensar bien antes de
engendrar cachorros que nadie va a querer. En este sentido, cobra
relevancia la castración en machos y hembras.
El sobrepeso es uno de los temas que se consideran al momento de la
castración, pero de ninguna manera se puede decir que una perra
engordó porque la castraron como causa única de su obesidad. Cuando
se castra un animal se asume que se le quita una de las fuentes de
quema de energía, que se tendrá que compensar con restricciones en
la dieta o más ejercicio.
En los machos, hay un cambio de comportamiento luego de la
castración, benéfico en el caso de animales muy dominantes, por su
relación con la testosterona.
La castración es beneficiosa en ambos sexos, además, porque agrega
una herramienta para el control de la natalidad.
14- El perro es un animal doméstico. Sí, por excelencia, y
por eso mismo, que haya animales en la calle es un problema nuestro.
Cuando se adquiere, compra o adopta un perro, hay que saber que
estará con nosotros por lo menos 10 años, y comprender las
obligaciones para con él y las atenciones que necesitará.
15- Los perros mestizos son más inteligentes que los de raza.
Esto pasa por las individualidades. La inteligencia depende del
entrenamiento del perro, de una mezcla entre su facilidad para
aprender y la destreza de quien enseña. Las razas son creadas para
determinados fines: guarda, para alcanzar cosas, protección,
compañía. Conocer sus características facilita la decisión cuando se
busca una mascota. Los perros mestizos en este sentido son una
sorpresa, pero todo finalmente siempre dependerá de la educación.
Emma Lenis atiende en Veterinaria Coquena, Mate de Luna 4395. TE
435-5963, vetcoquena@gmail.com y en Facebook.
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