Agregar pagina a Sitios ArgentinaComo publicitar aquí   │  Noticias & medios   │  Contacto

 

 

Sitios Argentina - Notas & Noticias Destacadas e interesantes

 

CAMBIAN AL DIRECTOR DEL FMI EN UN MOMENTO CRITICO EN LA EUROZONA

El rescate de Grecia no funcionó y es posible que lo mismo suceda con Portugal. Irlanda no recuperó la salud y tampoco se sabe si España podrá manejar los ajustes

La visión de Dominique Strauss-Kahn, en ese momento director gerente del Fondo Monetario Internacional y posible candidato a la presidencia francesa, haciendo el desfile de los acusados fue pasmosa. Si los cargos son ciertos, este hombre capaz es un loco. Pero, a menos que el caso se derrumbe, el evento proyectará una larga sombra.
Strauss-Kahn, que ayer renunció, había resultado ser el hombre adecuado en el puesto adecuado en el momento adecuado. Al principio, tuve dudas sobre el nombramiento de otro francés, y político, para dirigir una institución internacional tan central. Me equivoqué. Strauss-Kahn demostró ser un ejecutivo audaz, un político eficaz y un economista competente. Esta combinación es muy rara. No es probable que ninguno de los candidatos en discusión haga el trabajo tan bien como él lo hizo durante lo peor de las crisis financieras.
Por supuesto, se esperaba que Strauss-Kahn dejara el FMI en breve, para competir por la presidencia francesa. Ciertamente, habría aportado a esta tarea habilidades de las cuales el actual presidente francés, Nicolas Sarkozy, carece: por encima de todo, peso intelectual y credibilidad con las autoridades en Alemania, la potencia de Europa.
Strauss-Kahn era una de las pocas autoridades europeas a las que la dirigencia alemana, en especial la canciller Angela Merkel, prestaba atención. En momentos cruciales, fue capaz de unir a los europeos. De hecho, incluso parecía capaz de reunir a un gobierno alemán dividido. No puedo imaginar quién podría reemplazarlo. Cuando existen tantas divisiones dentro de Europa y las decisiones que tenemos por delante son tan complejas y tensas, su ausencia se sentirá mucho.
Es fácil pensar en tecnócratas capaces en todo el mundo. También es posible pensar en personalidades políticamente eficaces. Nadie combina estas dos facetas tan bien como él. También surgirá la cuestión de la nacionalidad. Los europeos, sospecho, insistirán en que debe ser otro europeo, posiblemente Christine Lagarde, actual ministra francesa de finanzas. Los países emergentes presentarán sus propios candidatos. Sin embargo, dado el papel central que ahora juega el FMI en la zona del euro, como fuente de financiamiento y, más aún, de pericia, es difícil imaginar que los europeos cedan. Sospecho que EE.UU. los respaldará, en cuyo caso tendrán los votos.
La caída de Strauss-Kahn llega en un momento importante. El programa griego no ha funcionado como estaba previsto. Esto no es sorprendente: nunca pareció probable que lo hiciera. Hay una buena probabilidad de que a la larga lo mismo sea cierto del programa de 78.000 millones de euros (u$s 111.600 millones) de Portugal. Irlanda definitivamente no ha recuperado la salud. En un mundo de equilibrios múltiples, está lejos de ser seguro que España pueda manejar los ajustes.
La base económica subyacente de la crisis es evidentes. Durante la bonanza, varios países pudieron endeudarse más y en condiciones más favorables que nunca. Entonces, tuvieron enormes déficit de cuenta corriente. Esto resultó ser el indicador anticipado de las crisis futuras, no el déficit fiscal, como sostiene erradamente la sabiduría convencional alemana.
Ahora sabemos que la distinción entre el déficit y la deuda privados y el déficit y la deuda públicos es menos absoluto que lo pensado: la deuda privada se convierte en pública y los déficit privados, en déficit públicos, muy rápido. En una crisis, grandes déficit externos dan lugar a interrupciones súbitas en el financiamiento externo, y de ahí la necesidad de un apoyo oficial para financiar el déficit fiscal y de cuenta corriente en curso y la fuga de capitales.
Un país con un sector privado endeudado que trata de reducir un enorme déficit fiscal estructural debe generar mejoras compensatorias en su cuenta corriente. Es una cuestión de lógica. Considere a Portugal. Según el FMI, el año pasado tenía déficit de cuenta corriente de 10% del PBI, déficit fiscal de 7% y, así, un déficit implícito del sector privado de 3% del PIB.
Al margen de financiar el ajuste, alguien debe soportar las pérdidas de los impagos pasados. La zona del euro decidió que las pérdidas de los acreedores del sector privado deben ser socializadas y que la carga final caiga sobre los contribuyentes de los países con déficit. Estos sufrirán primero una contracción y luego años de austeridad fiscal. La justificación es el punto de vista, defendido especialmente por el Banco Central Europeo, de que la zona del euro no puede afrontar incumplimientos, ya sean en préstamos a los bancos o en préstamos a los gobiernos. Una vez más, se disuelve la distinción entre deuda pública y privada.
La estrategia de hoy requiere cada vez más financiamiento oficial por períodos más largos. ¿Llegará? Si no, alguien debe pensar de nuevo. Con Strauss-Kahn fuera, me pregunto quién liderará el camino

Compartir este articulo :

 

 

A B C D E F G H I J K L M N Ñ O P Q R S T U V W X Y Z

Sugerí tu sitio aquí            Argentina en Internet

 

Home  |  Cómo incluir tu Pagina aquí  |  Noticias & Actualidad  |  Publicidad & Consultas
 
© Copyright 2001 - 2021 Sitios Argentina .com.ar | Permitido el uso del contenido citando la fuente.