Vivimos en un mundo de apariencias
donde incluso nuestra intimidad sexual en muchos casos se ve
trastocada por la hipocresía o la presión social de ajustarnos a los
paradigmas. Quizás uno de los pocos lugares donde en realidad nos
desnudamos es ante el buscador de nuestra computadora (si es que no
compartimos esa computadora y no somos vigilados por una pareja
obsesiva). De esta forma resulta que probablemente la mejor
radiografía de nuestras preferencias, perversiones y fantasias
sexuales es el internet, las páginas que navegamos y lo que buscamos
en ellas
Los autores de A Billion Wicked
Thoughts, Ogas y Gaddam, han realizado el que llaman “el estudio
más grande de sexualidad humana” analizando los resultados de
mil millones de búsquedas anónimas, novelas románticas
digitalizadas, videos eróticos, anuncios personales y el
contenido de sitios web. Además, los autores invocan sus
conocimientos en neurociencia para intentar explicar por qué
surfeamos las olas de data sexual que surfeamos.
Algunos de los hallazgos:
• Los hombres heterosexual disfrutan
de una variedad de erótica mayor de la que se imagina
comúnmente, incluyendo sitios dedicados a mujeres de edad
avanzada y transexuales.
* Los fetiches de los pies no son
una desviación; los hombres están evolutivamente cableados a
buscar pies pequeños (una señal de alta producción de estrógeno,
lo que es una señal de fertilidad).
* Los hombres gay y los hombres
heterosexuales tienen cerebros idénticos y gustan de las mismas
partes del cuerpo, en orden de preferenica: pechos, gluteos,
pies.
* Los hombres heterosexuales
prefieren mujeres de complexión más pesada a mujeres delgadas.
* Mujeres heterosexuales disfrutan
leer y ver romances entre dos hombres –especialmente cuando el
enfoque es emocional. (La audiencia más grande de la película
“Brokeback Mountain” (sobre dos vaqueros gay) fueron las mujeres
heterosexuales).
* Los hombres heterosexuales tienen
una fascinación con los penes de los demás hombres (curiosamente
la palabra falo y la palabra fascinación comparten etimología).
*Los hombres fantasían muchos más
sobre sexo grupal que las mujeres y colocan a más hombres que
mujeres en la acción.
* Los hombres heterosexuales
prefieren el porno amateur en línea, posiblemente porque se
percibe como auténtico y, según los autores esto tiene que ver
con que un orgasmo fingido en línea es tan desilusionante como
en la vida real (aunque el porno amateur es generalmente un
simulacro de “amateur”).
• Una de los ámbitos de mayor
interés en la sexualidad es la dominación y la sumisión, siendo
las mujeres heterosexuales y los hombres gay los que están más
interesados en la sumisión.
• Los hombres gay disfrutan en gran
cantidad del porno heterosexual.
• El término más buscado en PornHub
no es “adolescentes” o “cheerleaders”, sino, bizarramente
freudiano, “mamá” (¿transubstanciación de la diosa madre en la
MILF?
• Los autores concluyen que los
hombres ven al cuerpo de las mujeres como un objeto y que las
muejeres necesitan sentirse seguras y deseadas además de
atraídas sexualmente para disfrutar de su sexualidad. Después de
mil millones de búsquedas analizadas llegan a la misma
conclusión que un adolescente después de haber leído su primera
revista de COSMO. (Business
Insider)
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