MASTURBACION
COMPULSIVA - SINTOMAS Y TRATAMIENTO
Masturbarse es parte de la sexualidad tanto femenina como
masculina, sin embargo cuando se dejan cosas de lado o cuando la
pareja ya no despierta deseo, sí se puede volver un problema
Sobre la masturbación hay muchos mitos y tabúes, pero lo que sí es
cierto es que no sólo no es perjudicial para la salud sino que puede
contribuir a mejorarla.
Sin embargo, muchos varones caen en el exceso del autoplacer, hasta
terminar en la masturbación compulsiva.
Los hombres que padecen este problema por lo general acuden a las
consultas de sexólogos, preferentemente solos aunque tengan pareja,
y plantean la dificultad de carecer de deseo sexual.
No es frecuente que lleguen a presentar síntomas físicos: orgasmos
secos o sangre en semen, aunque pueden darse. La problemática más
usual son las dificultades en relación con la pareja y sociales en
general.
El cese de deseo hacía la pareja claramente trae problemas. En los
casos más severos, la pérdida de tiempo y dinero para descargarse
material pornográfico llegan a interferir con el trabajo y las
relaciones sociales habituales, según explican los sexólogos Pérez,
J. J. Borrás y X. Zubieta, en un artículo publicado en la web
soitu.es.
Los tratamientos pueden ser a través de terapias, pero si el
trastorno es más severo y el individuo tiene una personalidad
compulsiva se recure a terapia farmacológica.
Adicción a la Masturbación — ¿Qué es la
Adicción a la Masturbación?
La adicción a la masturbación, para ponerlo sencillamente, es la
necesidad compulsiva de masturbarse. La necesidad se vuelve tan
sobrecogedora, que el adicto no tiene el poder para evitar
masturbarse. Este poderoso deseo está en la base de la mayoría de
las formas de adicción sexual. La necesidad de ver pornografía, es
usualmente un precursor de la masturbación. Las formas más avanzadas
de adicción sexual, tales como múltiples relaciones, sexo con
prostitutas u otras actividades ilegales, tienen generalmente sus
inicios en la masturbación. La adicción a la masturbación, es
conocida como una adicción de “proceso”, en oposición a la adicción
a sustancias como el alcohol o las drogas. En una adicción de
proceso, el sentimiento eufórico o estimulante, proviene de químicos
liberados en el cerebro, en lugar de una fuente externa. A medida
que la mente se acostumbra a la liberación de estos químicos, busca
recursos contínuos para obtener esa estimulación.
En la superficie, la masturbación podría parecer inofensiva. Después
de todo, es simplemente sexo contigo mismo. Pero hay más en la
masturbación que lo que el ojo puede ver. Dado que somos seres de
tres componentes —cuerpo, alma y espíritu—, la masturbación nos
afecta física, emocional y espiritualmente. Antes de adentrarnos en
los efectos negativos de la masturbación, permíteme asegurarte que
estos son reales y que yo los he experimentado en mi propia vida.
Adicción a la Masturbación — Efectos Físicos
Como ya lo habíamos mencionado, el “estímulo” de la adicción a la
masturbación, proviene de la generación de químicos que son
liberados dentro del cerebro durante el orgasmo. Cuando el cerebro
comienza a necesitar este “estímulo”, el adicto se entrena para
llegar al clímax más rápido y más a menudo. Además, el adicto se
acostumbra a las sensaciones de la masturbación, en ocasiones al
punto de que la actividad sexual “normal” no es satisfactoria. Woody
Allen tenía una línea en una de sus películas: “Soy bueno en el
sexo; practico mucho cuando estoy solo”. Aunque esa línea puede
parecer graciosa, minimiza el problema físico de la masturbación. Al
practicar masturbación, el adicto se satisface en una actividad
intensa y corta con clímax rápido. Desafortunadamente, esto no es
muy satisfactorio para una esposa en una relación sexual.
Adicción a la Masturbación — Aspectos Espirituales y Emocionales
La masturbación, por su propia naturaleza, es un acto egoísta. Dado
que estás teniendo sexo contigo mismo, no hay necesidad de complacer
a nadie más. La naturaleza emocional tiende a seguir el mismo curso.
Dado que el sexo se convierte en algo más que otra manera de
satisfacer tus propias necesidades físicas, así también la tendencia
es ignorar las necesidades emocionales de tu esposa. Ella se
convierte en nada más que un objeto de tu satisfacción sexual. En mi
propio matrimonio, esto llevó al punto en el que yo no necesitaba a
mi esposa, ni física ni emocionalmente, así que comencé a cerrarme
completamente a ella. Esto nos llevó a la separación y al divorcio,
luego de trece años de matrimonio.
Mucha gente es rápida para señalar que la masturbación no está
específicamente mencionada en la Biblia, así que no debe haber nada
malo en ella. Algunos señalarán a la historia de Onán en Génesis
38:10, como un ejemplo de masturbación condenada en la Biblia. Sin
embargo, en el contexto, puede argumentarse que la maldad de Onán
tenía raíces en su renuencia a darle un heredero a su hermano
muerto. Se necesitó la declaración radical de Jesús en Mateo 5:28
para mostrar la naturaleza pecaminosa de la masturbación: “Pero yo
les digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha
cometido adulterio con ella en el corazón”. Dado que la masturbación
está casi siempre acompañada de pensamientos lujuriosos, de acuerdo
a las palabras de Jesús, es prácticamente lo mismo que adulterio,
que es definitivamente un pecado.
Adicción a la Masturbación — ¿Cómo Saber Si Soy Un Adicto?
La maner más fácil para saber si tienes una adicción a la
masturbación, sería parar. Trata de abstenerte de la masturbación o
de cualquier forma de sexo fuera del matrimonio por treinta días. Si
puedes aguantar este tiempo sin masturbarte en tu primer intento,
probablemente no seas adicto. Sin embargo, es posible que quieras
considerar dejarlo de cualquier manera por el bien de tus
relaciones. Si como yo, eres apenas capaz de aguantar más de dos o
tres días, aparentemente tienes un problema de adicción. Dado que la
masturbación afecta al cuerpo, alma y espíritu, la recuperación debe
llevarse a cabo en las tres áreas. La recuperación física involucra
abstinencia. Hemos mencionado anteriormente que esto es una cosa
difícil, por no decir imposible, en nuestras propias fuerzas, por lo
que necesitamos el apoyo emocional que solo puede venir de la
búsqueda de gente responsable. Esto podría incluir consejería con un
consejero cristiano experimentado en temas de adicción sexual o
uniéndose a un grupo de apoyo para pecados sexuales en línea. Este
puede ser un paso intimidante, ya que la adicción a la masturbación
tiende a ser un pecado oculto y hay un sentimiento de vergüenza al
admitir esta lucha. Y ese sentimiento de vergüenza puede evitar que
nosotros pidamos perdón a Aquel que lo da libremente. Pero esa
sanidad y renovación espiritual es una parte determinante del
proceso de recuperación. http://www.allaboutlifechallenges.org
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