LAS 10
PREDICCIONES CATASTRÓFICAS QUE SE HICIERON REALIDAD
Las predicciones de lo que sucederá
en el futuro están presentes en cada cultura de la historia. Desde
las grandes religiones monoteístas como el cristianismo y judaísmo
hasta los científicos que tratan de establecer patrones acerca del
comportamiento de la naturaleza o sociedad
Durante el siglo XX, escritores, basados
en sus conocimientos científicos y en su gran imaginación previeron
la aparición de la red global de información Internet, el sistema
satelital de telecomunicaciones y la aparición de consolas de
videojuegos de realidad virtual.
El sitio weirdworm.com publicó diez de estas predicciones que se
hicieron realidad a través de los años. Comencemos con Julio Verne
quien señala dos:
1 y 2. Julio Verne. Su desbordada imaginación y su
capacidad analítica, le llevaron a incluir en sus novelas vaticinios
que aún siguen cumpliéndose, en materia tanto tecnológica y
científica como en geografía, política, economía, sociología y
ecología.
Por ejemplo, el submarino Nautilus capitaneado por Nemo en la novela
20.000 leguas de viaje submarino está propulsado por una forma de
energía limpia e inagotable.
Y en 1865, el escritor francés publicó la novela De la Tierra a la
Luna en la que anticipó detalles de lo que 113 años después sería la
primera misión espacial tripulada a nuestro satélite.
3. En el 2008, los sacerdotes de la santería
cubana, los "babalawos", vaticinaron un año marcado por las
catástrofes climatológicas, el aumento del robo con violencia, las
enfermedades mentales y la "deformación" juvenil.
Ese mismo año, pasaron por el territorio mexicano varios huracanes
que dejaron desgracia, pobreza y enfermedad a su paso. Tal fue el
caso de Dolly, que de depresión tropical terminó en huracán a su
paso por Veracruz, Tabasco y parte de Quintana Roo.
4. William Gibson. A este escritor norteamericano
se le considera el padre del cyberpunk, un movimiento que conjunta
el desarrollo de las tecnologías de la información con la
descomposición social, y fue el primero en desarrollar el concepto
de ciberespacio para referirse al espacio virtual creado por las
redes digitales.
Su novela Neuromancer se considera una de las más importantes de la
década, en ella se desarrollaron por primera vez el concepto de
realidad virtual. Este libro publicado en 1984, hablaba del mundo
virtual en el que los negocios y las relaciones humanas se llevaban
a cabo a través de máquinas y cables.
Lo que Gibson imaginó como una red global en la que las personas
compartieran una nueva vida y todas las actividades humanas tuvieran
su equivalencia se convirtió en lo que hoy conocemos como internet.
5. Arthur C. Clarke. En 1945 el escritor de ciencia
ficción publicó un artículo llamado Extra-terrestrial Relays en la
revista Wireless World; en él explicaba como una red de satélites
que orbitaran alrededor de la Tierra proveerían telecomunicaciones
eficientes. La idea de Clarke se llevó a cabo doce años después
cuando la Unión Soviética puso en órbita el satélite Sputnik I.
De acuerdo a una entrevista posterior, Clarke creía que era
imposible que los satélites se pusieran en órbita antes del fin del
siglo XX por lo que no patentó el artículo y sólo cobró los 15
dólares que ofrecía la revista.
En el libro "Las Fuentes del Paraíso" que escribió en 1959, Clarke
planteaba la posibilidad de construir un ascensor espacial en el que
se pudieran elevar cargas y personas hacia el espacio exterior.
Aunque es una de sus ideas que no se ha llevado a cabo, la NASA aún
contempla la posibilidad de poder construir una máquina similar.
6. Jimmy Peterford. En 1991 la revista Nintendo
Power publicó las respuestas de sus lectores acerca de cómo sería su
consola de video juegos ideal, Peterfor de Nueva York fue uno de los
afortunados que vieron impresa su respuesta en la revista. En ella
describía una consola muy parecida al Nintendo Wii que vería la luz
en 2005.
Peterford imaginó un juego de 512 bits, muy parecido a los 512
megabytes con los que funciona la consola Wii; además de predecir
controles con más de 20 botones, más de 20 millones de colores en
pantalla (la consola permite ver más de 16 millones), y una banda
que tuviera todas las canciones disponibles y un juego que se
llamaría Mario Galaxy, mismo nombre usado para un título que
apareció en 2007.
7. Robert Heinlein. Al igual que Arthur Clarke, fue
un escritor de ciencia ficción que en sus libros imaginaba los
dispositivos más raros. En 1942, en su libro Beyond the Horizon,
Heinlein presentaba una especie de secretaria robot que era capaz de
grabar las llamadas telefónicas. La primer máquina contestadora fue
patentada en Japón en 1983.
Otro de los artefactos favoritos de sus libros eran las camas de
agua que aparecen en sus libros Double Star de 1956 y Stranger in a
Strange Land de 1961. En 1968, Charles Hall, quien patentó un diseño
de colchón de agua se mostró decepcionado debido a que su
dispositivo no era tan bueno como el que había relatado Heinlein.
8 y 9. Los Simpson. En un capítulo de 1995 llamado
"Lisa's Wedding", los guionistas plasmaron sus predicciones sobre
cómo sería el mundo el 2010.
El peak de las celebridades detrás de las rejas: Los Simpson bien
sabían que la farándula vendía y seguiría vendiendo en los años
venideros. Por ello, en su especial capítulo el noticiero de Kent
Brockman comentaba que si veías a algún famoso debías escapar porque
eran personas altamente peligrosas. En la actualidad, poco
sorprenden las noticias de estrellas como Britney Spears, Mel Gibson
o Paris Hilton volviéndose locas y pagando sus pecados en la cárcel.
Videojuegos controlados con el movimiento: el mundo sería un lugar
muy distinto sin dispositivos como Nintendo Wii o Kinetic para
entretenernos. Así lo pensaron Los Simpson cuando pusieron a Bart
jugando en el Bar de Moe una especie de pool y dardos virtuales con
lentes especiales en los ojos.
10. Morgan Robertson. En 1898 publicó la novela
Futility, la historia de un barco llamado Titán que sería el navío
más grande del mundo y que, al igual que el RMS Titanic, catorce
años después se hundiría al chocar en contra de un iceberg.
La novela de Robertson tiene muchas coincidencias con el barco, el
número de muertos por ejemplo; las víctimas en la ficción eran 2 mil
500 mientras que en abril de 1912 murieron 2 mil 223 pasajeros, el
lugar donde se hundió, en el Atlántico norte a 400 millas de
Terranova.
Fuente: de10.com.mx
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