A pesar de ser una de las palabras más utilizadas por el argentino promedio, "inflación" no figura entre las preferidas en el léxico de la presidenta Cristina Fernández, si se tiene en cuenta que apenas la pronunció cuatro veces en los 627 discursos que ofreció desde que asumió la Primera Magistratura.

De acuerdo con el sitio oficial de Presidencia de la Nación en Internet, en los discursos pronunciados desde el 20 de diciembre de 2007 hasta el del 8 de febrero pasado, la jefa de Estado nunca pronunció el polémico vocablo, a pesar de que el ministro de Planificación, Julio De Vido, asegurara hoy que la había dicho "varias veces" a lo largo de su gestión.

La primera vez que la palabra "inflación" brotó de los labios de la presidenta fue el 9 de febrero de este año, en un discurso sobre el Desarrollo de Mercados concentradores regionales: "si además como dicen hubo una inflación del 30 ó 40 por ciento por año, el tomate debería estar a un precio que uno no sabría si ir a la verdulería o a la joyería, porque alcanzaría precios altísimos", señaló entonces.

El 7 de abril fue la segunda oportunidad, en el lanzamiento del Plan Federal de ganados y carnes: "los consumidores argentinos hemos tenido que pagar un precio mayor también por el precio de la carne: 4 puntos de la inflación son por la evolución del precio de la carne. ¿Por qué tanto? Y por una razón muy sencilla, la carne tiene una altísima ponderación en el Índice de Precios del Consumidor porque no solamente es una costumbre alimentaria muy arraigada en los argentinos, sino que además también impacta en otros rubros del Índice de Precios, como por ejemplo esparcimiento, en el rubro restaurante, comidas, salidas donde también se incorpora el precio de la carne".

Tuvieron que pasar seis meses para que Cristina Fernández volviera a decir "inflación". Fue el 5 de octubre, en la presentación del Plan Estratégico Industrial 2020: "La crisis que hoy tiene el mundo es el problema que se da, fundamentalmente, y se da -miren ustedes que curioso y si me permiten una digresión- con los monetaristas, los que han sido los grandes defensores de las metas de inflación y que entonces, en base a las metas de inflación, había que sacrificar el crecimiento, no recalentar la economía".

La cuarta y, hasta el momento, última ocasión fue el martes en la Conferencia de la Unión Industrial Argentina: "Hay que comenzar a ver por ejemplo en las grandes industrias y sobre todo fundamentalmente en lo que son los grandes temas, inversión, cuestiones salariales, inflación, subsidios, hay que comenzar a hablar y a analizar con sintonía fina"