El obispo emérito de Morón, monseñor Justo Laguna, falleció en la madrugada de este jueves a los 82 años, luego de ser sometido a una intervención quirúrgica.

Fuentes del Obispado de Morón confirmaron que el fallecimiento de Laguna se produjo alrededor de las 3 y sus restos serán velados en la Catedral de ese distrito del oeste del Gran Buenos Aires.

La hermana de Laguna dijo en Radio La Red: "Lo operaron ayer (por el miércoles) y falleció a la madrugada, del corazón, no lo esperábamos. No parecía que iba a ser una cosa así, pero cuando uno se somete a una operacion no se sabe en qué va a terminar", lamentó Celia, quien confirmó que será velado en la Catedral de Morón.

Monseñor Justo Oscar Laguna murió dejando un importante legado, tras casi 25 años de labor pastoral al frente de la diócesis de Morón y siendo, con altibajos, uno de los obispos más influyentes del escenario político nacional.

A lo largo de sus más de 35 años como obispo, su estilo "mediático" cosechó adherentes y detractores, tanto hacia adentro como afuera de la Iglesia.

Vida y obra de un religioso influyente

Laguna nació en Buenos Aires y fue ordenado en 1954. Primero fue párroco nada menos que de la Catedral de San Isidro por 9 años, director espiritual y rector del seminario por dos décadas; fue fiscal eclesiástico, canciller en el año 1961 y vicario general de 1962 a 1980.

Uno de los puntos centrales de su labor fue el trabajo que desarrolló junto con los obispos Jaime de Nevares y Miguel Hesayne, cuando oficiaba de “enlace” ante la última dictadura militar por los reclamos ante las desapariciones de personas.

Tras la guerra de las Islas Malvinas, y siendo presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, encabezó el llamado "servicio de reconciliación", un proceso de diálogo tendiente a facilitar el retorno a la institucionalidad democrática, grupo que por primera vez recibió en la sede del Episcopado a los miembros del partido Comunista.

A monseñor Laguna también se le atribuye haber sido el mentor del documento "Iglesia y Comunidad Nacional", que abogaba en 1981 por el reestablecimiento de los poderes constitucionales.

En la época que fue párroco inició la larga amistad que siempre mantuvo con el obispo Jorge Casaretto. El 25 de enero de 1980 Juan Pablo II lo nombró Obispo de Morón e inició su ministerio pastoral en esta diócesis el 22 de marzo del mismo año.

Moderado pero polémico, Laguna fue un crítico de las políticas de algunos gobiernos como el de Carlos Menem, y quien se pronunciara en favor de la unión homosexual. En una de sus declaraciones, se refería al divorcio: "El divorcio es un mal, pero es un mal para los católicos, y no podemos imponer en una sociedad plural una ley que toca a los católicos. Son los católicos los que tienen que cumplirla y no el resto".

Forjó una sólida amistad con el ex presidente Raúl Alfonsín, que comenzó en el primer año de mandato de éste, cuando se conocieron con motivo de la mediación papal por el canal de Beagle.

De hecho, Laguna fue quien, el 1 de abril de 2009 le impartió la extrema unción al ex presidente en su lecho de muerte.

Laguna mantuvo un fluido diálogo con el matrimonio presidencial, aun después de dejar el obispado, al punto que rezó un responso, junto a Jorge Casaretto, en la Casa Rosada a raíz de la muerte de Néstor Kirchner.

El escándalo tampoco dejó de tocar a su puerta, sobre todo por sus "erradas decisiones" -según se dijo entonces- ante el confuso crimen de padre Mario Borgione (1996) y la acusación y condena por abuso sexual a menores que todavía pesa sobre el padre Julio César Grassi.

Fuentes: Noticias Argentinas, Minutouno.com y A24.com