Max Schrems, un estudiante de derecho austríaco
de 24 años, decidió enfrentarse al gigante de la red social,
Facebook, y declararle un juicio tras descubrir que la red
mantenía 1.200 páginas con datos personales suyos a pesar de que
ya había cerrado su cuenta hacía más de tres meses.
Schrems pidió a Facebook una copia de sus datos
en el mes de junio, y a partir de ahí cuando recibió el CD que
contenía toda su información se dio cuenta de que ese contenido,
previamente suprimido de su perfil en los tres años que llevaba
unido a esta red, aún permanecía.
Tras descubrir este hecho, se puso en contacto
con la Comisión de Protección de Datos Irlanda y, si esta
averiguara en su auditoria que Facebook o cualquier empleado era
culpable de violar la ley de protección de datos, tendría una
pena máxima de multa de 100.000 euros.
Entre las páginas recopiladas del denunciante,
se encontró un registro de todos sus movimientos (chats, fotos,
solicitudes). Dicha información estaba dividida en 57 categorías
e incluía direcciones de correo electrónico.
Por su parte, este austriaco, ha hecho un
llamamiento a todos los usuarios para que sigan su ejemplo,
pues, resulta "aterrador" toda la información que Facebook tiene
en su poder, "la información es poder, y la información acerca
de las personas es el poder sobre la gente", ha concluido. Para
solicitar los datos, los ciudadanos de la Unión Europea
simplemente tienen que rellenar un formulario de solicitud y
enviarlo.
Por lo que respecta a España, la Asociación para
la Prevención y Estudio de Delitos, Abusos y Negligencias en
Informática y Comunicaciones Avanzadas (APEDANICA) ha puesto en
conocimiento de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD)
este caso y ha solicitado que estudie las 22 denuncias