Muamar Khadafi está muerto.
Más de 40 años después de tomar el poder en Libia y tras
ocho meses de revolución y guerra contra su régimen
dictatorial, el coronel falleció este jueves a manos de
los rebeldes en circunstancias aún no aclaradas
"Murió en un ataque de los
combatientes. Hay imágenes", aseguró el ’ministro’ de Información
del Gobierno rebelde, Mahmud Shammam. Sin embargo, una grabación
difundida por Al Yazira muestra al coronel vivo en medio de varios
milicianos rebeldes. En el vídeo, el dictador está herido, pero
parece poder caminar sin demasiados problemas, lo que sugiere que
Khadafi podría haber sido ejecutado a sangre fría.
Su desaparición se produjo el mismo día en que el Consejo Nacional
de Transición (CNT) anunció la "liberación" de Sirte, su ciudad
natal, cuya simbólica caída marca el fin de la guerra y el despegue
de la transición hacia la democracia. Habían pasado apenas unos
minutos del anuncio de la caída de esta localidad cuando los
combatientes encontraron a Gadafi escondido. "¡No disparéis, no
disparéis!" fue el grito de súplica del tirano a sus captores, de
acuerdo con uno de ellos.
El dictador derrocado, de 69 años, falleció poco después de ser
capturado. "Hubo un intenso tiroteo contra su grupo y murió", indicó
a Reuters el dirigente del CNT Abdel Majid Mlegta. Sin embargo, aún
está pendiente de aclarar si Gadafi realmente falleció por las
heridas que le provocó un bombardeo de la OTAN o si fueron los
rebeldes quienes le dieron el ’tiro de gracia’ tras localizarlo. Una
hipótesis que toma fuerza tras las imágenes difundidas por Al
Yazira.
En la mencionada grabación, también se ve a un combatiente que
parece apuntar con su pistola al coronel, pero la mala calidad del
vídeo hace que sea imposible saber si llegó a utilizar el arma.
Luego las imágenes muestran a los rebeldes que obligan a Gadafi a
subirse a un vehículo atestado de milicianos revolucionarios.
Por su parte, la OTAN confirmó que sus aviones dispararon contra un
convoy en las inmediaciones de Sirte, pero no especificó si Gadafi
iba a bordo de uno de los vehículos. El bombardeo tuvo lugar
"aproximadamente" a las 08.30, hora local (06.30 GMT).
El Ministro francés de Defensa, Gérard Longuet, explicó que aviones
franceses identificaron y "pararon" el convoy militar en el que se
encontraba el dictador, antes de que éste fuera atacado.
El convoy, de "varias decenas de vehículos", según declaraciones
recogidas por los medios galos, fue detenido cuando intentaba huir
de Sirte "pero no fue destruido por la intervención francesa",
precisó el titular de Defensa. Según Longuet, combatientes libios
intervinieron después y destruyeron los vehículos, "de los que salió
el coronel Gadafi".
El cadáver, expuesto
A primera hora de la tarde, France Presse divulgó una fotografía
tomada con un teléfono móvil que muestra el momento en que Gadafi es
capturado con sangre en su rostro y en su ropa. También la
televisión Al Yazira mostró las imágenes de los combatientes
envolviendo el cuerpo en una manta y zarandeándolo ante la cámara.
Son imágenes tomadas supuestamente después del vídeo que muestra al
coronel aún con vida.
De acuerdo con los líderes rebeldes, los restos de Gadafi fueron
trasladados a un "lugar secreto" en la ciudad de Misrata por razones
de seguridad. Al Yazira y Al Arabiya difundieron versiones
contradictorias sobre el paradero del cadáver: según la primera, se
encuentra en una mezquita; para la segunda, está en un centro
comercial en el barrio de Souq Tawansa.
Un doctor libio que trabaja en Misrata relató a un canal de
televisión que Gadafi falleció por las heridas letales de bala que
recibió en la cabeza y en el estómago.
En cualquier caso, tal vez nunca se sabrá con exactitud si el tirano
se resistió, si había resultado herido horas antes por la OTAN o si
fue uno de los combatientes quien le disparó, pues los nuevos
líderes en Libia tienen un gran interés de mostrarlo como un cobarde
que se escondía en un agujero al igual que lo hizo Sadam Hussein,
detenido a finales de 2003 en Irak.
Si hubiera sido ’cazado’ vivo, Gadafi podría haberse enfrentado a un
juicio ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) por ordenar el
asesinato de civiles durante las casi cuatro décadas que gobernó el
país norteafricano con mano de hierro.
El fin de una era
Aunque el régimen gadafista ya se había dado por derribado antes de
morir su líder -este viernes se cumplen dos meses de la caída de
Trípoli-, el fin del conflicto aún dependía simbólicamente de la
toma de Sirte por los combatientes del CNT. La victoria militar
llegó al fin este jueves, después de que las tropas rebeldes
atacaran con misiles y fuego de artillería a los leales al dictador
que todavía resistían en la ciudad costera.
"Sirte ha sido liberada. Ya no hay más fuerzas de Gadafi", anunció
el coronel Yunus al Abdali, jefe de las operaciones en la mitad este
de Sirte, poco antes de que el tirano fuera capturado.
El presidente del CNT, Mustafá Abdelayil, ha declarado en numerosas
ocasiones que la conquista definitiva de Sirte abriría la vía para
el anuncio de la liberación de la totalidad del territorio libio. A
continuación, los rebeldes deberían formar un Gobierno de transición
encargado de dirigir el país hacia la democracia.
Estos dos meses desde la liberación de Trípoli han puesto a prueba
los nervios de la heterogénea alianza anti-Gadafi y de sus aliados
árabes y occidentales, que se preguntaban si las fuerzas del CNT
serían capaces de desterrar a los últimos leales a Gadafi en
ciudades como Sirte y Bani Walid.
A la espera de que se dirija a la nación Mustafa Abdel Jalil, líder
del CNT, en ciudades como Trípoli o Bengasi las multitudes han
comenzado a echarse a las calles para celebrar con gritos, bailes y
disparos al aire el anuncio de la desaparición de Gadafi.
Gadafi es el primer jefe de Estado al que la Primavera Árabe no sólo
le ha costado el poder, sino también la vida. Con más suerte
escaparon Ben Ali y Hosni Mubarak. Sobre todo el primero, el más
pragmático, quien logró huir de Túnez a Arabia Saudí con unas
maletas llenas de dinero. El egipcio sobrevivió a la revuelta, pero
luego tuvo que ser internado en un hospital y sufrir la humillación
de verse ante el juez enjaulado y postrado en una camilla.
Junto a Gadafi murieron también su quinto hijo, Mutasem, y su
segundo vástago, Saif al Islam, que también estaba tratando de huir
de Sirte. Otros ilustres fallecidos en la operación son Abu Bakr
Yunus Jabr, líder de las fuerzas armadas del régimen derrocado, y
Moussa Ibrahim, portavoz de su Gobierno. Además fue capturado
Abdullah al Senussi, ex jefe de los servicios secretos, así como
otros miembros del Gobierno depuesto. /elmundo.es