El congresista republicano
Lamar Smith lidera un proyecto de ley que daría
atribuciones prácticamente ilimitadas a Estados Unidos
en Internet. Organizaciones como Electronic Frontier
Foundation la califican de desastrosa y "peor que la
anterior", en relación a la existente ley Pro-IP,
aprobada durante el gobierno de George Bush
El proyecto de ley Stop Piracy
Act (disponible como documento PDF en inglés), ha sido presentado
por el congresista republicano por Texas, Lamar Smith, quien propone
dar amplias facultades a las autoridades estadounidenses, para
combatir la piratería tanto en Estados Unidos como en el extranjero.
Diversos medios estadounidenses se refieren al proyecto de ley
utilizando la expresión "pena de muerte", ya que en caso de ser
aprobada significaría el fin de los sitios que, según las
autoridades, violen derechos de propiedad intelectual
estadounidenses.
Cerrará el flujo de dinero
Aparte de poder ordenar la supresión inmediata de nombres de dominio
y el desalojo desde servicios de hosting, las autoridades podrán dar
instrucciones a servicios de pago para suspender o retener pagos
dirigidos a sitios dedicados a lucrar con material pirateado.
Considerando que prácticamente todos los grandes servicios de pago
del mundo (Visa, Mastercard, Diners, American Express y PayPal,
entre otros), son estadounidenses, las autoridades podrían organizar
tales intervenciones con gran eficacia.
El proyecto de ley enfrenta una férrea oposición entre
organizaciones dedicadas a la defensa de las libertades civiles e
incluso en círculos empresariales. Una impresión generalizada entre
los opositores es que la ley, en caso de materializarse, implicaría
una fuerte contracción de la libertad digital, y recuerda más bien a
iniciativas propias de países como Irán o China.
"Es como arrancar páginas de la guía telefónica"
El director de la prestigiosa organización CCIA (Computer and
Communications Industry Association), escribe el 26 de octubre que
"es como intentar bloquear teléfonos arrancando hojas de la guía
telefónica". CCIA representa a empresas como Facebook, Google y
Yahoo, entre otras.
La industria del entretenimiento celebra
Las industrias discográfica y cinematográfica, por su parte,
celebran la iniciativa, que por cierto han contribuido a impulsar
mediante un intenso lobby. El proyecto de ley cuenta con el respaldo
de varios legisladores republicanos y demócratas, aunque también hay
políticos detractores.
El presidente Barack Obama, quien será en última instancia quien
deba firmar la ley, se ha manifestado anteriormente contrario a
nuevas iniciativas que limiten la libertad en Internet. Sin embargo,
Obama también se ve enfrentado a fuertes presiones de la poderosa
industria del entretenimiento, que sigue responsabilizando a
Internet por una supuesta reducción en sus ingresos después de la
masificación de la banda ancha y los PC de bajo precio.
Fuentes: Ars Technica, CNet, Electronic Frontier Foundation