Los Bee Gees, la banda
inglesa formada por los mellizos Maurice y Robin, junto
con su hermano mayor Barry - resistió en el sur de la
Florida desde finales de la década de 1970. Fueron una
de esas bandas alegres que renegaron de ser llamadas
"disco", aunque las pistas de baile de los 70 y 80
vibraban con esas canciones. Pero a tanta celebración,
una amarga paradoja: la enfermedad y la tragedia parece
haberlos elegido. En 2003, el grupo virtualmente
terminó, cuando murió uno de los hermanos de la banda,
Maurice Gibb, a los 53 años. En una muerte polémica,
sufrió un ataque cardiaco antes de ser sometido a una
cirugía por una oclusión intestinal. Gibb tocaba el bajo
y los teclados dentro de la agrupación
Un hermano menor, Andy, que no cantaba con los Bee
Gees pero alcanzó una breve fama a finales de la década de 1970 con
éxitos como "I Just Want To Be Your Everything" y "Shadow Dancing",
murió de una infección en el corazón en 1988, a cinco de cumplir los
30 años. Chris Hutchins, escritor y ex agente de prensa de los Bee
Gees, dijo que Maurice era "un alma bastante atormentada". Que "él
no era la estrella (de los Bee Gees), y lo sabía, lo sentía". Entre
lo éxitos de los Bee Gees en ese álbum figuran "Stayin' Alive",
"More Than a Woman", "How Deep Is Your Love" y "Night Fever".
Esta vez, la tragedia golpea de nuevo a los Gibb. Es
Robin, el más flaco de los Bee Gees, que se perdió una reunión con
David Cameron, primer ministro inglés, por su delicado estado de
salud. El músico, informa la prensa británica, sufre "inflamación de
colon", algo similar a lo que padeció su hermano ya muerto. Gibb iba
a lanzar la canción oficia de Poppy Appeal para un evento solidario
de la BBC en el 10 de Downing Street, pero un amigo cercano avisó
que no se estaba sintiendo nada bien como para ir.
El músico de 61 años estuvo los últimos tiempos en
el programa de TV Alan Titchmarsh Show y lució completamente cansado
y débil, aunque no hizo mención a sus problemas de salud. En vez de
eso, se disculpó en cámara ante el Primer Ministro por haber faltado
a la reunión. Una fuente cercana aseguró que Robin no estaba bien,
que no se sentía bien.
El multimillonario músico fue ingresado en el
hospital Radcliffe en Oxford el último 13 de octubre con severos
dolores en el estómago. Su secretario reveló que lo mismo había
padecido el hermano de Robin, Maurice, pero que en aquel caso
tomaron el problema tarde, y ese no es el caso de Robin. Dejó el
hospital hace una semana y estaba determinado a volver a sus tareas
de promoción del single. Pero cuando se lo vio en los estudios de la
cadena televisiva ITV fue elocuente que su reciente enfermedad le
había cobrado lozanía y vitalidad: perdió peso, lucía frágil.
"Nuestra preocupación es que se empeore cada vez más, pero él está
determinado a volver al trabajo", dijo su manager. El año pasado,
Gibb tuvo una cirugía abdominal por agudísimos dolores que le
aparecieron en medio de un recital en Bélgica. Se supo que si no lo
tomaban a tiempo hubiera estado muerto en dos horas .
Fuente
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