Un componente del azafrán podría ayudar en el
tratamiento contra el cáncer.
El principal componente del
azafrán, la
cúrcuma, desencadena un mecanismo que inhibe el patrón de
células cancerosas presentes en la saliva que hacen que el
cáncer de cuello y la cabeza se desarrollen, de acuerdo con un
estudio de
UCLA.
“El hallazgo más importante de este estudio fue que nos muestra
que la cúrcuma puede trabajar en la cabeza y cuello de los
pacientes con cáncer maligno y reducir la actividad que promueve
que crezcan”, declaró a Efe Marilene Wang, cirujana de cabeza y
cuello y principal autora del estudio que llevó a cabo el
Jonsson Comprehensive Cancer
Center de UCLA.
El estudio piloto encontró que esta especie, altamente consumida
en algunos países como la India, también suprime el patrón de
células relacionado a una reducción del número de unas moléculas
pro inflamatorias en la saliva (citocinas). La investigación
aparecerá en la edición de septiembre de Clinical Cancer
Research, una publicación de la Asociación Americana contra el
Cáncer.
El azafrán es una especie ampliamente utilizada en la
gastronomía de Oriente Medio y el sur de Asia, culturas en las
que por muchos años se han conocido además sus propiedades como
antiinflamatorio y cuyo poder para detener ciertos tipos de
cáncer ya había sido comprobado en otras investigaciones.
Los 21 pacientes con cáncer en la cabeza o el cuello que
participaron en el estudio dieron muestras de saliva para
análisis antes y después de masticar dos tabletas de cúrcuma,
que en total contenían 1.000 miligramos.
Una hora después de masticar las tabletas, los pacientes debían
dar otra muestra de saliva para medir el nivel de actividad de
la quinasa. Los investigadores enviaron también las muestras a
un laboratorio independiente en Maryland, en el cual se
confirmaron los hallazgos encontrados por los investigadores de
UCLA.
Wang destacó además el potencial que tiene la especie para el
tratamiento de estos tipos de cáncer y otros. “Creemos que la
cúrcuma puede ser combinada con otros tratamientos, como
quimioterapia y radiación, para tratar el cáncer de cuello y
cabeza”, aseveró la especialista. Asimismo, la experta no
descartó que la especie pueda ser utilizada además de forma
preventiva en personas con un riesgo más alto de padecer de
estos tipos de cáncer, como los fumadores, quienes mastican
tabaco o aquellas personas que han tenido algún tipo de cáncer
oral.
“No es tóxica, es bien tolerada, barata y fácil de obtener en
una tienda de productos alimenticios saludables”, indicó Wang.
No obstante, la experta señaló la necesidad de profundizar en
las investigaciones sobre el alcance de este tipo de tratamiento
en pacientes con cáncer. Los expertos indicaron que para que la
cúrcuma tenga un efecto en el tratamiento contra el cáncer debe
ser ingerida en forma de suplemento y no en las cantidades
utilizadas al cocinar con azafrán. Wang explicó que como
siguiente paso llevarán a cabo pruebas con cúrcuma en pacientes
con cáncer por períodos más largos para determinar si las
propiedades inhibitorias de este ingrediente pueden aumentar.
Como parte de la investigación, los expertos de
UCLA tratarán a pacientes con
cáncer semanas antes de que estos sean intervenidos
quirúrgicamente, a los que les realizarán una biopsia antes y al
momento de la cirugía para analizar las diferencias. El estudio
destacó el potencial del azafrán en el tratamiento del cáncer.