Antecedentes
Luego del lanzamiento del 408, el seguidor de la marca quedó algo
confundido ya que el modelo producido en Argentina tenía una
denominación superior a la del 407 pero no lo sustituía. Inclusive,
mientras el primero pertenece al segmento de los medianos, el
segundo era un sedán grande. La respuesta se hizo esperar un poco
pero aquí está con el 508 que, en términos específicos, no
es solo un reemplazo solo del 407, sino que biene a ocupar el lugar
del buque insignia de la marca dejado de lado con la desaparición
del 607.
En números concretos, este nuevo modelo es 10 cm más
grande que el 407, pero algo más corto que el 607, por lo que en
términos de espacio interior resulta mucho más parecido al resto de
vehículos ofrecidos en el segmento.
Características técnicas y mecánicas
El Peugeot 508 es un sedán de 4.79 metros de largo,
1.85 de ancho y 1.46 de alto que recurre al ya conocido propulsor de
1.6 litros turbo desarrollado conjuntamente entre Grupo PSA Peugeot
Citroën y BMW Group que conocemos en un montón de aplicaciones para
ambos consorcios como pueden ser: DS3, C5, 408 sport, 3008, 5008,
RCZ (con 200 CV), MINI Cooper S y el Serie 1. En este caso
entrega 163 CV y 240 Nm desde las 1.400 vueltas y que se
acopla a una transmisión automática Tiptronic de seis cambios.
El peso es de poco más de dos toneladas (2.015 kilogramos
concretamente), por lo que inicialmente la potencia parece poca. La
suspensión por su parte es McPherson adelante y multibrazo atrás.
El equipamiento de seguridad incluye lo necesario para un vehículo
de este precio como son las 6 Airbags, ABS, Control de
Estabilidad, Anclajes ISOFIX, Control de Tracción y un
sistema que la firma denomina como Seguro de Corrección de Subviraje
y Sobreviraje que de alguna manera emula mediante electrónica la
función de un diferencial de deslizamiento limitado.
Confort
A diferencia del vehículo que sustituye, el 508 es amplio, tanto en
las plazas frontales como en las posteriores, con amenidades ya
indispensables para el segmento como asientos forrados en cuero,
volante multifunción que permite controlar la computadora de viaje,
sistema de audio e interfaz telefónica, climatizador automático de
dos zonas, asientos eléctricos, techo solar, etc.
La insonorización es bastante buena, por lo que la ausencia de
ruidos o rechinidos molestos es notable y denota una excelente
calidad de ensamble, así como la utilización de materiales de buena
factura. Por otra parte, los asientos tienen un balance perfecto
entre buena sujeción y comodidad demás de lucir bastante atractivos
gracias al diseño de barras horizontales que tienen en la parte
central tanto del respaldo como de la banca.
Adicionalmente, el ajuste de la suspensión está claramente
orientado al confort y aislamiento de las imperfecciones del camino
que a un comportamiento deportivo, todo lo contrario del
407 que hacía foco en la dinámica jugando al límite del confort.
Manejo
Tras el volante, el Peugeot 508 ha resultado una experiencia
interesante y que demuestra el tremendo avance y refinamiento que
han tenido en los últimos años los motores turbo. Este auto
es el ejemplo perfecto del downsizing que está sufriendo la
industria automotriz en general, es un sedán de poco menos
de cinco metros que emplea un propulsor del mismo cubicaje que el de
un compacto como los Volkswagen Gol, Ford Fiesta o el 207 de este
mismo fabricante.
Podría resultar impensable que un motor de apenas 1.6 litros pudiera
mover adecuadamente un auto de dos mil kilos, sin embargo, aunque
163 CV pudieran sonar pocos, lo verdaderamente sobresaliente
es el hecho de que se entregan 240 Nm de torque apenas a 1.400
vueltas, dicho en términos simples, un Honda Accord o Toyota Camry
en sus versiones cuatro cilindros entregan cifras de 222 y 230 Nm
respectivamente pero con 2.5L de capacidad y encima de las 4,000
rpm. Por lo que no resulta extraño que una vez que tenemos
la asistencia del turbo, el Peugeot 508 resulte más ágil que
cualquiera de los sedanes medianos norteamericanos o japoneses que
ofrecen motores de cuatro cilindros de aspiración natural.
Si bien es cierto, la potencia a medio régimen es excelente, el 508
presenta un turbo lag muy marcado. Easto en realidad es porque, por
más rápido que entre en acción el turbo, ese pequeño espacio de
tiempo sin asistencia hace que le sea imposible al 1.6 mover
semejante mole. Asimismo, otro factor a tener en cuenta es que
conforme nos acercamos a la línea roja del tacómetro, el desempeño
va cayendo un poco también, pero esto es solamente una cuestión de
saber el rango de giro en que el motor trabaja mejor y explotarlo.
Suena más complicado de lo que es ya que la caja con levas de cambio
en la columna de dirección es bastante eficiente en esta tarea.
Conclusión
La llegada a nuestro mercado del Peugeot 508 es una buena
noticia, su atractivo diseño francés le añade mucha frescura a un
segmento que se ha ido haciendo cada vez más…. ¿Cómo decirlo?
Aburrido, por lo menos estéticamente hablando.
Incluso el nuevo Passat que en términos de producto
es una excelente compra por su buen nivel de calidad, ya no se
diferencia en ese aspecto como hace tiempo, aunque quedan siempre
rivales fuertes como el Mondeo y el C5, que también saben como
diferecniarse y la oferta japonesa con los Accord y el renovado
Camry y el europeo-oriental Renault Latitude. Adicionalmente a lucir
bien tanto por fuera como por dentro, el 508 ofrece buena calidad de
fabricación y materiales que están más cercanos a las marcas
alemanas de lujo, por lo que podemos decir que ahí está su ventaja
competitiva.
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