En nuestra vida diaria
tenemos miedo a decir que no, y así terminamos haciendo
cosas que no queremos hacer. La buena noticia es que se
pueden tomar ideas de los extractos de “El libro del no:
250 maneras de decirlo - y decirlo en serio”, escrito
por la psicóloga social Susan Newman:
-Recuerda que decir "sí" es
tu opción
A menos que seas un aspirante a estrella o un político, no tienes
que preocuparte tratando de complacer a todos todo el tiempo. "Está
profundamente arraigada la idea de a ‘estar allí cuando alguien nos
necesita’, incluso cuando esa persona en realidad no nos necesita",
dice Newman. "Pero siempre hay una opción, y si dices que no, podrás
decir ‘sí’ a las cosas que prefieras hacer. Si puedes meter esto tu
cabeza, decir no será mucho más fácil."
-Recuerda que decir “no” no te convierte en mala persona
Muchos creen que decir que no los convierte en malas personas. Eso
no es cierto. "Una vez que te niegas a ayudar a alguien a construir
una estantería o recoger su coche, esa persona que te ha solicitado
ya no piensa más en ti, está buscando a alguien más que le ayude”,
señala Newman. Si se tratara de una cuestión de vida o muerte, sería
una historia diferente. Aún podrías decir que no, pero no esperes
recibir una tarjeta de Navidad.
-Sé firme
Ser educado es bueno, pero también tu tiempo es valioso, así que no
hay que lamentar estar realmente ocupado como para ayudar a alguien.
Cuando dices que no, que el otro sepa que te gustaría ayudar, pero
que tu decisión es definitiva.
-No expliques más de lo necesario
Dar una simple razón de tu incapacidad para decir que sí -por
ejemplo, "ya tengo planes"- es suficiente. Si comienzas a explicar
demasiado, sonará débil, y el otro podrá ver una posibilidad de
hacerte cambiar de idea. Al hacer esto, el otro cree que su tiempo y
sus necesidades son más importantes que los tuyos, así que mantén
tus razones vagas, ya que decir lo menos posible te permitirá evitar
ser descubierto si de hecho, decidiste mentir acerca de por qué no
puedes ayudar.
-Conoce tu agenda
Saber lo que tienes para hacer puede ayudarte a decidir si un pedido
se ajusta a tu agenda, porque si ya tenías otro plan, no podrás
ayudar. Es mejor decir que no y concentrarte en los compromisos a
los que ya le habías reservado tiempo, en lugar de dividirte entre
demasiadas cosas, hacerlas por la mitad o a último momento.
-Cómo decirle que no a tu pareja
Decir que no a tu pareja requiere de una delicadeza extra. No
necesariamente tienes que dar un “no” seco si te pide que hagas algo
que no quieres hacer. En vez de eso, comprométete. Acepta hacer lo
que te pidió –y cuando lo hagas, hazlo de buena manera – pero
dejando en claro que te debe una.
-Cómo decirle que no a tu jefe
Probablemente quieras evitar un “no” directo con tu jefe. Así que
debes lograr como efecto, que sea tu jefe quien te diga que no a ti.
Si trata, por ejemplo, de aumentar tu carga de trabajo a tal punto
que crees que no vas a poder terminarlo, muéstrale una imagen clara
de lo que estás actualmente haciendo. “Podrías decir: ‘me encantaría
hacer lo que me estás pidiendo, pero veamos lo que me has encargado
hasta ahora y si podemos reorganizar lo que ya se me ha asignado’",
sugiere Newman. Así, tu jefe tendrá una idea de lo mucho que estás
trabajando y (con suerte) te quitará algunas tareas.
Por Camille Cordero – Adaptación de Raquel Carlino
Fuente:
http://www.modernman.com