Ahora bien, muy pocas personas creen realmente que se puede
lograr que el dinero trabaje para uno. Cuáles son los
principales tabúes a la hora de cambiar la "programación" mental
y entrar en un mundo en el cual el dinero es el que trabaja para
nosotros en lugar de lo inverso?
Podemos hacer una pequeña lista:
- Pensar que hay que tener mucho dinero para lograrlo
- Creer que uno no lo merece
- Sentir que no hay ganancia sin sacrificio
- Pensar que la información del cómo hacerlo es
propiedad de unos pocos que no la comparten
A continuación, veremos 8 tips para lograr que el dinero trabaje
para vos. Están basados en la creación de una columna de
ingresos múltiples que otorgan, a quien la posee, una
certidumbre positiva producto de la diversificación de los
mismos.
Personas proclives a ponderar los impedimentos y creyentes de
que la realidad es una sola y no puede negociarse, por favor
abstener de leer esta nota.
1) Lograr independencia laboral
Por más que mucha gente tenga puesta la "camiseta" de la empresa
para la cual trabaja, es innegable que la energía con la cuál se
generan ingresos para un empleador es diferente a la que aparece
cuando lo hacemos para nosotros mismos.
Trabajar para otro, a menos que se tenga derecho a una parte de
las ganancias, no es seguridad. Es solo la ilusión de seguridad.
Trabajar por cuenta propia, por otra parte, puede generar cierta
sensación de vértigo al principio, ya que se abandona esa
ilusión de seguridad. Pero a la larga, es el camino más rápido y
placentero para generar resultados extraordinarios.
2) Dedicarte a lo que te gusta
Todos somos iguales, sólo que algunos tienen más potencia que
otros. La potencia aparece cuando uno lograr hacer lo que le
gusta.
Querer ganar dinero para hacer lo que te gusta es como poner el
carro delante del caballo: se trata de ganar dinero haciendo lo
que te gusta.
Ya lo dijo Gary Halbert, uno de los más destacados gurús del
Marketing: "Venda lo que ama".
Se debe amar lo que se hace para poder generar riqueza.
3) Definir qué tipo de emprendedor soy
Es importante conocerse a uno mismo en cuanto a fortalezas y
debilidades, y para ello es útil encontrarse en alguna de estas
clasificaciones emprendedoras:
a) Intrapreneur: Es aquel que prefiere permanecer dentro de una
compañía, no como empleado sino como consultor, socio o vendedor
a comisión. Un intrapreneur disfruta del trabajo en equipo y
dentro de una institución.
b) Extrapreneur: Son aquellos que tienen habilidad para ser
creativos y entretener a otras personas. Ejemplo de ello son
artistas (actores, músicos), diseñadores de juegos electrónicos
que reciben regalías, inventores que patentan y venden sus
descubrimientos, etc.
c) Infopreneur: Gana dinero vendiendo información, conocimiento
o datos especializados. Dentro de esta categoría pueden entrar
desde los escritores hasta los que otorgan franquicias sobre
negocios creados, pasando por expositores de seminarios pagos y
proveedores de servicios de Internet que obtienen ganancias por
publicidades.
d) Autopreneur: Es aquel que busca poseer fuentes de ingresos
automáticas con el menor esfuerzo posible. Su fuerte es detectar
oportunidades, generalmente en el mercado financiero, para
invertir dinero propio o de clientes a tasas más altas que el
promedio. Ejemplo son los inversores exitosos, los portfolio
managers de fondos de inversión que cobran porcentaje por las
ganancias, etc..
4) Diferenciar entre ingreso residual e ingreso lineal
Una pregunta que uno puede hacerse es: "Cuántas veces me pagan
por cada hora que trabajo?". Si la respuesta es "sólo una",
entonces el ingreso que se recibe es lineal. Los ingresos que
provienen de un sueldo son lineales.
Los ingresos residuales, en cambio, son los que se producen
cuando se trabaja mucho una sola vez, y eso desencadena un flujo
de ingresos constantes durante meses o inclusive años. Uno es
recompensado una y otra vez por el mismo esfuerzo.
Se debe encauzar la energía a modos de trabajo y negocios que
produzcan ingresos residuales, como por ejemplo: inversiones
financieras, inversiones en real estate (comprar casas y luego
alquilarlas), poseer franquicias, derechos intelectuales y
muchas otras fuentes más.
5) Apuntar a múltiples fuentes de ingreso
En el libro "Múltiples Fuentes de Ingreso", su autor, Robert
Allen, afirma que la primera pregunta que surge por parte de sus
lectores es: ¿Para que múltiples fuentes de ingreso?".
La realidad marca que, en los años `50, a las familias les
alcanzaba con una sola fuente de ingresos (el hombre trabajaba
mientras que la mujer se ocupaba de los quehaceres domésticos)
para poder vivir bien. Hoy en día, son muy pocas las que pueden
hacerlo con menos de dos fuentes de ingreso: el promedio lo hace
con dos o más, y eso ni siquiera garantiza un presente tranquilo
desde lo económico.
La habilidad de una persona de generar por sí sola varias
fuentes de ingreso, le permite acceder a recursos totalmente
diferentes y diversificados, lo que evita que el agotamiento
(por la causa que fuera) de una de las fuentes, repercuta de
manera importante en la economía personal.
Gestionar múltiples fuentes de ingreso genera, de esta forma,
una estabilidad que no se puede conseguir de otra manera.
6) Aprender las 3 montañas de creación de riqueza
Allen plantea en el libro citado la conveniencia de ver el
dinero como agua que fluye desde una cascada hacia distintas
cuencas. La primera cuenca debería ser la de los gastos de
emergencia. El 10% de tus ingresos deberían ir ahí hasta tener 6
meses de gastos mensuales ahorrados.
Ese dinero debería estar colocado al tipo de interés más alto
que se pueda encontrar, pero con la condición de que se pueda
acceder al mismo en un lapso no mayor a 30 días. Una vez que esa
cuenca se llena, la fuente del 10% desbordará hacia alguna de
las tres cuencas adicionales: inversiones conservadoras,
inversiones moderadamente riesgosas e inversiones de alto
riesgo.
7) Operar según la regla 80/20
La regla 80/20, dice que el primer 80% de nuestra productividad
será fruto del 20% de nuestro esfuerzo. Relfexioná si vale la
pena dedicar el otro 80% de tu esfuerzo por sólo un 20% de
productividad adicional.
La realidad marca que no hay escasez de tiempo, sino que la
gente desperdicia el tiempo en actividades insignificantes,
luchando por alcanzar objetivos que nada contribuyen a su éxito
y felicidad.
Una de las razones por las que la gente persigue las cosas menos
importantes es que, prácticamente, todos los demás miembros de
la sociedad se dedican a perseguir esas mismas cosas.
Una clave: trabajar poco pero en negocios escalables que
produzcan ingresos residuales puede proporcionarte un éxito y
bienestar que desconoce el 95% de la humanidad.
8) Focalizarse en negocios "escalables".
Siguiendo la línea del tip anterior, si la idea es generar
ingresos residuales, los negocios que pueden darnos eso son los
llamados "escalables".
La mejor forma de entender este concepto es con un ejemplo.
Supongamos que estás analizando la compra de un restaurante que
ya existe. Para la toma de decisiones, las preguntas que
deberías hacerte son:
¿Puedo abrir más restaurantes? ¿Conceder franquicias? ¿Se puede
vender algunas de las entradas del menú como alimento congelado
para todo el país? ¿Publicar un libro de cocina con las recetas?
¿Realizar un programa de televisión sobre cocina Gourmet desde
el local?
Los negocios escalables son aquellos que permiten generar
múltiples fuentes de ingreso a partir de una misma razón social,
o derivadas de la misma.
Los negocios que no son escalables no valen la pena bajo este
esquema de múltiple fuentes de ingreso.
Conclusión:
Las personas que no aprenden cómo manejar el dinero suelen
repetir las mismas excusas: "Tiene mucha matemática, soy un
desastre para los números, tengo otras prioridades en este
momento o estoy muy ocupado trabajando todo el día como para
ponerme a aprender sobre finanzas personales".
Estas declaraciones y los tabúes vistos en la introducción de la
presente nota nos impiden abrirnos al aprendizaje de lo nuevo, y
propicia a que las personas definan mal sus prioridades diarias.
Se debe luchar contra estas conversaciones de imposibilidad para
poder superarse y descubrir nuevas posibilidades.
Yo prefiero pensar siempre lo siguiente: si hay alguien que pudo
hacerlo, entonces yo también puedo lograrlo.
Y, créanme, son muchos aquellos cuya principal preocupación en
estos momentos es qué hacer con las 168 horas libres que tienen
por semana, mientras el dinero no deja de trabajar para ellos ni
siquiera los días feriados.
Hacía allí vamos!.