El ministro español de
Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, afirmó hoy que
cualquier “gesto de hostilidad” contra empresas de su país será
interpretado como un gesto “hacia España” y “trae consigo
consecuencias”, en una aparente alusión al Gobierno argentino por el
conflicto con YPF.
Soria no citó en ningún momento al Gobierno argentino, que convocó
para hoy a los gobernadores de las provincias petroleras para tratar
sobre la situación de la compañía YPF, controlada por la española
Repsol.
Los servicios de comunicación de La Moncloa, sede del Gobierno
español, brindaron a los medios estas declaraciones de Soria, quien
se encuentra en Varsovia junto al presidente del Ejecutivo, Mariano
Rajoy, para participar en una cumbre hispano-polaca.
El Gobierno español, subrayó Soria, defiende los intereses de todas
las empresas españolas dentro y fuera del país y “si en alguna parte
del mundo hay gestos de hostilidad” contra esos intereses lo
interpreta como “gestos de hostilidad hacia España y hacia el propio
Gobierno” que tienen consecuencias.
En las últimas semanas, seis provincias argentinas revocaron
licencias a YPF para operar en una docena de áreas, mientras que
otras dos exigieron a la petrolera aumentar sus inversiones bajo
amenaza de cancelarle permisos de explotación.
Santa Cruz, que ya había retirado dos áreas a YPF, decretó la
caducidad de la licencia de la petrolera para operar en otras tres
áreas apenas horas después de que la compañía presentara un plan de
inversiones hasta 2017 para esa región por importe de 4.379 millones
de dólares.
YPF, participada en un 57,43% por Repsol y un 25,46% por el grupo
argentino Petersen, anunció que este año invertirá en Argentina un
récord de 15.000 millones de pesos, cifra que supera los 13.300
millones de pesos invertidos en 2011 .
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