La estrella de
oro brilla un poco menos a los ojos de algunos
admiradores. En momentos en que la racha alcista del
metal dorado entra en su duodécimo año, algunos se
preguntan si llegó la hora de hacer una pausa. El oro se
ubica 7% por debajo de su máximo para el año, logrado a
fines de febrero, tras quedar el viernes en US$1.659,10
la onza
El oro se sigue beneficiando de las dudas acerca de
la frágil salud de la economía mundial y la creencia de que los
gobiernos pondrán en marcha nuevas rondas de estímulo, socavando el
valor de sus monedas. Tal idea, sin embargo, se ha visto sacudida
por los signos de que la economía de Estados Unidos comienza a
estabilizarse.
Desde finales de febrero, los fondos de cobertura,
de pensiones y otros inversionistas institucionales han reducido en
39% sus apuestas a que el oro subirá en los mercados de futuros. Sus
apuestas a que los precios caerán aumentaron 87% en el mismo período
Cualquier cambio sostenido en la trayectoria del oro
podría tener grandes repercusiones para los mercados y reflejaría
que la vacilante recuperación de la economía mundial tras la crisis
de 2008 habría entrado en una nueva etapa. La cotización del oro
casi se ha duplicado desde fines de 2008. "Cualquier buena noticia
económica es algo negativo para el oro", dice Neil Rose, director de
inversiones de Cadinha and Co., que administra unos US$850 millones.
La firma de valores de Hawaii comenzó a comprar oro
hace varios años e invirtió en fondos que cotizan en bolsa y que son
respaldados por oro en lingotes. La mayoría de las carteras de sus
inversionistas asignan entre 8% y 10% al oro, manifestó. Cadinha,
sin embargo, no ha aumentado su posición en oro este año, mientras
evalúa si las inestables condiciones del mercado que han convertido
al oro en una cobertura deseable durante años están cambiando,
explica Rose. "Hablamos de eso todo el tiempo", observa.
El oro ha generado debates similares por mucho
tiempo, en parte porque es difícil de valorar y no genera ingresos.
Últimamente, el metal ha sido utilizado como un refugio frente a las
monedas cuyo valor se ha visto perjudicado por el estímulo y por las
predicciones de de que las inyecciones monetarias darán lugar a un
brote inflacionario. Por ahora, parece que hay suficiente
incertidumbre económica y en los mercados para que el oro siga
siendo una opción rentable. Los precios del metal han subido 6% en
2012, superando el desempeño del Promedio Industrial Dow Jones. La
semana pasada, el oro se apreció 2% a raíz de las débiles cifras de
empleo en Estados Unidos, que algunos tomaron como una señal de que
la Fed tendrá que volver a imprimir dinero para estimular la
economía, una medida que los partidarios del oro han esperado
durante meses.
Los optimistas prevén potenciales ganancias mientras
persistan problemas como la crisis de Europa y el abultado balance
de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed).
Sin embargo, una mejora de la economía de EE.UU.
magnifica otros vientos en contra del oro, según los analistas.
Las mineras de oro han producido más lingotes en los
últimos tres años, incluyendo un alza de 3% en 2011, para alcanzar
una producción récord por segundo año consecutivo, según GFMS. Es
improbable, a su vez, que los compradores no puedan mantener el
ritmo de los últimos años.
Los consumidores indios, que representan cerca de
una cuarta parte de la demanda, afrontan obstáculos que podrían
limitar las compras de joyería y se prevé que la demanda china se
desacelere, dice Philip Klapwijk, director global de análisis de
metales de GFMS . Fuente