Como cada vez que se juega un
clásico, el resultado define quien gasta y quien se la tiene que
bancar. Este verano le tocó a River, cuyos padecimientos tras el
histórico descenso a la B Nacional parecen no tener fin.
No conformes con la andanada de imágenes burlonas que pulularon
luego del 2-0 de Chaco, los hinchas de Boca forzaron la imaginación
para sacar otra serie de afiches, gastando a sus eternos rivales
luego del 1-0 con que cerraron la pretemporada en Mendoza